Matt extendio una mano para ayudarla y ella la acepto. Al sentir su calido contacto, sintio tal estremecimiento, que se aparto enseguida. Fue como si acabara de sufrir una descarga electrica.

Se sentia incomoda y expuesta en ropa interior y habria dado cualquier cosa por una bata. Pero no tenia ninguna a mano y el no parecia molesto por la situacion, asi que decidio que no le daria el gusto de demostrar inseguridad. Ademas, intento tranquilizarse pensando que, al fin y al cabo, en la playa estaba igual de desnuda.

– Si estas diciendo la verdad, creo que es evidente lo que ha pasado -dijo Matt.

– Estoy diciendo la verdad. No soy ninguna mentirosa. En cambio, no estoy tan segura de ti.

– Pues creeme. Soy muchas cosas, lo admito. Pero la mentira no se encuentra entre mis defectos.

– Supongo que podria verificar tu historia con una simple llamada telefonica.

– Podrias sin duda, pero casi son las tres de la madrugada. ?Quieres despertar a Adam a estas horas o prefieres aceptar mi palabra hasta manana?

Jilly se preciaba de conocer bien a la gente y casi estaba segura de que Matt decia la verdad.

– Esta bien, te concedere el beneficio de la duda hasta manana. Pero la idea de que Adam nos haya enviado a los dos al mismo tiempo…

– Te recuerdo que no seria la primera vez. El verano pasado hizo lo mismo con la campana de Lone Star Steak. Nos enfrento a los dos y nos convencio de que uno conseguiria ese contrato.

– Es cierto. Al parecer, pretende repetir la historia. Muy listo, nuestro jefe…

– Si, no hay duda de ello. Y hasta lo encontraria divertido si no fuera porque soy una de las victimas y porque no pienso permitir que pase otra vez lo mismo.

– ?A que te refieres?

– A que tu te quedaste con aquel proyecto. Pero esta vez sere yo quien triunfe -respondio.

Jillian hizo un gesto de desprecio.

– Bah. Cree lo que quieras creer, pero te va a costar conseguir la campana de ARC si tienes que pasarte todo el fin de semana explicando a la policia por que has entrado en mi dormitorio sin permiso.

Matt la miro con cara de pocos amigos.

– Soy un ejecutivo, no un vulgar ladron. Ademas, la llave me la han dado en recepcion. De hecho, sera mejor que llame por telefono ahora mismo para averiguar que esta pasando aqui.

Matt se sento en la cama, descolgo el telefono de la mesita de noche y llamo a recepcion.

– Hola, Maggie, soy Matt Davidson y…

Matt le explico lo que sucedia, pero Jillian no presto atencion a la conversacion. Estaba demasiado preocupada por lo que habia sentido al verlo alli, ante ella. Su cuerpo la habia traicionado, e intento justificar su excitacion con la excusa de que habian pasado muchos meses desde la ultima vez que habia hecho el amor con alguien.

Cuando colgo el aparato, Matt se volvio hacia ella y pregunto:

– ?Lo has oido?

– Esto… No exactamente. La verdad es que estaba intentando encontrar mi telefono movil. ?Por que no me lo resumes?

– ?Quieres primero las buenas o las malas noticias?

– Las buenas.

– Pues me temo que no las hay. La primera mala noticia es que Maxximum Advertising solo ha reservado dos habitaciones.

– Claro. Una para ti y otra para mi. ?Cual es el problema?

– No, ahi te equivocas. Una para Jack Witherspoon y la otra para mi.

– ?Para ti? -pregunto, verdaderamente enfadada-. Por si no te has dado cuenta, yo ya estaba aqui cuando has llegado. Mi ropa esta en el armario, mi cepillo de dientes y mi maquillaje estan en el cuarto de bano y yo estaba en la cama, asi que esta es mi habitacion se mire por donde se mire. Te sugiero que te vistas y te marches ahora mismo.

Matt sonrio, aunque sus ojos la miraron con seriedad.

– Me encantaria hacerlo, creeme. La segunda mala noticia es que el resto de las habitaciones estan ocupadas. No hay ninguna libre.

– No pretenderas que me crea eso…

El se encogio de hombros.

– Llama a recepcion si no lo crees, aunque si lo piensas un poco no sera necesario. Este lugar es bastante pequeno. Dudo que tenga mas de una docena de habitaciones.

A pesar de su respuesta, Jilly descolgo el telefono y llamo a recepcion. Una joven muy agradable, llamada Maggie, le confirmo que no habia ninguna habitacion disponible y que no se quedaria ninguna libre hasta el miercoles de la semana siguiente.

– Maxximum Advertising reservo una suite para tres dias a traves de la agencia de viajes Surety.

– Comprendo -dijo ella, suponiendo que se referia a la suite de Jack Witherspoon-. ?Y que mas?

– Tambien reservo una habitacion sencilla por el mismo periodo. La reserva se hizo a las diez menos diez de la manana.

– ?Solo una habitacion?

– Si.

Jilly se sintio desfallecer. Le dio las gracias a la recepcionista y colgo.

– ?Cuando hablaste con Adam sobre la campana de Witherspoon? -pregunto ella.

– Ayer por la manana.

– ?A que hora?

– Nos reunimos a las nueve y media.

Aquello lo aclaraba todo, pero no eran buenas noticias para ella. Eso significaba que a las diez menos diez de la manana ella seguia reunida con su jefe, de modo que la reserva se habia hecho, necesariamente, a nombre de Matt.

El parecio adivinar sus pensamientos.

– Tu te reuniste con Adam despues que yo. Y algo me dice que para entonces ya habian reservado esta habitacion.

A Jillian le habria gustado negarlo, pero no podia. Era un hecho.

– Es evidente que cometieron un error en la agencia de viajes.

– Desde luego.

– Pero eso no es culpa mia, Matt.

– Ni mia, Jilly.

– Pues yo no pienso marcharme.

– Ni yo.

Se miraron durante un buen rato en silencio, como dos perros que lucharan por el mismo hueso. En aquel momento, el hueso era la habitacion; pero a la manana siguiente, seria la campana de Jack Witherspoon y la ARC Software. Una campana a la que ninguno queria renunciar.

Jillian miro por la ventana y vio que estaba nevando; echarlo de la habitacion en semejantes circunstancias habria sido inhumano, pero no podia compartir la habitacion con el. Solo habia una cama y no era muy grande. Ademas, no queria compartirla con el porque no estaba segura de ser capaz de controlarse.

– Estoy segura de que habra un sofa o una cama libre en algun lugar del hotel -dijo ella.

El arqueo una ceja.

– Ya he preguntado, pero segun Maggie no hay ninguna cama libre. Y en cuanto al sofa, hay algunos en el vestibulo. Pero no pienso dormir alli cuando aqui estare perfectamente bien.

– La cama ya esta ocupada.

– Es suficientemente grande para los dos.

Ella abrio la boca para protestar, pero no pudo porque Matt siguio hablando.

– No te preocupes, no pienso excederme contigo. Ademas, ni siquiera ronco y no te molestare. ?Y tu, roncas?

– No, pero…

– Excelente. En ese caso, no se hable mas. Estoy agotado y necesito dormir unas horas. Manana, cuando nos levantemos, ya arreglaremos el problema de la habitacion.

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