aun era demasiado temprano para atender una clase magistral sobre efectos especiales.

– Nate, estoy cansado. ?Que te parece si maduras un poco la idea y me llamas mas tarde?

– Vale. Para eso estoy aqui, ?no? Para hacerte la vida mas facil. Oye, ?te parece bien si se lo comento a Alvin?

– No, todavia no. Primero dejame ver las cintas, y luego ya le llamare yo para saber su opinion.

– De acuerdo -acepto, con un tono lleno de entusiasmo-. Me parece perfecto. ?Buena idea! ?Una historia de fantasmas genuina! ?Seguro que les encantara! ?Te he dicho que esos productores parecian realmente interesados en el proyecto? Creeme, les dije que regresarias con un reportaje cojonudo y que probablemente no estarias interesado en eso de las dietas. Pero ahora que tenemos este bombazo entre las manos, podremos negociar con ellos. ?Se volveran locos! Me muero de ganas de decirselo, y escucha, te volvere a llamar dentro de un par de horas, asi que haz el favor de no alejarte del movil, ?me oyes? Las cosas podrian precipitarse aqui, y…

– Adios, Nate. Ya hablaremos mas tarde.

Jeremy volvio a acurrucarse en la cama y se cubrio la cabeza con la almohada, pero al no poder conciliar el sueno de nuevo, se levanto de mal humor y se dirigio al cuarto de bano, procurando no reparar en las criaturas disecadas que parecian observar cada uno de sus movimientos. Sin embargo, se estaba acostumbrando a ellas, y mientras se desnudaba, colgo la toalla en las garras extendidas de un tejon, pensando que podia beneficiarse de la postura conveniente del animal.

Entro en la ducha, abrio el grifo y se quedo debajo del chorro de agua durante veinte minutos, hasta que su piel estuvo completamente arrugada. Solo entonces empezo a sentirse despierto. Dormir apenas un par de horas podia provocar esa sensacion de malestar en cualquiera.

Despues de ponerse los vaqueros, agarro las cintas de video y se monto en el coche. La niebla flotaba sobre la carretera como una capa de hielo seco evaporado en el escenario de un concierto, y el cielo ofrecia los mismos tonos mates del dia anterior, lo cual le hizo suponer que las luces volverian a aparecer esa noche, y eso no solo era una buena noticia para los turistas que se acercaran hasta el pueblo ese fin de semana, sino que tambien significaba que probablemente deberia llamar a Alvin. Aunque las grabaciones hubieran salido bien, Alvin era un genio con la camara; podria capturar imagenes que seguramente provocarian una enorme hinchazon en el dedo de Nate a causa de tantas llamadas telefonicas como haria.

Sin embargo, lo primero que queria hacer era ver que habia grabado, solo para estar seguro de si habia conseguido captar algo. Como era de esperar, en Greenleaf no disponian de un magnetoscopio, pero habia visto uno en la sala de los originales, y mientras conducia por la carretera intransitada camino del pueblo, se pregunto como reaccionaria Lexie cuando lo viera. ?Volveria a marcar distancias, ofreciendole solo un trato frio y profesional? ?Persistirian los sentimientos del dia que habian pasado juntos? ?O simplemente recordaria los momentos finales en el porche, cuando el se excedio con tanta insistencia? No tenia ni la menor idea de lo que iba a suceder, si bien se habia pasado gran parte de la noche pensando en ello.

Habia encontrado el origen de las luces. Como en casi todos los casos, resolver el misterio no era tan dificil si uno sabia donde buscar, y un rapido vistazo a una pagina electronica patrocinada por la NASA elimino la unica posibilidad alternativa. Averiguo que la luna no podia ser la responsable de las luces. Esa noche habia luna nueva, es decir, cuando la luna se oculta tras la sombra de la tierra, y Jeremy albergaba la sospecha de que las luces misteriosas solo aparecian en esa fase en particular. Tenia sentido: sin la luz de la luna, incluso los vestigios de cualquier otra luz serian mucho mas evidentes, especialmente si se reflejaban en las gotitas de agua de la niebla.

Sin embargo, mientras se hallaba de pie, expuesto al aire helado y con la respuesta al alcance, todo lo que podia hacer era pensar en Lexie. Le parecia imposible que solo hiciera dos dias que se conocian. No, no era posible. Einstein habia postulado que el tiempo era relativo, y supuso que esa podria ser la explicacion de lo que le sucedia a el. ?Como era el viejo proverbio acerca de la relatividad? Mas o menos venia a decir que un minuto con una bella mujer duraba un instante, mientras que un minuto con la mano sobre un hornillo caliente podia parecer una eternidad.

