por otra razon.

– Perdoname. Estaba cometiendo el fatal error de teorizar antes de contar con todos los datos.

Aceptando el reproche, Peter volvio a sumirse en el silencio, mientras Harriet observaba su rostro, de perfil. En lineas generales, como fachada, ya le resultaba soportablemente familiar, pero en aquel momento aprecio ciertos detalles, como ampliados por una lente mental. La oreja con sus delicadas volutas, pegada al craneo, de hermosa linea. El brillo del pelo al rape alli donde se elevaban los musculos del cuello y se unian a la cabeza. La diminuta cicatriz en forma de hoz en la sien izquierda. Las finas arrugas de expresion alrededor del parpado, un poco caido en la comisura. El reflejo dorado del pomulo. La envergadura de las ventanillas de la nariz. Una gota de sudor casi imperceptible sobre el labio superior y un diminuto musculo que temblaba en la sensible comisura de los labios. El ligero enrojecimiento por el sol de la piel clara y la subita blancura bajo la base del cuello. La pequena oquedad entre las claviculas.

Peter levanto la mirada, y Harriet se puso roja como la grana, como si la hubieran metido en agua hirviendo. Una enorme mole parecia cernirse sobre ella en medio de la confusion de sus ojos nublados y sus oidos resonantes. Y de repente se despejo aquella bruma. Los ojos de Peter estaban clavados de nuevo en el manuscrito, pero su respiracion era como si hubiera estado corriendo.

Vaya, ha ocurrido, penso Harriet, pero habia ocurrido hacia tiempo. La unica novedad es que ahora tengo que reconocerlo. Lo sabia desde hace tiempo. Pero ?lo sabe el? Despues de esto, pocas excusas tiene para no saberlo. Al parecer, se niega a reconocerlo, y eso si podria ser una novedad. En ese caso, lo que yo tenia intencion de hacer deberia resultar mas facil.

Miro con decision las aguas ondulantes, pero consciente de cada movimiento de Peter, de cada pagina que volvia, de cada respiracion. Era como si percibiera cada uno de los huesos del cuerpo de Peter, cada uno por separado. Al fin Peter hablo, y Harriet se pregunto como habria podido confundir su voz con la de ningun otro hombre.

– Veras, Harriet, no tiene muy buena pinta.

– Claro que no. Y no podemos seguir con este problema, Peter. No podemos consentir que mas personas se tiren al rio de puro miedo. Con o sin publicidad, hay que parar todo esto. Si no, y aunque nadie sufra ningun dano, nos vamos a volver locas.

– Ahi esta lo malo.

– Dime que podemos hacer, Peter.

Harriet habia vuelto a perder toda conciencia de Peter salvo por la inteligencia, tan conocida, que vivia y se movia de una forma tan extrana tras unos rasgos muy curiosos.

– Pues… hay dos posibilidades. Puedes poner espias por todas partes y esperar a abalanzarte sobre esa persona cuando se produzca el proximo incidente.

– Pero es que no sabes lo dificil que es vigilar un sitio asi. Y ademas, la espera es espantosa. ?Y si no la pifiamos y ocurre algo terrible?

– Tienes razon. La otra manera, para mi la mejor, seria hacer lo que podamos para asustar a esa loca y que se quede quietecita mientras averiguamos el movil de toda esta historia. Estoy seguro de que no se trata de pura maldad. Sigue un metodo.

– ?No es el movil sencillamente evidente?

Wimsey se quedo mirandola pensativamente y dijo:

– Me recuerdas a un viejo tutor que yo tenia, ya difunto, un hombre encantador, cuyo tema de investigacion eran las relaciones del Papado con la Iglesia de Inglaterra en unas fechas que no recuerdo bien. En una epoca pusieron este tema para la facultad de historia, y naturalmente, los estudiantes que elegian esa asignatura asistian a las clases del vejete y les iba muy bien, pero notaron que nadie de su propio college cursaba esa asignatura especial, por la sencilla razon de que el tutor era tan honrado que convencia de todo corazon a sus alumnos para que no la eligieran, por temor a influir en sus decisiones.

– ?Que hombre tan encantador! La comparacion me halaga, pero no entiendo que tiene que ver conmigo.

– ?No? ?No es cierto que, como mas o menos te has decidido por el celibato, estas dispuesta a poblar el claustro de fantasmas? Si quieres prescindir de las relaciones personales, prescinde, pero no te precipites sobre ellas imaginandote que tienes que tenerlas o que te van a describir como un caso freudiano.

