Sslwips dejaron sobre el campo de batalla a veinte mil de los suyos, por lo menos.

Despues de esta exterminacion, los americanos construyeron una serie de fortines en su frontera, cuya defensa fue facilitada por una falla escarpada del terreno de mas de setecientos kilometros, que iba del mar a las montanas. Los dos anos siguientes transcurrieron en silenciosa labor. Vimos con pena, que los americanos se acantonaban cada dia mas dentro de su territorio. Solamente nos frecuentabamos, salvo casos individuales — tales como la tripulacion del avion y nosotros— para cambiar primeras materias y productos manufacturados. Los americanos abrieron explotaciones mineras, menos ricas que las nuestras, pero que bastaban ampliamente para sus necesidades.

Muy pocos de entre nosotros hablaban ingles y viceversa. Las costumbres eran distintas. Nuestro colectivismo, aunque muy parcial, les era sospechoso, y tachaban a nuestro Consejo de dictatorial. Tenian tambien tenaces prejuicios contra los «nativos», prejuicios que en modo alguno podiamos compartir, ya que doscientos pequenos Sswis frecuentaban nuestras escuelas.

En cambio, manteniamos excelentes relaciones con los noruegos. Les habiamos suministrado los materiales necesarios para la construccion de chalupas, y ellos nos aprovisionaban en abundancia de los productos del mar. Habian sobrevivido algunas especies terrestres que se multiplicaban en proporciones sorprendentes. Los peces telurianos son excelentes.

El «periodo heroico» habia pasado, y para cortar de raiz la critica de los americanos reorganizamos nuestras constituciones, aunque dentro del estilo frances. Se decidio que Nueva Francia se compondria de: 1) El estado de Cobalt, de cinco mil habitantes, con Cobalt-City (800 h.) por capital, y la ciudad de Puerto-Leon (324 h.); 2) El territorio de Puerto del Oeste, con una capital del mismo nombre, de 600 habitantes; 3) El territorio de los pozos de petroleo, donde no quedaban mas de 50 hombres; 4) El territorio de las minas, sobre el lago magico, con Beaulieu (400 h.) y Puerto del Norte (60 h.). O sea, que en total, Nueva Francia contaba con 6.000 habitantes. Puerto-Leon, Puerto del Oeste y Beaulieu tenian Consejo municipal. El gobierno se compuso del Parlamento, elegido por sufragio universal, compuesto por cincuenta miembros, que tenia la funcion legislativa, votaba todas las decisiones y nombraba a los ministros; y del Consejo inamovible, de siete miembros, que en un principio fueron mi tio, Miguel, Estranges, Beuvin, Luis, el senor cura y yo mismo. Este Consejo tenia un veto suspensivo de seis meses, como igualmente la iniciativa de las leyes. En caso de urgencia, y por una mayoria de los dos tercios, podia arrogarse el poder, por un periodo renovable de seis meses. Se constituyeron tres partidos politicos: el partido colectivista, cuyo jefe fue Luis, y que tuvo veinte escanos; el partido campesino conservador, igualmente, con veinte escanos; el partido liberal, bajo la direccion de Estranges, que tuvo los diez restantes, y que de acuerdo con la buena tradicion francesa, que otorga el gobierno a la minoria, proporciono los ministros.

Nuestro cambio de Gobierno no transformo en absoluto nuestra manera de vivir. Si las fabricas y las maquinas, como tambien las minas y la flota, eran propiedad colectiva, la tierra pertenecia como siempre a los campesinos que la cultivaban. Desarrollamos nuestra red ferroviaria y de carreteras. Los americanos hicieron otro tanto. Tenian mas maquinas de vapor que nosotros que, en cambio, conseguimos construir potentes motores electricos. La via mas larga iba de Cobalt-City a puerto del Oeste, por Puerto Leon.

Nuestras relaciones con los americanos se enfriaron aun mas. El primer incidente fue el del destructor canadiense, servido por una mayoria de francocanadienses. Estos decidieron venir a vivir con nosotros, y quisieron, como era logico, llevarse el barco. Aquello fue el origen de numerosas dificultades. Finalmente, cedimos el armamento a los americanos, transformando el barco en un carguero rapido. El segundo punto de friccion fue nuestra negativa a explotar en comun los yacimientos petroliferos, situados a poca profundidad, en territorio Sswis, al lado del Monte Tenebroso. Los americanos tenian petroleo, aunque mas profundo, y nosotros sabiamos que los Sswis verian con muy malos ojos a los americanos en sus tierras. Pero el 5 de julio del ano 9 de la era teluriana, se produjo el conflicto.

