ventana y tomo un trago de su cerveza, contenta de tener algo con que calmar sus nervios.

Los dos habian mantenido una conversacion superficial en la cocina, manteniendo la distancia para no sentirse incomodos. Sabia que deberia continuar comportandose de ese modo cuando saliera de la habitacion, pero mientras dejaba la botella de cerveza a un lado, se dio cuenta de que ya no deseaba continuar manteniendo la distancia.

A pesar de que era consciente de los riesgos, la forma de comportarse de Jeremy la habia seducido -la sorpresa al verlo caminar por la playa hacia ella, su sonrisa facil y su pelo despeinado, la mirada nerviosa y traviesa-; en esos instantes, el se habia comportado al mismo tiempo como el hombre que ella conocia y como el hombre que aun no conocia. Aunque se nego a admitirlo en ese momento, ahora se daba cuenta de que ansiaba conocer la parte de el que todavia permanecia oculta, fuera lo que fuese, sin temor a lo que pudiera descubrir.

Dos dias antes no habria ni sonado que pudiera sucederle algo similar, especialmente con un hombre al que casi no conocia. Ya habia salido escaldada de mas de una relacion amorosa, y ahora se daba cuenta de que habia evitado otras posibles situaciones dolorosas escudandose en la seguridad que le conferia la soledad. Pero vivir una vida libre de riesgos no era precisamente vivir, y si tenia que cambiar, lo mejor era empezar cuanto antes. Despues de ducharse, se sento en el extremo de la cama, abrio la cremallera de la maleta y saco un frasco de locion. Se aplico un poco en las piernas y en los brazos y se masajeo los pechos y la barriga, saboreando la vitalidad que le transmitia en la piel.

No habia traido ropa delicada; en sus prisas por abandonar el pueblo por la manana, habia agarrado lo primero que habia encontrado en el armario. Rebusco por la maleta hasta que encontro sus vaqueros favoritos. Estaban completamente desgastados, rasgados por las rodillas y por la parte de los talones. Pero de tanto lavarlos, el tejido se habia vuelto mas flexible y suave, y era consciente de que esos viejos vaqueros se adaptaban perfectamente a los contornos de su figura, acentuando sus formas. Al pensar que Jeremy se fijaria en ese detalle, se sintio emocionada como una quinceanera.

Se puso una camisa blanca de manga larga, sin introducirla en los pantalones por la cintura sino dejandola suelta, y luego la arremango hasta los codos. Se planto delante del espejo y se abrocho todos los botones menos uno que normalmente solia abotonarse, dejando entrever la parte superior del escote.

Se seco el pelo con un secador y se peino con cuidado; luego le toco la hora al maquillaje: se aplico un leve toque de sombra en las mejillas, se perfilo los ojos con un lapiz delineador y se retoco los labios con una barra de carmin. Deseo tener un poco de perfume a mano, pero no habia nada que pudiera hacer al respecto.

Cuando estuvo lista, se aliso la camisa delante del espejo en un intento de estar impecable, y se sintio satisfecha con su aspecto. Sonriendo, trato de recordar la ultima vez que habia puesto tanto empeno en estar guapa.

Jeremy se hallaba sentado en la butaca, con las piernas cruzadas, cuando Lexie entro en la sala. Levanto la vista y, por un momento, parecio que iba a decir algo, pero se quedo mudo, contemplandola.

Incapaz de apartar la vista de Lexie, de repente comprendio por que habia sido tan importante para el volverla a ver. No le quedaba otra alternativa; sabia que estaba completamente enamorado de esa mujer.

– Estas… guapisima -logro susurrar finalmente con una voz ronca.

– Gracias -respondio ella, sintiendose subitamente presa de una emocion incontenible.

Sus miradas se encontraron; ninguno de los dos desvio la vista, y en ese instante, Lexie comprendio que el mensaje que se reflejaba en los ojos de Jeremy era el suyo.

Capitulo 15

Durante unos segundos ninguno de los dos fue capaz de moverse, hasta que Lexie suspiro y aparto la vista. Todavia temblando, levanto la botella de cerveza timidamente.

