la piscina—. No ven las cosas como yo. Permitan que se lo explique.

»Un tecnico, como usted, Hawks, ve a todo el mundo como causa y efecto. Y el mundo, explicado de esa forma, es consistente, asi que, ?para que buscar mas? Los hombres como tu, Barker, contemplan el mundo como algo que se mueve por las proezas de los hombres fuertes. Y la forma en que tu lo ves tambien funciona.

»Sin embargo, el mundo es grande. Complejo. Una respuesta parcial no puede aparentar ser una respuesta total y funcionar como tal durante mucho tiempo. Por ejemplo, Hawks puede verse a si mismo como un hombre que manipula causas y produce los efectos que desea. Y tu, Barker, puedes pensar que, tanto tu como Hawks, sois superiores, una especie de tipo de superhombre. Hawks puede verte como un factor especifico para ser introducido en un entorno nuevo, de modo que Hawks pueda resolver ese nuevo entorno. Tu puedes verte como una figura indomita que lucha con lo desconocido. Y asi continua, una y otra vez; ?quien tiene razon? ?Los dos? Quiza. Quiza. Sin embargo, ?podreis soportar estar en el mismo trabajo?

Connington volvio a reirse, con los tacones altos de sus botas clavados en el cesped.

—Yo…, yo soy el hombre que selecciona el personal. No busco causas y efectos. No busco heroes. Explico el mundo de una forma completamente distinta. La gente…, de eso es de lo que se. Y con ello basta. Los siento. Los conozco. Como un quimico conoce valencias. Como un fisico conoce las cargas de las particulas. Positiva, negativa. El peso atomico, el numero atomico. Atraccion, repulsion. Yo lo mezclo todo. Cojo a la gente y le busco un trabajo y a la otra gente que trabaje con ella. Cojo a un punado de gente separada y la transformo, y de ella saco isotopos, de ella hago disolventes, reactivos, y tambien puedo conseguir explosivos cuando lo quiero. ?Ese es mi mundo!

«Aveces guardo a algunas personas…, las guardo para el trabajo adecuado, para conseguir la reaccion correcta. Las guardo para la gente adecuada.

»Barker, Hawks…, ustedes van a ser mi obra maestra. Porque, asi como no cabe duda de que Dios hizo las manzanitas verdes, les creo a ustedes dos para que se conocieran… Y yo, yo, les encontre, yo lo he hecho, les he unido…, y ahora ya ha concluido todo, y nada conseguira separar jamas la masa critica y, tarde o temprano, tendra que estallar; entonces, ?a quien vas a ir en busca de proteccion, Claire?

4

Hawks rompio el silencio. Alargo el brazo, le quito a Connington la botella de las manos y la arrojo en direccion al risco. La botella volo por el aire y desaparecio al otro lado del borde del precipicio. Entonces, Hawks se volvio hacia Barker y dijo:

—Hay unas pocas cosas mas que deberia contarle antes de que acepte definitivamente el trabajo.

El rostro de Barker estaba tenso. Miraba a Connington. Giro bruscamente la cabeza hacia Hawks y gruno:

—?He dicho que haria el maldito trabajo!

Claire tendio el brazo, cogio su mano e hizo que se sentara a su lado. Se adelanto para besar la barbilla de Barker.

—Ese es el viejo luchador. —Comenzo a mordisquear la piel con leves trazos de barba, bajando poco a poco la boca por el cuello, dejando una hilera de ligeras marcas a espacios regulares: parentesis humedos, redondos y rojos por el lapiz de labios, que encerraban las marcas mas profundas y de color rosado dejadas por sus colmillos en la carne de el—. Lo hara, Ed —murmuro por la comisura de los labios—. Por lo menos, lo intentara como el mejor hombre.

—?No les importa a ninguno de los tres? —mascullo Connington, moviendo la cabeza de un lado para otro—, ?No me han escuchado?

—Le oimos, —repuso Hawks.

—Bueno, ?y que piensan? —les desafio Connington, incredulo.

—Digame una cosa, Connington —indico Hawks—. ?Nos dio esa breve charla con el fin de que nos detuvieramos ahora? ?Cree que algo podria pararnos ahora que las cosas marchan como usted habia esperado?

—Esperado no —corrigio Connington—. Planeado.

Hawks asintio.

—De acuerdo —acepto con voz cansada—. Eso es lo que pense. Lo unico que usted deseaba era dar esa pequena conferencia. Desearia que hubiera elegido otro momento.

Claire se rio entre dientes, un sonido creciente y plateado.

—?No es una pena, Connie? Estabas tan seguro de que todos nos rendiriamos. Sin embargo, todo continua igual que siempre. Sigues sin saber donde tienes que empujar.

Connington retrocedio sin creerselo, con los brazos abiertos, como si quisiera unir de un golpe sus cabezas.

—?Estan ustedes tres locos? ?Creen que me he inventado todo esto? Escuchense a si mismos…, aunque afirmen que se trata de meras tonterias, cada uno de ustedes ha de decirlo a su manera. No pueden aislarse de si mismos ni siquiera por un segundo; no importa lo que se hable, iran adonde sus pies les lleven…, ?y se rien de mi? ?Se rien de mi? —Giro bruscamente y grito—: ?Vayanse al infierno, los tres! ?Adelante!

Atraveso la hierba corriendo torpemente en direccion a su coche.

Hawks contemplo como se alejaba.

—No esta en condiciones de conducir de regreso.

Barker sonrio con una mueca.

—Y no lo hara. Llorara hasta quedarse dormido unas horas en el interior del coche. Luego, entrara en la casa en busca del consuelo de Claire. —Con un movimiento cortante de su cabeza, que rompio la cadena de mordiscos, bajo la vista hacia ella— ?No es asi? ?No hace siempre lo mismo?

Los labios de Claire se fruncieron.

—Yo no puedo evitar sus actos.

—?No? —inquirio Barker—. ?Es que acaso va detras de mi?

Con un grunido ronco y feroz, Claire contesto:

—Quiza ya te tiene. A mi nunca me ha tenido.

La mano de Barker corto el aire, y Claire salio despedida hacia atras, cubriendose la mejilla. Luego sonrio.

—Solias hacerlo mejor. Mucho mejor. Sin embargo, no ha estado mal —admitio.

—Barker —intervino Hawks—. Quiero explicarle a lo que va a tener que enfrentarse.

—?Digamelo cuando llegue alli! —restallo Barker—. No pienso dar marcha atras ahora.

—Tal vez, planteandotelo de esa forma, eso es lo que el quena que afirmaras, Al —senalo Claire, con una sonrisa hacia Hawks—. ?Quien ha dicho que Connington es el unico intrigante?

—?Cual es la manera mas sencilla para que pueda regresar a la ciudad? —pregunto Hawks.

—Yo le llevare —ofrecio Barker con frialdad. Sus ojos se cerraron en los de Hawks—. Si no le da miedo intentarlo.

Claire emitio una risita baja y, de repente, froto su mejilla a lo largo de la cadera de Barker. Lo hizo con un espasmo que recorrio todo su cuerpo, un movimiento ondulante, sinuoso. Alzo la vista hacia Hawks y le miro con ojos abiertos y humedamente satisfechos, con los brazos rodeando la cintura de Barker.

—?No es fabuloso? —le pregunto a Hawks con voz ronca—. ?No es todo un hombre?

5

Barker troto con movimientos rigidos en direccion al garaje y alzo las puertas de un tiron brusco, mientras

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