Aquel dia, una docena de Sswis quisieron, usando la facultad que les reconocia el tratado, atravesar la punta del sector Este de Nueva America, situada en su propio territorio. Se dirigian a nuestro puerto de los montes de Beaulieu para intercambiar productos de caza por puntas de flecha de acero. Penetraron, pues, en America, y cuando estaban ya a la vista de nuestro puerto, a la otra orilla del alto Dron, fueron detenidos por tres americanos armados con ametralladoras, quienes les interpelaron brutalmente, ordenandoles volverse atras, cosa perfectamente absurda, pues estaban a cien metros de vuelo de pajaro de Beaulieu, y a quince kilometros de la frontera en sentido inverso. En frances, el jefe de los Sswis, Awithz, se lo hizo observar. Furiosos, dispararon tres rafagas, matando a dos Sswis e hiriendo a dos, uno de ellos, Awithz, que fueron hechos prisioneros. Los demas atravesaron el Dron bajo una lluvia de balas. Comunicaron lo ocurrido al jefe de nuestro puesto, Pedro. Lefranc, el cual para percatarse mayormente de la situacion, fue con ellos hasta la orilla. Una rafaga desde el otro lado mato a otro Sswis e hirio a Lefranc. Fuera de si los hombres del pueblo respondieron con una decena de granadas que demolieron e incendiaron una granja del sector americano. Quiso el azar que yo pasara por alli acompanado de Miguel, instantes mas tarde. Montando a Lefranc y a los Sswis heridos en mi camion, corri hacia Cobalt. Alli me persone rapidamente en la residencia del Consejo, quien convoco el Parlamento, que voto el estado de urgencia. Lefranc, acostado en una camilla, hizo su declaracion corroborada por la de los Sswis. Estabamos dudando sobre que decision tomar cuando nos llego un radiomensaje desde el puente de los Sswis sobre el Vecera. Desde el puesto se oian con claridad los tambores de guerra y se observaban numerosas columnas de humo en territorio Sswis. Por un procedimiento desconocido, Vzlik estaba ya al corriente y reunia a sus tribus. No cabia duda que ante tal circunstancia las tribus confederadas marcharian con el. Conociendo el caracter vindicativo y absolutamente despiadado de nuestros aliados, pense inmediatamente en las granjas americanas existentes a lo largo de la frontera, y en lo que podria ocurrir dentro de pocas horas. Por helicoptero mande un mensajero a Vzlik, rogandole que esperara un dia, y, rodeado del Consejo, fui a la emisora de radio para tomar contacto con New-Washington.

Los acontecimientos se precipitaron. Cuando llegamos, el encargado de la radio me tendio un mensaje: El destructor americano bombardeaba Puerto del Oeste. El Temerario y el Surcouf respondian. Para estar dispuestos para cualquier eventualidad, se lanzo la orden de movilizacion. Los aviones debian estar atentos para despegar, con las armas cargadas y los depositos llenos. Por radio suplicamos al gobierno americano suspender las hostilidades y aguardar la llegada de plenipotenciarios. Aceptaron, y nos enteramos que el bombardeo de nuestro puerto habia cesado. Por otra parte el destructor habia quedado maltrecho a causa de una granada teledirigida desde el Surcouf que lo habia alcanzado a proa.

Miguel, mi tio y yo partimos inmediatamente por avion. Media hora despues estabamos en New- Washington. La entrevista fue al principio tempestuosa. Los americanos adoptaron una arrogancia tal que Miguel tuvo que recordarles que sin nosotros a aquellas horas habrian sido presa de los monstruos marinos o derivarian, muertos de hambre, en sus navios sin carburante. Finalmente se designo una comision de encuesta, compuesta por Jeans, Smith, mi tio, yo y el hermano de Vzlik, Isszi. Los dos americanos jugaron con limpieza y reconocieron los errores de sus compatriotas. Los culpables fueron condenados a diez anos de prision. Los Sswis fueron indemnizados con 10.000 puntas de flecha.

Despues de esos incidentes, cosa curiosa, las relaciones se distendieron. Al terminar el ano 10, eran lo bastante buenas para que pudieramos promover la fundacion de los Estados Unidos de Telus. El 7 de enero del ano 11, una conferencia reunio a los representantes americanos, canadienses, argentinos, noruegos y franceses. Se adopto una constitucion federal. Esta reconocia a cada estado una amplia autonomia, pero establecia un gobierno federal situado en una ciudad que se fundo en la confluencia del Dron y el Dordona, en el punto en que habiamos derribado el primer tigrosauro. Fue «Union». Doscientos kilometros cuadrados fueron declarados tierra federal. Nos fue dificil reconocer a los americanos la inviolabilidad presente y futura de los territorios Sswis. Finalmente esta se limito a los de nuestros aliados actuales, o la de los Sswis que lo fueran en un plazo de cien anos.

Las colonias que se fundarian en el futuro serian tierras federales hasta que su poblacion llegase a 50.000 almas. Entonces adquiririan el rango de estados, con libertad de escoger sus constituciones internas. El 25 de agosto del ano 12, el Parlamento federal se reunio por vez primera, y mi tio fue elegido presidente de los Estados Unidos de Telus. La bandera federal floto por fin, azul oscura, con cinco estrellas blancas, simbolizando los cinco estados federados: Nueva America, Nueva Francia, Argentina, Canada de Telus y Noruega. Las dos lenguas oficiales fueron el ingles y el frances. No voy a entrar en el detalle de las leyes que se votaron, pues estan vigentes todavia. El gobierno federal fue el unico autorizado para poseer una flota, un ejercito, una aviacion y fabrica de armas. Previendo el futuro, le reconocimos tambien la energia atomica, que un dia, sin duda, llegaremos a poseer en Telus.

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