?Que era lo que habia dicho el primer hombre en la luna casi dos milenios atras? «Unos pasitos…» Habian recorrido unos veinte metros cuando se abrio una puerta lateral del vehiculo, una rampa articulada bajo de golpe y dos humanoides salieron a su encuentro.

Este fue el primer pensamiento de Brant. Pero luego se dio cuenta de que el color de su piel le habia enganado, o lo que podia ver de ella a traves de la pelicula transparente y flexible que los cubria de la cabeza a los pies.

No eran humanoides, eran humanos. Si el nunca volviera a tomar el sol, podria llegar a ser tan blanco como ellos.

La alcaldesa levanto las manos en el gesto tradicional de «venimos sin armas» tan viejo como la historia.

— No creo que me entendais — dijo—, pero bienvenidos a Thalassa.

— Al contrario — contesto una de las voces mas profundas y con mas bella modulacion que Brant habia oido jamas—, le entendemos perfectamente. Estamos encantados de conocerles.

Por un momento, el grupo de recepcion se quedo sumido en un perplejo silencio. Pero era absurdo, penso Brant, haber sido sorprendidos. Despues de todo, no tenian la mas minima dificultad en entender el lenguaje de los hombres de hacia dos mil anos. Cuando se invento el sonido grabado, se conservaron todos los sonidos fonicos de la sintaxis y la gramatica, pero la pronunciacion permanecia estable durante milenios.

La alcaldesa Waldron fue la primera en recobrar su aplomo.

— Bien, eso nos ahorra muchos problemas — dijo poco convencida—. ?De donde vienen? Hemos perdido el contacto con nuestros vecinos desde que se destruyo nuestra antena interespacial.

El hombre mayor miro a su companero, que era mas alto y se pasaron algun mensaje silencioso. Luego, se volvio de nuevo hacia la expectante alcaldesa.

Habia una inconfundible tristeza en aquella hermosa voz cuando hizo la fantastica revelacion:

— Aunque les parezca increible — dijo, no venimos de ninguna colonia. Venimos de la Tierra.

II. MAGALLANES

6. Aterrizaje en el planeta

Incluso antes de abrir los ojos, Loren sabia exactamente donde se encontraba y esto le parecio bastante sorprendente. Tras dormir durante doscientos anos, cierta confusion era comprensible, pero le parecia como si fuera ayer cuando hizo su ultima entrada en la cabina de la nave, y por lo que podia recordar, no habia tenido ni un solo sueno. Lo agradecia.

Manteniendo los ojos cerrados se concentro en sus otros sentidos. Oyo un suave murmullo de voces, calladamente tranquilizador. Oyo el conocido susurro proveniente de los cambiadores de aire, y sintio una corriente apenas perceptible que hacia circular olores antisepticos sobre su cara.

La unica sensacion que percibia no era la de la gravedad. Levanto su mano derecha sin esfuerzo, y esta permanecio flotando en el aire, como a la espera de una proxima orden.

— ?Hola, senor Lorenson! — dijo una voz alegre—. Asi que se ha dignado unirse a nosotros otra vez. ?Como se siente?

Loren abrio finalmente los ojos e intento fijar su vista en la figura borrosa que flotaba junto a su cama.

— Hola… doctor. Estoy bien. Y tengo hambre.

— Esto es siempre un buen sintoma. Puede vestirse, pero no se mueva demasiado deprisa durante un rato. Mas tarde podra decidir si quiere conservar esa barba.

Loren se llevo la mano aun flotante a la barbilla y se quedo sorprendido de la cantidad de pelo que habia en ella. Como la mayoria de los hombres, no habia optado por su erradicacion permanente; se habian escrito volumenes enteros de psicologia sobre ese tema. Quizas habia llegado el momento de pensar en hacerlo, era divertido ver como tales banalidades asaltaban la mente en un momento asi.

— ?Hemos llegado sanos y salvos?