– Creo que necesito otra cerveza -dijo con una sonrisa indecisa-. ?Quieres una?

Jeremy se aclaro la garganta.

– No, gracias. Ya he cogido otra.

– Vuelvo en un minuto. De paso, echare un vistazo a la salsa.

Lexie se dirigio a la cocina sintiendo un ligero temblor en las piernas, y se detuvo delante de los fogones. La cuchara de madera habia dejado una marca de salsa de tomate en la encimera tras asirla para remover el contenido del cazo, y cuando termino, volvio a colocarla en el mismo sitio. Despues abrio la nevera, cogio otra cerveza y la deposito sobre la encimera, junto con las olivas. Intento abrir el bote, pero sus manos temblorosas no se lo permitieron.

– ?Quieres que te eche una mano? -pregunto Jeremy.

Lexie levanto la vista, sorprendida. No lo habia oido entrar, y se pregunto si sus sentimientos eran tan evidentes como ella los sentia.

– Si no te importa…

Jeremy agarro el bote de olivas, y Lexie observo como se le tensaban los musculos de los antebrazos mientras forcejeaba con la tapa del bote. Despues, el se fijo en la cerveza que descansaba sobre la encimera, la abrio y se la paso a Lexie.

No se atrevio a mirarla a los ojos, ni tampoco a pronunciar ninguna palabra. En el silencio de la estancia, Lexie contemplo como el se apoyaba en la repisa. La luz estaba encendida, pero sin la tenue luz del anochecer que se colaba por las ventanas, parecia como si la luz de la lampara que colgaba por encima de sus cabezas fuera mas suave que cuando habian empezado a cocinar.

Lexie tomo un trago de su cerveza, saboreando el gusto, saboreando cada detalle de esa noche: su aspecto, como se sentia, y la forma en que el la miraba. Estaba lo suficientemente cerca como para poder tocar a Jeremy, y por un brevisimo instante tuvo la tentacion de hacerlo, pero en lugar de eso, se dio la vuelta y se dirigio a la alacena.

Cogio una botella de aceite de oliva y otra de vinagre balsamico y vertio un poco de ambos contenidos en un cuenco pequeno, luego anadio sal y pimienta.

– Que olor mas delicioso -comento el.

Cuando Lexie termino de preparar el alino, tomo el bote de olivas y las vertio en otro cuenco pequeno.

– Todavia queda una hora para la cena -comento. Hablar parecia mantenerla serena-. Puesto que no esperaba compania, solo puedo ofrecerte olivas como aperitivo. Si fuera verano, sugeriria que salieramos al porche, pero ahora hace demasiado frio. Ademas, supongo que deberias saber que las sillas de la cocina no son muy comodas, que digamos.

– Entonces, ?que hacemos?

– ?Te parece bien si volvemos a sentarnos en la sala de estar?

Jeremy paso delante, se detuvo ante la butaca y cogio la libreta de Doris; vio que Lexie depositaba las olivas en la mesita auxiliar y luego intentaba acomodarse en el sofa. Cuando se sento a su lado, pudo oler el dulce aroma floral del champu que ella habia utilizado. Desde la radio les llegaban las notas apagadas de una cancion.

– ?Has estado ojeando la libreta de Doris?

Jeremy asintio.

– Si, me la ha dejado esta manana.

– ?Y?

– Solo he podido echar un vistazo a las primeras paginas. Pero he de admitir que contiene muchos mas detalles de los que esperaba encontrar.

– ?Ahora crees que predijo el sexo de todos esos bebes?

– No -contesto el-. Como ya te dije ayer, seguramente Doris solo anoto los casos en los que acerto.

Lexie sonrio.

– ?Y no te has fijado en como estan escritas esas fichas? Unas veces con lapiz, otras con boligrafo. A veces incluso se puede intuir que tenia prisa; en cambio, en otras se explaya.

– No digo que la libreta no parezca convincente. Lo unico que digo es que no puede predecir el sexo de los

Вы читаете Fantasmas Del Pasado
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату