– Fue como si hubiera durado mil anos, como si hubiera podido derretir los casquetes polares…

– Vaya, vaya… ?Y como reacciono el?

Creo que se excito bastante, pero el problema es que ahora quiero hacer mucho mas que besarlo.

– ?Y que tiene eso de malo?

Que estamos trabajando juntos, compitiendo por el mismo proyecto. Si consigo esa campana, sere su jefa. ?Y como me sentire entonces si me acuesto con el? Ademas, no es mi tipo. Es de los hombres a los que les gusta controlarlo todo. Ya sabes lo que pienso al respecto.

– Si, lo se. Pero tu no eres como tu madre. Ademas, estamos hablando de acostarte con el, no de casarte con el.

– Es cierto, pero de todas formas es demasiado complicado.

– Sea como sea, lo deseas y no puedes cambiar ese hecho. Tal vez deberias ceder a la tentacion y disfrutar de una aventura durante el fin de semana -observo Kate-. Solo teneis que establecer algunas normas para que la situacion no se descontrole.

– ?Quieres que me acueste con el y que despues lo olvidemos todo?

– Exactamente. Necesitas un hombre, Jillian. Y si Matt te gusta y tu le gustas a el… adelante.

– No me estas ayudando demasiado. Precisamente te he llamado para que me convencieras de lo contrario.

– Oh, lo siento, tienes razon. Acabas de decir que no quieres acostarte con el porque es un companero de trabajo y te complicaria la vida.

– En efecto.

– Pero no niegas que necesitas un hombre.

– No, no lo niego. Sin embargo, habia pensado en comenzar a buscar uno en cuanto llegue a Manhattan.

– Buena chica. Entre Ben y yo te encontraremos a alguien…

– Es una lastima que Ben no tenga hermanos.

– Tiene un hermano, pero es cura.

– Entonces, es una lastima que su hermano sea cura. Sin embargo, tengo cierto problema con la confianza…

– ?Que quieres decir?

Que hace tiempo que no me acuesto con nadie y ya ni me acuerdo de como es.

Kate sonrio.

– No te preocupes, es tan facil como montar en bicicleta. No se olvida nunca.

– Eso lo dices porque haces el amor con frecuencia.

– Tu te encontraras en esa misma situacion dentro de muy poco.

– Solo espero que tengas razon…

Jillian quiso anadir algo mas, pero en ese momento se volvio y vio que Matt estaba apoyado en una pared, observandola. Estaba muy atractivo con sus pantalones grises y su jersey de color crema.

– Bueno, ahora tengo que dejarte -dijo a su amiga.

– ?Es que ha llegado el?

– Si, si…

– En ese caso, llamame manana y cuentame lo que haya pasado. Suerte…

– Hasta luego…

Jilly corto la comunicacion y dijo a Matt:

– No te he oido entrar.

– Siento haberte asustado.

– ?Cuanto tiempo llevas aqui?

– No mucho.

Ella entrecerro los ojos.

– ?Has oido mi conversacion? -No, no he oido nada.

– ?Y que haces aqui? ?No tenias que estar con Jack en el bar?

– Si, pero olvide mi telefono movil y espero una llamada importante.

Matt camino hacia la mesita y recupero su movil.

– Jack ha propuesto que esta noche cenemos los tres juntos -comento el.

– ?Cuando ha dicho eso?

– Hace cinco minutos. Me dijo que te lo comentara si estabas en la habitacion.

– Entonces, ?sabe que la compartimos?

– Bueno, no hace falta ser un genio para saber que no hay dos habitaciones 312. Le explique lo del error del hotel y le parecio muy divertido.

– Si, divertidisimo -se burlo-. ?Y a que hora hemos quedado?

– A las seis y media en el restaurante. -Entonces, alli estare.

– Ah, una cosa mas, ya que estas aqui. Creo que es justo que tu tambien veas mi presentacion -dijo el.

Ella lo miro con sorpresa y el sonrio. -Seguro que pensabas que lo habia olvidado, pero soy un hombre de palabra.

Matt se acerco al ordenador, lo abrio y lo conecto para que pudiera verlo. Jilly se acerco y estuvo mirando su presentacion por encima del hombro de el. Era impresionante, sin duda.

– Es muy buena -dijo ella.

– Gracias. Por lo menos, ahora estamos empatados.

– No exactamente. Aun me debes una por la pelea de nieve.

– Esperaba que te hubieras olvidado…

– De eso, nada. De hecho, es posible que te pida una revancha.

– Espero que no. No soy muy bueno.

Ella sonrio.

– Lo se. Por eso queria jugar contigo.

Matt rio.

– Bueno, en tal caso espero que me digas que quieres a cambio de mi derrota -dijo, mientras se alejaba hacia la puerta-. Nos veremos a las seis y media en el restaurante.

Jillian suspiro y se sintio terriblemente mortificada al pensar que cabia la posibilidad de que hubiera oido su conversacion con Kate. Pero por suerte para ella, no habia oido nada.

O eso habia dicho.

Capitulo 6

Matt estaba sentado a una de las mesas del restaurante Cabernet Bistro cuando Jilly entro en el local y se dirigio al maitre. El hombre, vestido con esmoquin, asintio y la llevo hacia el lugar donde se encontraba su companero de trabajo.

La observo con atencion, sin poder apartar la vista de ella. Llevaba un vestido negro, de manga larga, que se ajustaba a su figura; las medias a juego y los zapatos de tacon alto hacian que sus piernas resultaran interminables, y no llevaba mas joyas que dos pendientes de diamantes. Por lo demas se habia recogido el pelo y estaba mas bella y elegante que nunca.

Se pregunto como conseguia estar tan elegante y tan sexy al mismo tiempo; pero fuera cual fuera su secreto, solo sabia que lo estaba volviendo loco.

Unos segundos despues, el maitre le aparto la silla y ella se sento con delicadeza.

– Hola -dijo ella, con una sonrisa.

El se estremecio.

– Hola.

– ?Donde esta Jack?

– Ha cancelado la cena.

– ?Por que? Espero que no haya pasado nada malo…

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