– Estas justo enfrente de una cripta, asi que muevete hacia la izquierda.
Por la inflexion de su voz, parecia que Lexie se lo estaba pasando en grande.
– Te has olvidado decir: «Simon dice».
– ?Quieres que te ayude o no?
– Lo que quiero es que me des mis gafas -exclamo en tono suplicante.
– Ven a buscarlas.
– ?Y por que no vienes tu a traermelas?
– Podria, pero no lo hare. Es mucho mas divertido ver como deambulas por ahi como un zombi. Ahora muevete a la izquierda. Ya te dire cuando tienes que detenerte.
El juego prosiguio en esa linea hasta que finalmente Jeremy logro regresar al lado de Lexie. Se sento un momento en el suelo, y ella se quito las gafas entre risitas.
– Toma.
– Gracias.
– No hay de que. Ha sido un placer ayudarte.
Durante la siguiente media hora, Lexie y Jeremy rememoraron detalles de la fiesta. Estaba demasiado oscuro para que Jeremy pudiera ver la cara de Lexie, pero le gusto mucho la sensacion de tenerla tan cerca en medio de la oscuridad circundante.
Cambiando el tema de conversacion, el dijo:
– Cuentame que paso la vez que viste las luces. Esta noche he oido las versiones de todo el mundo, excepto la tuya.
A pesar de que sus rasgos no eran nada mas que sombras, Jeremy tuvo la impresion de que ella se dejaba llevar por los recuerdos de algo que no estaba segura de querer recordar.
– Tenia ocho anos -evoco, con la voz suave-. No se por que razon, empece a tener pesadillas sobre mis padres. Doris tenia colgada en la pared una foto del dia que se casaron, y esa era la apariencia que tenian en mis suenos: mama vestida con su traje de novia, y papa con su esmoquin. Pero en mis suenos los veia atrapados en el coche despues de caer al rio. Era como si los estuviera contemplando desde fuera del coche, y podia ver el panico reflejado en sus caras mientras el agua engullia el coche lentamente. Mi madre tenia una expresion realmente triste, como si se diera cuenta de que eso era el final; de repente, el coche empezaba a hundirse mas rapidamente, y yo lo veia todo desde arriba.
Su voz tenia un extrano tono emotivo. Suspiro hondamente y reemprendio el relato:
– Me despertaba gritando. No se cuantas veces sucedio (con los anos todos los recuerdos acaban volviendose borrosos), pero probablemente tuve esa pesadilla bastantes veces antes de que Doris se diera cuenta de que no se trataba solo de una fase. Supongo que otros padres me habrian llevado a un terapeuta, pero Doris…, bueno, ella se limito a despertarme una noche, me pidio que me vistiera y que me abrigara con una chaqueta gruesa, y a continuacion me trajo aqui. Me dijo que iba a mostrarme algo maravilloso.
Volvio a suspirar.
– Recuerdo que era una noche cerrada como esta, asi que Doris me agarro de la mano para evitar que tropezara y me cayera. Deambulamos entre las tumbas y luego nos sentamos un rato, hasta que aparecieron las luces. Parecia como si estuvieran vivas. De repente todo se ilumino, hasta que las luces desaparecieron. Despues regresamos a casa.
Jeremy casi podia notar como se encogia a causa de los recuerdos.
– Aunque era muy pequena, comprendi lo que habia pasado, y cuando volvimos a casa, no pude dormir, porque estaba segura de que acababa de ver los fantasmas de mis padres. Era como si hubieran venido a visitarme. Despues de esa vivencia, nunca mas volvi a tener aquella pesadilla.
Jeremy la escuchaba en silencio. Ella se inclino hacia el, para acercarse un poco mas.
– ?Me crees?
– Si -respondio-. De veras, te creo. Estoy seguro de que, aunque no te conociera, tu historia seria la que mas recordaria de esta noche.
– Pues mira, si no te importa, preferiria que mi experiencia no apareciera en tu articulo.
– ?Estas segura? Podrias hacerte famosa.
– No me interesa, gracias. Ya he sido testigo de como un poco de fama puede arruinar a un tipo estupendo.
El solto una carcajada.
– Puesto que esta historia quedara entre tu y yo, ?puedo preguntarte si tus recuerdos eran uno de los motivos por los que has aceptado venir conmigo aqui esta noche? ?O era simplemente porque querias disfrutar de mi extraordinaria compania?
– Bueno, definitivamente no ha sido por la segunda razon -asevero Lexie, aunque a pesar de sus palabras, sabia que si que lo era. Le parecio que el tambien se daba cuenta, pero en la breve pausa que siguio a su comentario, noto que sus palabras habian sido demasiado punzantes-. Lo siento -se disculpo.
– No pasa nada -dijo el, agitando la mano-. Recuerda, tengo cinco hermanos mayores. Los insultos han formado parte de mis relaciones familiares desde que era pequeno, asi que estoy mas que acostumbrado.
Ella irguio la espalda.
– Muy bien, contestando a tu pregunta… Quiza si que queria ver las luces de nuevo. Para mi siempre han sido una fuente de apoyo.
Jeremy rompio una ramita del suelo, jugueteo con ella unos instantes y luego la tiro a un lado.
– Tu abuela demostro ser una mujer muy inteligente. Me refiero a lo que hizo.
– Es una mujer muy inteligente.
– Es cierto -ratifico Jeremy, y justo entonces Lexie se acerco mas a el, como si se esforzara por ver algo a lo lejos.
– Supongo que querras encender las camaras -dijo ella.
– ?Por que?
– Porque se acercan. ?No lo notas?
Jeremy estaba a punto de bromear sobre el hecho de lo avido que era como cazafantasmas cuando se dio cuenta de que no solo podia ver a Lexie, sino tambien las camaras que quedaban mas apartadas. Y tambien diviso la senda hasta el coche. En esos momentos empezaba a haber mas luz.
– ?Eh! -exclamo ella-. ?Vas a dejar escapar tu gran oportunidad?
El parpadeo varias veces seguidas para asegurarse de que sus ojos no le estaban jugando una mala pasada, luego activo el control remoto de las tres camaras. Los pilotos rojos se encendieron a lo lejos. Era todo lo que podia hacer para procesar el hecho de que sucedia algo anomalo.
Miro a su alrededor, como buscando algun coche que pasara cerca de la carretera o alguna casa iluminada, y cuando volvio a mirar hacia las camaras, decidio que definitivamente pasaba algo raro. No solo podia ver las camaras, sino tambien el detector electromagnetico en el centro del triangulo. Cogio las gafas de vision nocturna.
– No las necesitaras -anuncio ella.
De todas formas, Jeremy se las puso, y subitamente el mundo adopto un resplandor verde fosforescente. Mientras se incrementaba la intensidad de la luz, la niebla empezaba a adoptar formas mas sinuosas.
Consulto la hora: pasaban diez segundos de las 23.44, y anoto el dato para no olvidarlo. Se pregunto si la luna habia salido repentinamente; lo dudaba, pero de todos modos pensaba consultar la fase lunar cuando regresara a su habitacion en el Greenleaf.
Pero esos pensamientos no eran mas que secundarios. La niebla, tal y como Lexie habia predicho, continuo haciendose mas luminosa, y Jeremy se quito las gafas por un momento, notando la diferencia entre las imagenes. La luminosidad iba en aumento, pero el cambio todavia parecia mas significativo con las gafas. Se moria de ganas de comparar las imagenes grabadas con las camaras una a una. Pero en esos precisos instantes, todo lo que podia hacer era mirar fijamente hacia delante, esta vez sin las gafas.
Conteniendo la respiracion, contemplo como la niebla delante de ellos se tornaba mas plateada, antes de cambiar a un amarillo palido, luego a un blanco opaco, y finalmente adquirir una luminosidad practicamente cegadora. Por un momento, solo un momento, casi todo el cementerio se hizo visible -como un campo de futbol iluminado antes de que empiece el partido-, y pequenas porciones de la luz de la niebla empezaron a agitarse en un