De nuevo se arrepintio de su comportamiento en el porche, maldiciendose por milesima vez por no haber sabido captar las indirectas que Lexie le lanzaba mientras el estaba pensando en besarla. Lexie habia expuesto sus sentimientos de una forma evidente, pero el los habia ignorado. En circunstancias normales, ya haria muchas horas que Jeremy se habria olvidado del fiasco por completo; se habria reido de lo sucedido, restandole importancia. Pero por alguna razon desconocida, esta vez no le resultaba tan facil.

A pesar de que habia salido con un monton de chicas y que no se habia convertido exactamente en un ermitano despues de que Maria lo abandonara, no solia hacer eso de pasarse todo el dia charlando con una mujer. Generalmente solo salia a cenar o a tomar unas copas para preparar el terreno antes de que llegara la mejor parte. Sabia que tenia que madurar en lo que se referia a salir con alguien, a lo mejor incluso deberia sentar la cabeza y vivir una vida similar a la de sus hermanos. Sus hermanos ya le habian demostrado que eso era precisamente lo que esperaban de el, y sus esposas tambien. Eran de la opinion ampliamente compartida de que deberia intentar conocer a las mujeres antes de acostarse con ellas, y uno de sus hermanos habia ido tan lejos como para montarle una cita con una vecina divorciada que abogaba por la misma idea. Por supuesto, la vecina rechazo un segundo encuentro, basicamente porque en la primera cita el no demostro ni el mas minimo interes por ella. En los ultimos anos le parecia todavia mas facil intentar no conocer a las mujeres con profundidad, mantenerlas en el reino de los extranos a perpetuidad, donde todavia podian albergar esperanzas de llegar a establecer una relacion mas estable con el.

Y ahi radicaba el problema. No habia esperanza. Por lo menos, no para la clase de vida en la que sus hermanos y sus cunadas creian; ni siquiera, sospechaba, para la que Lexie queria. Su divorcio con Maria se lo habia dejado mas claro que el agua. Lexie era una chica provinciana con suenos provincianos, y no seria suficiente con ser leal y responsable y tener cosas en comun. La mayoria de las mujeres queria algo mas, algo que el no podia darles. Y no porque no quisiera, ni tampoco era porque se sintiera muy a gusto con su vida de soltero, sino simplemente porque era imposible. La ciencia podia dar respuesta a un monton de preguntas, podia resolver una pila de problemas, pero no podia cambiar su realidad particular. Y la realidad era que Maria lo habia dejado porque no habia sido, ni nunca podria serlo, la clase de esposo que ella queria.

Jeremy jamas habia admitido esa dolorosa verdad ante nadie, por supuesto. No se la habia admitido a sus hermanos, ni a sus padres, ni a Lexie. Y normalmente, incluso en los momentos de calma, ni a si mismo.

Aunque la biblioteca estaba abierta cuando llego, no habia rastro de Lexie, y Jeremy sintio una punzada de decepcion cuando abrio la puerta de su despacho y lo encontro vacio. Sin embargo, se dio cuenta de que ella habia pasado por alli antes: la sala de los originales no estaba cerrada con llave, y cuando abrio la luz, vio una nota sobre la mesa, junto con los mapas topograficos que el habia mencionado. Solo necesito un instante para leer la nota:

Tengo que encargarme de unos asuntos personales. Puedes usar el magnetoscopio si lo necesitas.

Lexie

No mencionaba ni el dia anterior ni la noche previa; tampoco mencionaba la posibilidad de quedar otra vez. Ni siquiera contenia ninguna coletilla afable antes de la firma. No era exactamente una nota desconsiderada y fria, pero tampoco desperto en el el nerviosismo del que espera algo mas.

No obstante, probablemente estaba realizando una lectura demasiado profunda de la nota. Quiza Lexie tenia prisa cuando la escribio por la manana, o quiza habia preferido no extenderse demasiado porque pensaba regresar pronto. Mencionaba que se trataba de asuntos personales, y con las mujeres eso podia significar desde una cita con el medico hasta salir a comprar un regalo de cumpleanos para un amigo. No habia forma de saberlo.

Y ademas, el tenia trabajo que hacer, se recordo a si mismo. Nate estaba esperando, y el giro radical en su carrera profesional probablemente dependia del proyecto que tenia entre las manos. Jeremy se esforzo por concentrarse en terminar la historia.

Las grabadoras de audio no habian captado ningun sonido inusual, y ni el detector de microondas ni el electromagnetico habian registrado la mas minima variedad de energia. Las cintas de video, sin embargo, habian grabado todo lo que el habia visto la noche previa, y reviso las imagenes media docena de veces desde cada angulo diferente. Las camaras con la capacidad de filtrado de luz especial mostraban el brillo de la niebla con mas intensidad. Aunque esas cintas podrian ayudarle a rematar su articulo, carecian de la fuerza visual necesaria como

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