El sonrio lenta y sensualmente. Una sonrisa que la cautivo. Si hubiera mostrado el mas minimo interes, ella se habria arrancado la ropa y lo habrian hecho alli mismo, en la mesa de la cocina. Aunque, segun Cassie, no era gran cosa en la cama. A ella, sin embargo, le daba la sensacion de que Cassie mentia. Todo el, su forma de moverse, de coquetear y de hablar, dejaba muy claro que le encantaban las mujeres. Todas las mujeres. Todas las mujeres, menos ella.

La realidad le cayo como un jarro de agua fria. Fin de la fantasia. Ella no era su tipo. El nunca la veria atractiva. Si llegara a saber cuanto la habia trastornado, sentiria lastima por ella. La idea le avergonzo y empezo a hablar antes de poder evitarlo.

– Las cosas claras. No me interesas -aseguro ella sin inmutarse-. Ni tu ni ninguno como tu. No podrias gustarme ni te respetaria.

Las palabras se quedaron flotando en el aire y ella quiso recuperarlas como fuera. ?En que estaba pensando? Era Reid Buchanan y podia despedazarla con un par de palabras bien elegidas. Se preparo para el ataque cuando el se levanto y la miro desde las alturas.

– Creia que eras distinta -dijo con tranquilidad-. No creia que fueras a hacer lena del arbol caido. Pero me he equivocado.

El desaparecio y ella se quedo sola. Volvio a sentir verguenza, pero no por desear a un hombre que nunca conseguiria sino por hacer dano a alguien que no se lo merecia. Habia intentado consolarse pensando que solo era una fachada bonita y no una persona, pero se habia equivocado. Reid era de verdad. Habia sido despectiva y desconsiderada, como habia esperado que se comportara el. Como otros se habian comportado con ella. Se habia convertido en alguien que no le gustaba y no sabia como arreglarlo.

Capitulo4

El telefono sono y Lori se quedo mirandolo.

– ?Vas a contestar? -pregunto.

Gloria siguio mirando la revista de DVDs.

– No quiero hablar con nadie.

– Entontes hablare yo -Lori descolgo-. Diga…

– Soy Cal Buchanan, tu eres, ah…

– Lori Johnston. Hablamos cuando llamaste antes. Hola, ?que tal?

– Bien. Llamo para saber que tal esta mi abuela. He pensado que luego podria ir a visitarla.

– Me parece muy bien -Lori tapo el auricular con la mano-. Es Cal. Quiere venir a visitarte.

– No -Gloria no levanto la mirada de la revista-. Dile que me deje en paz.

– Esta encantada y deseando verte.

– ?Puedo oirselo a ella? -Cal se rio.

– No. No dice siempre lo que piensa. Hay que leer entre lineas.

– Cuelga inmediatamente -le ordeno Gloria tajantemente-. No volveras contestar el telefono ni a hablar en mi nombre.

Lori se alejo un poco para ponerse fuera del alcance de su paciente.

– Tu abuela esta mejorando, avanza dia a dia. Hasta el fisioterapeuta esta impresionado y es un hueso duro de roer. Ha engordado un poco. No tanto como yo quisiera, pero soy muy exigente.

– Estas molestandome -Gloria fruncio el ceno-. Cuelga o dile a Cal que puede visitarme, pero el solo, sin esa ramera con la que se caso ni ese espantoso bebe.

Lori hizo una mueca de horror. No habia tapado el telefono y, a juzgar por los juramentos de Cal, habia oido cada una de las palabras.

– ?Por que me molestare…? -dijo el antes de colgar.

Lori tambien colgo.

– ?Que mosca te ha picado? -pregunto Lori-. ?Por que has dicho eso? Es tu nieto. Era la segunda vez que llamaba para venir a visitarte. Eso me demuestra un interes impresionante. Si solo queria ser cortes, habria bastado con una llamada.

Gloria, en vez de contestar, volvio a hojear el catalogo. Lori se lo quito y lo tiro al suelo.

– Estoy hablandote.

– Esta conversacion no me interesa. Tienes que tener cuidado. Estas a punto de pasarte de la raya.

– Mira como tiemblo de miedo. ?Que mosca te ha picado? -volvio a preguntarle-. ?Por que te comportas asi? No tiene sentido. Se que te sientes sola; se que sientes dolor y sabes que la muerte esta cerca. Es normal despues de lo que has pasado. Puedes superarlo con ayuda de la gente, pero tu la rehuyes. Hablamos de tu familia y tu te empenas en ahuyentarla. ?Por que?

– No voy a hablar de esto contigo.

– Mala suerte, porque no voy a marcharme hasta que lo entienda.

Gloria se cruzo de brazos y miro fijamente por la ventana. Lori la miro a ella.

– Crei que tenias los nietos mas egoistas del mundo -dijo Lori lentamente-. Perdiste a tu unico hijo, los prohijaste, los criaste y sacaste la empresa adelante. Crei que ellos eran unos desagradecidos que te habian dejado de lado. Sin embargo, no es asi, ?verdad? Los rehuyes. ?Que intentas demostrar?

– No te metas en esto -le advirtio Gloria, roja de ira-. No es de tu incumbencia. Dejalo ahora mismo.

– ?Quien va a obligarme? ?Tu? Crees que eres muy dura, pero no te tengo miedo.

– Muy madura -replico Gloria con una levisima sonrisa.

Lori tuvo que contener su sonrisa. ?Habia sido una grieta en la armadura? ?Una senal de humanidad? Era imposible.

– Me da igual la madurez -contesto Lori-. Hago lo que da resultado. ?Que pasa con Cal? ?Por que no quieres verlo?

Gloria volvio a mirar hacia la ventana, pero esa vez lo hizo con cierta pena.

– Nunca me ha respetado.

– Lo dudo.

– No puedes saberlo. Ademas, se caso con esa mujer… cuando estaba embarazada de otro hombre. El hijo que esta criando no es suyo.

– ?Lo engano?

– No. Estaba embarazada cuando empezaron a salir.

– Entonces, en realidad, ella no hizo nada incorrecto.

– Esa no es la cuestion.

– Es la cuestion que importa. ?Es feliz Cal?

– Cualquier necio puede ser feliz.

– Lo tomare como un si -Lori se apoyo en el costado de la cama-. Deberias tener cuidado con rehuir a la gente demasiadas veces. Al final, dejan de intentar acercarse.

– Debes de saberlo por experiencia -Gloria se volvio para mirarla.

– ?Como dices? -Lori parpadeo-. No se que quieres decir.

– Claro que lo sabes, pero no es agradable que otra persona te analice, ?verdad? -Gloria la miro de arriba abajo-. ?Cuanto tiempo llevas descuidando tu aspecto? Podria decirse que incluso lo empeoras.

Lori hizo un esfuerzo para no reaccionar ni sonrojarse.

– Llevo la bata de enfermera porque me parece apropiada para mi trabajo.

– Es fea y sin formas. Tu pelo no es feo, pero te lo recoges en una trenza ridicula. No llevas maquillaje y esas gafas…

– Me ayudan a ver -reacciono Lori-. Las enfermeras ciegas encuentran pocos trabajos.

– Utilizas el humor como un arma. Diria que no soy la unica que rehuye a la gente. ?Cual es tu excusa? ?Cuando tiraste la toalla?

Hacia mucho tiempo, penso Lori sombriamente. Cuando se dio cuenta de que su hermana mayor era perfecta y que ella nunca estaria a su altura.

– Vaya, ahora no tienes nada que decir -insistio Gloria.

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