Matt bostezo y ella contemplo su magnifica anatomia. Despues, el entro en el cuarto de bano y cerro la puerta. Unos segundos despues, oyo que abria un grifo.

– ?Que estas haciendo? -pregunto ella.

– Cepillandome lo dientes -respondio el.

Matt volvio a salir un par de minutos despues. Cuando paso al lado de Jilly, le dejo un intenso aroma a hombre y a menta.

– Buenas noches, Jilly. Que tengas dulces suenos.

Jillian penso que aquello era demasiado. No podria dormir, ni mucho menos tener dulces suenos, si se acostaba con aquel hombre.

Sin embargo, lo intento. Clavo la mirada en el techo e intento concentrarse en su trabajo y en las ideas que tenia para la nueva campana. Pero enseguida noto el sonido de su respiracion y recordo el contacto de sus manos y los nueve meses, tres semanas y dieciocho dias que llevaba sin hacer el amor con nadie.

Llego a considerar la posibilidad de dormir en una de las sillas. Pero Jilly sabia que despertaria en muy mal estado y no quiso hacerlo. Ademas, se dijo que si el era capaz de dormir tranquilamente, ella tambien lo era.

Apago la luz de su lado de la cama y se situo de lado, tan lejos de el como le fue posible. Y en cuanto estuvo comoda, suspiro de puro alivio.

Intento convencerse de que aquello no estaba tan mal, de que podia dormir sin inquietud alguna a pesar de que un hombre realmente atractivo se encontrara a su lado.

Sin embargo, no consiguio enganarse. Su corazon latia con mas rapidez de lo normal y sus pezones se habian endurecido.

Maldijo su suerte y por una vez deseo ser como Matt. Ser capaz de dormir, a pesar de todo, y descansar.

Cerro los ojos, desesperada, y rogo para conciliar el sueno. Lamentablemente, sabia que no iba a resultar tan facil.

Matt estaba completamente despierto en la oscuridad. Hacia verdaderos esfuerzos por respirar despacio y llevar aire a sus pulmones, pero se sentia como si acabara de subir corriendo una montana. Una hora antes estaba agotado y habria sido capaz de quedarse dormido de pie. Ahora, su cuerpo era como una central nuclear llena de energia y a punto de estallar.

Se pregunto adonde habria ido todo su cansancio, pero la pregunta sobraba. Lo sabia de sobra: habia desaparecido en cuanto vio a la mujer que dormia al otro extremo de la cama, a Jilly Taylor. Y cuando penso que habia creido estar tan cansado como para no ser capaz de hacer el amor, estuvo a punto de soltar una carcajada.

No podia dormir. No conseguia hacerlo estando tan cerca de un cuerpo calido, fragante, sedoso, femenino. De un cuerpo que ya habia acariciado y que habia sentido contra el. Deseaba tocarla de nuevo, pero esta vez, completamente despierto y consciente.

En su desesperacion, busco alguna excusa que explicara la excitacion que sentia. Incluso llego a pensar en las barritas de chocolate que se habia tomado por la manana y se dijo que el exceso de azucar podia ser el culpable de su situacion.

Pero no logro enganarse. La verdad estaba mucho mas cerca y se llamaba Jillian.

En ese momento, oyo que ella suspiraba y se puso en tension. Aquella situacion era terrible. Y sospechaba que la noche iba a ser muy larga para el.

Capitulo 3

El sonido del telefono lo desperto. Abrio un ojo, vio que todavia estaba oscuro y se pregunto a quien se le habria ocurrido llamar en mitad de la noche.

Estiro un brazo y levanto el auricular. Antes de que pudiera decir nada, una voz metalica y automatica declaro:

– Buenos dias. Este es el servicio de despertador que usted ha solicitado. Son las seis y media de la manana. Que tenga un buen dia.

Entonces lo recordo todo. Estaba en el Chateau Fontaine y tenia que ver a Jack Witherspoon.

Pero eso no era todo. Tambien estaba durmiendo con Jilly Taylor.

Se sento en la cama, sobresaltado, y echo un vistazo. Pero Jilly no estaba alli. Aliviado, se paso las manos por la cabeza y justo en ese momento oyo el ruido de la ducha.

De inmediato, y sin poder evitarlo, la imagino desnuda. Aquello era mas de lo que podia soportar, asi que intento mantener la calma y se dijo que la falta de comida y de sueno lo estaban volviendo loco. Resultaba evidente que en algun momento de la noche se habia quedado dormido, pero se sentia como si no hubiera pegado ojo. Necesitaba un par de cafes.

Se levanto y camino hacia la ventana. En el exterior todavia estaba oscuro y apenas se podia ver otra cosa que las luces del propio hotel. Ademas, seguia nevando.

Segundos despues, oyo que Jillian salia de la ducha y el corrio a vestirse, pero solo le dio tiempo de ponerse unos pantalones azules. La puerta del cuarto de bano se abrio entonces y Jilly Taylor se materializo ante el, como una diosa, envuelta por el vaho.

Por suerte para el, se habia cubierto con una toalla. Pero estaba tan bella, que Matt se quedo sin palabras. Ni siquiera podia pensar con claridad.

– No sabia que te hubieras despertado – comento ella.

– Pedi que me despertaran a las seis y media. He quedado con Jack a las nueve, para desayunar. ?Y tu? ?A que hora vas a verlo?

Ella dudo antes de responder.

– A las siete y media, y tambien para desayunar.

Matt apreto los punos. El hecho de que se reuniera antes con ella no era nada bueno.

Pero la verdadera cuestion era otra: hasta donde pensaba llegar para conseguir el contrato de la ARC. Sabia que era una mujer ambiciosa, pero no sabia si carecia de etica. Sabia que era perfectamente capaz de competir con cualquiera, pero no sabia si ademas jugaba sucio.

Incluso cabia la posibilidad de que fuera como Tricia y estuviera dispuesta a utilizar sus encantos femeninos para salirse con la suya. Y el no podia competir con eso.

– Mira, Matt, he estado pensando en todo este asunto. A mi tampoco me agrada en absoluto. Adam nos ha colocado a los dos en una situacion muy desagradable y el asunto ha empeorado por culpa de la habitacion. He llamado hace un rato a recepcion, pero no se puede hacer nada.

– Pues no pienso marcharme, te lo advierto.

– Yo tampoco -dijo ella mientras se echaba el pelo hacia atras-. De modo que sera mejor que establezcamos una serie de reglas para que lo llevemos lo mejor posible.

?Que tipo de reglas?

– Bueno, en primer lugar… Creo que deberiamos estar vestidos todo el tiempo.

El asintio lentamente.

– De acuerdo, estaremos vestidos todo el tiempo. Pero tengo que advertirte que ducharse en esas condiciones va a resultar dificil – bromeo.

– Esta bien. Iremos vestidos excepto en la ducha -dijo ella.

Matt asintio.

– ?Que mas?

– Quiero esa campana y pienso hacer lo posible por conseguirla. Supongo que tu tambien la quieres, pero siempre juego limpio y espero lo mismo de ti.

Matt la observo durante unos segundos, intentando averiguar si era sincera. Ciertamente, lo parecia.

– ?Sugieres que nos comportemos con elegancia?

– Exactamente. Y que no intentemos sabotearnos.

Matt arqueo una ceja.

– Por lo visto, no tienes muy buena opinion de mi.

Вы читаете Placer Y Trabajo
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×