– La queja mas comun de los usuarios de sistemas operativos es que son inestables. Asi que creo que seria oportuno que subrayaramos la idea de que Lazer, vuestro sistema operativo, es perfectamente fiable. En mi opinion, la campana se deberia basar en ese detalle y en los mecanismos que habeis creado para evitar las infecciones de virus y la perdida de datos.

Jillian abrio su ordenador portatil y lo conecto para ensenarle sus ideas.

– He preparado una pequena presentacion para darte una idea del concepto que tengo para Lazer.

Jill giro el ordenador para que el pudiera ver la pantalla.

– Organizaremos una campana a nivel nacional, con anuncios en la radio en todas las grandes ciudades, publicidad a toda pagina en periodicos y revistas y spots de television de treinta segundos de duracion -dijo mientras le ensenaba el logotipo que habia preparado-. Lazer. Precision en informatica, exactitud en los resultados. No podra encontrar mejor por alguna razon, Jill empezo a pensar en ese momento en Matt Davidson. Su cabeza se lleno de imagenes eroticas y perdio totalmente la concentracion. De hecho, le costo recuperarse.

_Tambien he estado trabajando en los costes y en los analisis de beneficios, con comparativas a seis, doce y dieciocho meses.

Jack saco unas gafas de leer y se las puso. Despues, comenzo a bombardearla con todo tipo de preguntas sobre la campana que habia proyectado. Jill contesto a sus preguntas y despues dejo que el cliente se concentrara en las tablas de resultados que habia preparado. Eran las ocho y media y aun tenia veinte minutos por delante para sacar ventaja a Matt.

Se recosto en su asiento y se relajo un poco. Aprovecho la ocasion para echar un vistazo al salon del hotel, que estaba decorado con tanta elegancia como el resto de las estancias del lugar. Las paredes estaban cubiertas de cuadros, los suelos eran de marmol y a traves de las ventanas se veia un paisaje nevado. Incluso habia una gran chimenea en uno de los extremos y un arbol de Navidad en una esquina.

Pero en aquella imagen habia algo en lo que no habia reparado antes. Entre los clientes que disfrutaban de sus desayunos estaba Matt Davidson, observandola.

Al verlo, lo saludo con una leve inclinacion de cabeza. Sin embargo, su presencia la irrito.

Si llevaba mucho tiempo alli, habria podido ver la presentacion que habia preparado e incluso oir la pequena charla. Pero en cierto sentido, se alegro. Habia querido jugar limpio con el y Matt le habia demostrado que no era posible. Ahora sabia a que atenerse.

– Es un trabajo impresionante, Jilly. Me gustan tus ideas y creo que tu proyecto es original y muy interesante. Justo el tipo de concepto que estamos buscando -declaro Jack.

Ella sonrio.

– Me alegra saberlo. Pero si quieres que cambiemos algo, huelga decir que estare encantada.

– Magnifico -dijo el, consultando la hora en su reloj-. En fin, supongo que ya sabes que he quedado con Matt Davidson a las nueve…

– Si, claro.

Jack rio.

– Ese jefe tuyo… Adam Terrell puede resultar realmente maquiavelico en ocasiones. Mira que enviaros aqui a los dos…

– Bueno, ya conoces a Adam -dijo ella, sin dejar de sonreir.

– En ese caso, demos por terminada la reunion. Quiero subir a mi habitacion un momento, antes de hablar con Matt, para hacer unas llamadas telefonicas.

– Por supuesto. Por cierto, se me ha ocurrido que tal vez te apetezca dar un paseo por los vinedos esta tarde. ?Te parece bien a las tres?

– Me parece perfecto.

– En ese caso, nos veremos en el vestibulo.

Jack asintio, se levanto y salio del salon sin darse cuenta de la presencia de Matt. En cuanto desaparecio de la vista, Matt se acerco y se sento en la silla que habia dejado vacia.

– Una presentacion magnifica -dijo.

