bebes con tan solo coger a alguien por la mano.
– Ya, claro, si tu lo dices…
– No; porque es imposible.
– ?Te refieres a que estadisticamente es improbable?
– No, digo imposible.
– Muy bien, senor esceptico, alla tu. Cambiando de tema, ?que tal va tu historia?
Jeremy empezo a juguetear con la etiqueta de la botella de cerveza, como si pretendiera arrancarla.
– Muy bien. Aunque si me queda tiempo, me gustaria terminar de leer los diarios de la biblioteca, para ver si obtengo alguna anecdota que me sirva para ilustrar la historia.
– ?Has descubierto el motivo?
– Si. Ahora lo unico que tengo que hacer es demostrarlo. Espero que el tiempo se ponga de mi lado y colabore.
– Lo hara. Han dicho que habra niebla durante todo el fin de semana. Lo he oido por la radio esta manana.
– Perfecto. Pero la parte negativa es que la solucion no resulta tan amena como la leyenda.
– Entonces, ?ha valido la pena ir hasta Boone Creek?
Jeremy asintio.
– Sin ninguna duda. No me habria perdido este viaje por nada del mundo -declaro con voz susurrante.
Al oir su tono, Lexie comprendio exactamente a que se referia, y se lo quedo mirando en silencio. Apoyo la barbilla en la mano y estiro una pierna sobre el sofa, complacida con ese ambiente intimo, con lo deseable que el hacia que se sintiera.
– ?Y cual es la solucion? -pregunto, inclinandose levemente hacia delante-. ?Puedes darme la respuesta?
La luz de la lampara a su espalda la rodeaba de un halo difuminado, y sus ojos violetas brillaban debajo de sus oscuras pestanas.
– Prefiero mostrartelo -repuso el.
Lexie sonrio.
– Porque esperas que te lleve de vuelta al pueblo, ?no es asi?
– Correcto.
– ?Y cuando quieres regresar?
– Manana, si es posible.
Jeremy sacudio la cabeza, intentando no perder el control de sus sentimientos.
No deseaba echar a perder la velada, pero tampoco queria presionarla demasiado. Lo cierto era que deseaba algo mas que rodearla con sus brazos.
– Tengo que ver a Alvin, un amigo. Es un camara de Nueva York que se ha desplazado hasta el pueblo para realizar una filmacion profesional.
– ?Va a ir a Boone Creek?
– Seguramente en estos precisos instantes ya debe de estar llegando al pueblo.
– ?Ahora? ?Y no deberias estar alli para recibirlo?
– Probablemente -admitio el.
Lexie reflexiono sobre lo que el le acababa de contar y penso en el enorme esfuerzo que el habia hecho para llegar hasta Buxton ese dia.
– De acuerdo -acepto finalmente-. Hay un transbordador que sale a primera hora de la manana. Estaremos en el pueblo a eso de las diez.
– Gracias.
– ?Y piensas filmar manana por la noche tambien?
Jeremy asintio.
– Le he dejado una nota a Alvin indicandole que vaya al cementerio esta noche, pero manana tendremos que filmar otros puntos del pueblo. Ademas, todavia existen algunos cabos sueltos que debo resolver.
– ?Y que pasa con el baile en el granero? Pense que ibamos a bailar juntos si resolvias el misterio.
Jeremy bajo la cabeza.
– Si puedo hacerlo, lo hare. Creeme. No hay nada que me apetezca mas.
Nuevamente, el silencio se adueno de la habitacion.
– ?Cuando te marcharas a Nueva York? -pregunto Lexie finalmente.
– El sabado. La semana que viene tengo una reunion, asi que tendre que irme el sabado.
Lexie noto como se le encogia el corazon ante la noticia. A pesar de que sabia que tenia que suceder, le dolio escuchar la dura realidad.
– De vuelta a la vida bulliciosa, ?eh?
Jeremy sacudio la cabeza.
– Mi vida en Nueva York no es nada glamurosa. Me paso la mayor parte del tiempo trabajando, o bien investigando o bien escribiendo, y te aseguro que son tareas solitarias, incluso diria que a veces pueden resultar demasiado solitarias.
Lexie enarco una ceja.
– No intentes que sienta pena por ti, porque no lo conseguiras.
El la miro fijamente.
– ?Y si te hablo de la bruja de mi vecina?
– Tampoco.
Jeremy solto una carcajada.
– Pienses lo que pienses, no vivo en Nueva York por el bullicio. Vivo alli porque mi familia vive alli, porque me siento comodo alli. Porque para mi es mi hogar, igual que Boone Creek lo es para ti.
– ?Sois una familia muy unida?
– Si. Cada fin de semana nos reunimos en Queens, en casa de mis padres, para comer. Mi padre sufrio un ataque al corazon hace un par de anos, por lo que tiene que ir con cuidado, pero le encantan esas reuniones familiares. Es muy divertido; la casa adopta un aire similar a un zoo: un punado de crios corriendo arriba y abajo, mi madre cocinando en la cocina, mis hermanos y sus esposas charlando en el patio que hay en la parte posterior de la casa. Todos viven relativamente cerca entre si, por lo que se ven con mucha mas frecuencia que yo.
Lexie tomo otro trago mientras intentaba imaginar la escena
– Parece muy agradable.
– Lo es. Pero a veces resulta duro.
Ella lo miro con curiosidad.
– No te entiendo.
El se quedo pensativo, haciendo girar la botella entre sus manos.
– A veces yo tampoco lo entiendo -dijo finalmente. Quiza fue la forma en que lo dijo lo que llevo a Lexie a quedarse callada. En medio del silencio, lo observo detenidamente, esperando que continuara.
– ?Alguna vez has sonado con alguna cosa, algo que anhelas con locura, y cuando crees que estas a punto de lograrlo, de repente pasa algo y se te escapa de las manos?
– Todo el mundo tiene suenos que no llegan a cumplirse -respondio ella con un tono suave.
Jeremy se encogio de hombros.
– Si, supongo que si.
– No estoy segura de comprender lo que intentas decirme -dijo ella para animarlo a proseguir.
– Hay algo que no sabes de mi -anuncio Jeremy, levantando la cabeza y mirandola fijamente-. De hecho, es algo que jamas he contado a nadie.
Con esa confesion, Lexie noto que se le tensaban los hombros.
– Estas casado -dijo, echandose hacia atras.
Jeremy sacudio energicamente la cabeza. -No.
– Tienes novia en Nueva York, una novia formal.
– Tampoco.
Cuando Jeremy no dijo nada mas, a ella le parecio ver una sombra de duda en su rostro.
– No importa -musito Lexie al final-, tampoco es de mi incumbencia.
Jeremy volvio a sacudir la cabeza y sonrio.
– Te has acercado en la primera intentona. Estuve casado. Y me divorcie.