para aspirar profundo y reunir valor. Luego entro.
Camino por la tienda, se metio entre los pasillos y observo a los diversos clientes tomar y volver a colocar articulos en las repisas. Fue hasta la pared posterior, donde encontro una serie de recortes de diarios y de articulos de revistas enmarcados que colgaban sobre los estantes. Despues de un vistazo rapido se inclino hacia el frente para verlos mas de cerca y de pronto se dio cuenta de que habia encontrado la respuesta a la primera pregunta que tenia acerca del misterioso Garrett Blake.
Por fin sabia como era.
El primer articulo hablaba de buceo y el pie de foto decia simplemente: GARRETT BLAKE, DE ISLAND DIVING, PREPARA A SU CLASE PARA SU PRIMERA INMERSION EN EL MAR.
En la fotografia un hombre ajustaba las cintas que sostenian el tanque a la espalda de un estudiante. Garrett daba la impresion de tener un poco mas de treinta anos, el rostro enjuto y el cabello corto y castano que parecia haberse aclarado un poco por las horas pasadas bajo el Sol. Era aproximadamente cinco centimetros mas alto que el estudiante y la camiseta sin mangas que llevaba puesta, dejaba ver los musculos fuertes y torneados de los brazos. La fotografia no era muy nitida, asi que no pudo determinar con exactitud el color de los ojos.
El segundo articulo era acerca del
Catherine…
Theresa busco y hallo la fecha del articulo: abril de 1992. No se mencionaba que Catherine hubiera muerto y, como una de las cartas que Theresa tenia habia sido encontrada en Norfolk tres anos antes, eso significaba que tal vez Catherine habia muerto en el transcurso de 1993.
– ?Puedo servirla en algo?
Theresa se volvio de manera instintiva hacia la voz a sus espaldas. Un joven le sonreia y de pronto se alegro de haber visto la fotografia momentos antes. Aquel hombre, evidentemente, no era Garrett Blake.
– Es magnifico, ?no le parece? -comento el hombre.
– ?Quien? -pregunto Theresa.
– El
– ?Esta aqui? Me refiero a Garrett.
– No. Esta en los muelles. No volvera sino hasta mas tarde. ?Puedo ayudarla en algo?
– No, en realidad solo estaba mirando.
– Muy bien, pero si puedo ayudarla, solo digamelo.
– Eso hare -le aseguro, y el joven regreso al mostrador que se encontraba al frente de la tienda. Theresa paso los siguientes tres minutos fingiendo que miraba los diferentes articulos en los anaqueles y luego salio tras despedirse del joven.
Pero en lugar de dirigirse a su auto, se encamino hacia el puerto.
Theresa encontro facilmente la embarcacion porque la gran mayoria de los botes eran blancos, mientras que el
Camino durante algunos minutos, observandolo con detenimiento desde diferentes angulos.
Por fin decidio que regresaria a Island Diving un poco mas tarde. Era evidente que el hombre de la tienda estaba equivocado. Despues de echar un ultimo vistazo al velero, se volvio para marcharse.
Un hombre se hallaba de pie a menos de un metro de ella.
Era Garrett…
Sudaba por el calor de la manana y su camiseta estaba humeda en algunos lugares. Le habia arrancado las mangas, por lo que dejaba al descubierto los musculos torneados de sus brazos y antebrazos. Llevaba unos pantaloncillos cortos caqui y zapatos deportivos de los que se usan sin calcetines para navegar en botes de vela, y se veia como alguien que pasa la mayor parte del tiempo, si no es que todo, cerca del mar.
El la miro mientras ella daba un involuntario paso atras.
– ?Puedo ayudarla en algo? -pregunto el.
Por un momento lo unico que pudo hacer fue observarlo. A pesar de haber mirado antes su fotografia, se veia mejor de lo que habia esperado, aunque no estaba segura de cual era la razon. Alto, de hombros anchos, no era extremadamente atractivo, pero habia algo seductor en el, algo muy masculino en su manera de plantarse frente a ella.
Ella se movio hacia el
– Solo estaba admirando su bote. Es muy hermoso.
– Gracias -dijo el con amabilidad-. ?Ya nos conocemos?
Theresa nego lentamente con la cabeza.
– Creo que no.
– Entonces, ?como supo que el bote era mio?
Ella respondio con alivio:
– ?Ah! Vi su fotografia en la tienda, en los articulos que estan en la pared. El joven dependiente dijo que usted estaria aqui y pense que si era asi podria venir a verlo por mi misma.
– ?El le dijo que yo iba a estar aqui?
Ella guardo silencio mientras se esforzaba por recordar las palabras exactas.
– En realidad me dijo que usted se encontraba en los muelles. Yo simplemente supuse que se referia a este lugar.
El asintio.
– Estaba en el otro bote, el que usamos para bucear.
Un pequeno bote de pesca hizo sonar su sirena y Garrett se volvio y saludo al hombre que iba de pie en la cubierta. Una vez que se hubo marchado, Garrett se volvio a verla de nuevo y le sorprendio notar lo hermosa que era. En un impulso bajo la mirada y tomo el panuelo rojo que llevaba en el bolsillo trasero. Se limpio el sudor de la frente.
– Hizo un excelente trabajo de restauracion -aseguro Theresa.
El esbozo una sonrisa mientras guardaba el panuelo.
– Gracias. Es usted muy amable.
Theresa miro primero el
– Se que no es asunto mio -dijo como quien no quiere la cosa-, pero, ?le molestaria si le hago algunas preguntas sobre el?
Por la expresion del rostro se dio cuenta de que no era la primera vez que le pedian que hablara acerca del velero.
– ?Que le gustaria saber?
Ella hizo su mejor esfuerzo para que pareciera una conversacion ligera y casual.
– Bueno, ?de ver dad se encontraba en tan malas condiciones cuando lo adquirio, como sugiere el articulo?
– En realidad estaba mucho peor -el se acerco y senalo los diversos puntos del bote conforme los mencionaba-. Gran parte de la madera se hallaba podrida cerca de la proa; le entraba agua por los costados… era un milagro que aun se mantuviera a flote. Terminamos reemplazando una buena parte del casco y tuvimos que lijar el resto por