– Espero que te haya gustado, porque es evidente que me has estado espiando -protesto.

– No estaba espiando. Solo me estaba tomando un cafe. Yo no tengo la culpa de que las mesas no esten separadas con biombos o algo asi.

– Pero podrias haberte tomado el cafe en la barra o haber pedido que te subieran el desayuno a la habitacion. No debi confiar en ti.

– Dejalo ya, Jilly.

– ?Que quieres decir con eso?

Que se muy bien lo que intentas. Se por que te has puesto ese traje, por que te has dejado suelto el pelo y por que te has pintado los labios de rojo.

Jilly lo miro con furia.

– Te dije que jugaria limpio contigo y lo estoy haciendo. Soy una profesional y te aseguro que nunca, en toda mi vida, he utilizado mi atractivo fisico para conseguir un cliente -dijo mientras se levantaba de la silla, ofendida-. Y si crees que mi aspecto es atractivo, me temo que el problema es tuyo, no mio.

Entonces, Jillian recogio su ordenador y se marcho del salon sin decir nada mas.

Matt la miro mientras se alejaba y penso que habia cometido un grave error con ella. Su indignacion parecia absolutamente sincera; y por otra parte, debia admitir que no habia nada excesivo en su apariencia. Tal vez habia exagerado al asumir que pretendia seducir a Witherspoon.

Lo unico seguro, en aquel asunto, era que la deseaba. Y ese si que era un gran problema. Un problema que no sabia como afrontar.

Capitulo 4

Jilly entro muy enfadada en la habitacion 312. Estaba enojada con Matt Davidson, pero sobre todo consigo misma. Cerro la puerta a su espalda, dejo el maletin con el ordenador a un lado y se sento en la cama.

No sabia que diablos le estaba pasando. Nunca, hasta aquella manana, habia perdido la concentracion durante una presentacion con un cliente. Matt habia dejado una huella muy profunda en ella, y la insinuacion de que pretendia seducir a Witherspoon no le habia hecho ninguna gracia. Pero lo que mas le molestaba era otra cosa: el hecho indudable de que Matt la encontraba atractiva y el hecho, aun mas evidente, de que a ella le encantaba.

– Maldita sea -dijo, pasandose una mano por el pelo.

Cerro los ojos y suspiro, frustrada. Matt habia acertado al comentar que ella nunca se vestia de ese modo y que nunca se dejaba el pelo suelto. Pero habia fallado, miserablemente, al interpretar sus razones. En realidad lo habia hecho inconscientemente para gustarle a el.

Pero por insultantes que fueran sus comentarios, no lo culpaba. A fin de cuentas, apenas la conocia y no tenia forma alguna de saber que jamas habria utilizado malas artes en su trabajo. El solo sabia que era una mujer ambiciosa y extremadamente competitiva en su trabajo que deseaba, a toda costa, el contrato de ARC. Lo demas era una conclusion logica: muchos hombres y mujeres del mundo de la publicidad aprovechaban cualquier cosa, incluido su atractivo personal, para salir adelante. De haber estado en el lugar de Matt, probablemente habria sospechado lo mismo.

Se levanto y camino hasta la ventana. El servicio de habitaciones ya habia estado en el lugar y habian dejado abiertas las cortinas. Frente a ella pudo ver una enorme extension de vinedos cubiertos de nieve, con las vides en fila como un interminable batallon de soldados. Era invierno y todavia no tenian hojas, asi que el paisaje resultaba algo triste.

Todavia estaba nevando, pero no tenia intencion alguna de quedarse en la habitacion hasta su cita de las tres con Jack, asi que abrio el armario, se quito el jersey grueso intentando no prestar atencion a la ropa de Matt.

Estaba atandose los cordones de las botas de nieve cuando oyo que la puerta se abria. Era Matt.

Al verla, el se detuvo y los dos se miraron durante unos momentos. Todo el enfado de Jillian desaparecio de repente. Tal vez fuera un hombre irritante, pero tambien era inmensamente atractivo.

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