– No se trata ni de mi ni de mis sentimientos. Se trata de ese espantoso caso del college.

– Pero no puedes dejar tus sentimientos a un lado. De nada sirve decir que el sexo esta en el fondo de todo esto. El sexo no es algo que funcione por si mismo, con independencia de todo lo demas. Normalmente va unido a alguna persona.

– Eso es evidente.

– Pues echemosle un vistazo a lo evidente. El mayor delito de esos malditos psicologos es impedir que se vea lo evidente. Son como quien va a hacer la maleta para el fin de semana y lo saca toda de armarios y cajones hasta que por fin encuentra el pijama y el cepillo de dientes. Vamos a empezar por unos cuantos puntos evidentes. Conociste a la senorita De Vine en la fiesta de fin de curso, y pusieron la primera carta en la manga de tu toga ese mismo dia; las personas objeto de los ataques son casi todas profesoras o estudiantes; dias despues de tomar el te con el joven Pomfret, Jukes va a la carcel; todas las cartas enviadas por correo llegan un lunes o un jueves; todos los textos estan escritos en ingles, salvo la cita de las arpias; el vestido de la muneca jamas se habia visto en el colegio: tomados en conjunto, ?todos estos hechos no te sugieren mas que una idea general de represion sexual?

– Uno a uno sugieren muchas cosas, pero en conjunto no me dicen nada.

– Sueles tener mayor capacidad de sintesis. Ojala pudieras quitarte de la cabeza esa preocupacion personal. Pero ?de que tienes miedo? Los dos grandes peligros de la vida celibe son no tener otra opcion y una cabeza desocupada. Las energias zumbando en el vacio producen quimeras, pero tu no corres peligro. Si quieres alcanzar el reposo eterno, es mucho mas probable que lo encuentres en la vida del intelecto que en la vida del corazon.

– ?Y precisamente tu dices eso?

– Eso digo. Son tus necesidades lo que tomamos en cuenta, no las de los demas. Esa es mi honrada opinion de estudioso, considerando el asunto desde el punto de vista academico y por sus propios meritos.

Harriet experimento la conocida sensacion de que Peter se estaba burlando de ella. Volvio a aferrarse al tema principal de la conversacion.

– Entonces, ?crees que podemos resolver el problema con una investigacion directa, sin recurrir a un especialista en psiquiatria?

– Creo que puede resolverse con un razonamiento directo e imparcial.

– Peter, me da la impresion de estar actuando como una imbecil, pero la razon por la que quiero apartarme de la gente y los sentimientos y volver al ambito intelectual es que es el unico ambito de la vida que no he traicionado ni destrozado.

– Lo se -dijo Peter con mas dulzura-. Y es terrible pensar que a su vez te pueda traicionar a ti, pero ?por que tienes que pensar eso? Aunque el conocimiento excesivo vuelva loca a una persona, no tiene por que volver loco a todo el mundo. Todas estas mujeres estan empezando a parecerte anormales porque no sabes de cual sospechar, pero en realidad ni siquiera sospechas de mas de una.

– No, pero estoy empezando a pensar que practicamente cualquiera de ellas seria capaz de hacerlo.

– Supongo que ahi es donde tus temores estan distorsionando tus ideas. Si toda persona frustrada se fuera derecha al manicomio, conozco al menos un peligro para la sociedad al que deberian encerrar.

– ?Dejate de tonterias, Peter! ?Quieres centrarte?

– Es decir, ?que medidas deberiamos tomar? ?Me dejas esta noche para pensarlo? Si confias en mi para que me haga cargo del asunto, creo ver un par de lineas de investigacion que podrian resultar utiles.

– Confio en ti mas que en nadie.

– Gracias, Harriet. ?Quieres que reanudemos nuestra interrumpida vacacion?… Ah, mi juventud perdida. Ahi vienen los patos, a por los restos de nuestros bocadillos. Hace veintitres anos di de comer a unos patos identicos a estos con unos bocadillos identicos.

– Yo tambien les di de comer hasta que se hartaron hace diez anos.

– Y de aqui a treinta anos los mismos patos y los mismos estudiantes compartiran el mismo banquete ritual, y los patos les picaran los dedos a los estudiantes como acaban de picarme a mi. ?Cuan efimeras son las pasiones humanas en comparacion con la solida continuidad de los patos…! Fuera, bobos. No hay mas.

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