Las ideas que en ronda silenciosadaban vueltas en torno a mi cerebro,poco a poco en su danza se moviancon un compas mas lento.De la luz que entra al alma por los ojoslos parpados velaban el reflejo;mas otra luz el mundo de visionesalumbraba por dentro.En este punto resono en mi oidoun rumor semejante al que en el templovaga confuso al terminar los fielescon un Amen sus rezos.Y oi como una voz delgada y tristeque por mi nombre me llamo a lo lejos,y senti olor de cirios apagados,de humedad y de incienso.Entro la noche y del olvido en brazoscai cual piedra en su profundo seno:Dormi, y al despertar exclame: «?Algunoque yo queria ha muerto!»
LXXII
Primera vozLas ondas tienen vaga armonia,las violetas suave olor,brumas de plata la noche fria,luz y oro el dia,yo algo mejor;?yo tengo Amor!Segunda vozAura de aplausos, nube radiosa,ola de envidia que besa el pie,isla de suenos donde reposael alma ansiosa,?dulce embriaguezla Gloria es!Tercera vozAscua encendida es el tesoro,sombra que huye la vanidad.Todo es mentira: la gloria, el oro.Lo que yo adorosolo es verdad;?la Libertad!Asi los barqueros pasaban cantandola eterna canciony al golpe del remo saltaba la espumay heriala el sol.— ?Te embarcas? gritaban,y yo sonriendoles dije al pasar:Yo ya me he embarcado;por senas que aun tengola ropa en la playa tendida a secar.
LXXIII
Cerraron sus ojosque aun tenia abiertos,taparon su caracon un blanco lienzo,y unos sollozando,otros en silencio,de la triste alcobatodos se salieron.La luz que en un vasoardia en el sueloal muro arrojabala sombra del lechoy entre aquella sombraveiase a intervalosdibujarse rigidala forma del cuerpo.Despertaba el diay a su albor primerocon sus mil ruidosdespertaba el pueblo.Ante aquel contrastede vida y misterio,de luz y tinieblas,yo pense un momento:?Dios mio, que solosse quedan los muertos!De la casa, en hombrosllevaronla al templo,y en una capilladejaron el feretro.