— Por supuesto, sino todavia dormiria. Todo ha salido de acuerdo con el plan. La nave empezo a despertarnos hace un mes. Ahora estamos en la orbita de Thalassa. La tripulacion de mantenimiento ha comprobado todos los sistemas; ahora le toca a usted realizar algun trabajo. Le tenemos reservada una pequena sorpresa.

— Espero que sea agradable.

— Nosotros tambien lo esperamos. El capitan Bey da una conferencia informativa dentro de dos horas en la Asamblea Central. Si todavia no se quiere mover, lo puede ver desde aqui.

— Ire a la Asamblea. Me gustaria conocer a todo el mundo. Pero ?puedo desayunar antes? Hace mucho tiempo…

El capitan Sirdar Bey parecia cansado pero contento cuando recibio a los quince hombres y mujeres que acababan de ser reanimados y los presento a los treinta que formaban las tripulaciones normales A y B. Segun los reglamentos de la nave, la tripulacion C deberia estar durmiendo, pero varias figuras se escondian disimuladamente en el fondo de la sala.

— Estoy contento de que esten con nosotros — dijo a los recien llegados—. Es bueno ver caras nuevas, y es mejor aun ver un planeta y saber que nuestra nave ha cumplido los primeros doscientos anos de su mision sin anomalias serias. Hemos llegado a Thalassa segun el horario previsto.

Todos se giraron hacia la pantalla visual que cubria gran parte de la pared. Una parte importante de ella estaba dedicada a datos e informacion puntual de la nave, pero la seccion mas amplia estaba integrada por una imagen sorprendentemente bella de un globo azul y blanco, casi totalmente iluminado. Sin duda todos se habian dado cuenta de la desgarradora similitud con la Tierra vista desde el Pacifico. Era casi todo agua, con tan solo unas masas de tierra aisladas.

Y aqui habia tierra, un grupo compacto de tres islas ocultas en parte por un velo nuboso. Loren penso en Hawai, que nunca habia visto y que ya no existia. Pero habia una diferencia fundamental entre los dos planetas. El otro hemisferio de la Tierra era casi todo tierra; el otro hemisferio de Thalassa era todo oceano.

— Aqui esta —dijo el capitan con orgullo—. Tal como los planificadores de la mision predijeron. Pero hay un detalle que no esperaban y que afectara seguramente a nuestras operaciones.

«Recordaran que Thalassa fue sembrada por un modulo de cincuenta mil unidades Mark 3A, que despego de la Tierra en 2751 y llego aqui en el ano 3109. Todo fue bien y las primeras transmisiones se recibieron ciento sesenta anos mas tarde. Continuaron intermitentemente durante dos siglos, y de repente pararon tras un breve mensaje que comunicaba la erupcion de un importante volcan. No se volvio a oir nada mas y se dio por seguro que nuestra colonia en Thalassa se habia destruido, o que habia quedado reducida a la barbarie como parece que sucedio en otros casos.

«Para informacion de los recien llegados dejenme repetir lo que hemos descubierto. Cuando entramos en el sistema, lo primero que hicimos por supuesto fue buscar sus frecuencias. No oimos nada, ni tan siquiera una radiacion por fuga del sistema electrico.

«Cuando nos acercamos mas, nos dimos cuenta de que esto no probaba gran cosa. Thalassa tiene una ionosfera muy densa. Podria existir comunicacion con ondas cortas y medias sin que nadie que estuviera en el exterior se enterara. Las microondas la atravesarian, claro, pero quiza no las necesiten, o puede que nosotros no hayamos tenido la suerte de interceptar ningun rayo.

«De cualquier forma, existe ahi abajo una civilizacion muy desarrollada. Cuando logramos una buena vista nocturna, vimos las luces de las ciudades, pequenas ciudades. Hay muchas pequenas industrias, un pequeno trafico costero, no hay barcos grandes, y hemos divisado un par de aviones desplazandose a la velocidad de quinientos klicks, que son capaces de transportarles a cualquier parte en quince minutos.

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