Ademas, asistia a la escuela de artes y oficios, donde estudiaba reposteria. En el plazo de un ano, decoraria pasteles. Y tartas.

Naturalmente, la idea era inspirar a Sissy.

Julian le preparo incluso una entrevista con el estudiante de reposteria, que se llamaba Norman. Dejo a la pareja de invalidos en un cafe, donde pudiesen hablar de corazon a corazon media hora. Cuando Julian volvio, se encontro con que Sissy habia convencido a Norman para que tallase un tiroles de grandes pulgares que hiciese autoestop por las calles del pueblo.

53

LAS FIESTAS de Navidad fueron dulces y agradables para los Hitche, tras un otono mas bien tempestuoso,

Sissy habia regresado el 8 de octubre a Nueva York, donde se habia enfrentado con un marido inquieto y furioso y con una incredula Condesa. Donde habia estado; por que no habia telefoneado; habia colaborado y alentado la rebelion del Rosa de Goma, etc. Fue perrymasoneada de arriba abajo, y tambien franzkafkeada. Pero cuando amenazo con irse de nuevo, cesaron al fin los interrogatorios.

Respecto a La Condesa, su actitud frente a la rebelion del rancho era ambivalente. Un dia maldecia a las vaqueras como la pandilla mas repugnante de basura femenina que hubiese asolado nunca una nariz decente, y al siguiente insistia en lo mucho que admiraba a las mujeres capaces de arreglarselas sin hombres, y les deseaba suerte. Decia haber perdido el interes en el rancho. Ahora que tenia amigos en la Casa Blanca, los impuestos que le ahorraba el Rosa de Goma, eran una gota en el cubo. Podia ahorrar mas con una simple llamada telefonica.

– Ese rancho es una tortura anal -se quejaba La Condesa, mientras su dentadura trabajaba la boquilla de marfil como un quiropractico que enderezase la columna vertebral de un chiguagua-. Cuando mejore el mercado, lo vendere. Veremos entonces como maneja el nuevo propietario a esas pequenas primitivas. Oye, ?estas segura de que ese viejo saco de pulgas que vive en el cerro no tiene nada que ver con todo esto?

A La Condesa jamas le satisfacian las explicaciones de Sissy, pero pronto se aburrio de insistir tanto. Rechazo sus planes de hacer un corto publicitario para television con las grullas chilladoras y se lanzo a nuevos proyectos. Julian, por otra parte, se vio obligado a silenciar sus interrogatorios y llego un momento, incluso, en que sus ojos castanos se achicaban hoscos ante la mas insignificante e inocente referencia a la estancia de Sissy en el Rosa de Goma. Llego a apagar la radio una vez cuando anunciaron una cancion de Dakota Staton.

En realidad, a Sissy le hubiese gustado hablar con alguien de Jellybean y del Chink… pero nadie le inspiraba confianza. Julian, desde luego, no habria sido un buen oyente. Dedicaba en realidad mucho tiempo, incluso delante del caballete, a pensar en los cambios que se habian producido en su esposa, preguntandose su origen, y si serian para bien o para mal. Antes de su viaje al Oeste, Sissy habia sido ardorosa amante y alumna indiferente. Pero, a su regreso, mostraba unos apetitos intelectuales lobunos con los discursos de Julian sobre historia, filosofia, politica y arte, mientras sus reacciones entre las sabanas parecian puramente rutinarias. ?Habia ganado el hombre de Yale un cerebro o perdido una vagina? ?Hacia esto feliz al indio?

Como ya dije, la alegria navidena puso fin a su discordia. Un dia, estando de compras en East Village, salio Sissy del estupor en que habia estado durante semanas. Cogio una ramita de muerdago entre el dedo segundo y el tercero, se la coloco a Julian en la cabeza y le beso en la calle. Y volvio a casa tarareando un villancico. Durante las fiestas estuvo alegre y oplimista con solo una expresion ausente muy de tarde en tarde.

Luego, el 31 de diciembre, unas horas antes de que los Hitche fueran a reunirse con los Barth para la fiesta de Ano Viejo en Kenny's Castaways, llego la noticia de que varios hospitales de America y de Dinamarca habian seguido por propia iniciativa la politica de dejar morir a los ninos deformes. Un medico dijo en el noticiario de la CBS: «Si un nino es demasiado deforme para que pueda amarsele, su vida resultara un infierno. La muerte es un favor para aquellos a quienes resulta imposible amar.» Esta noticia hundio a Sissy en una mazmorra de depresion de la que no empezo a salir hasta mediados de febrero, en que por casualidad se encontro con esta noticia en el Times:

manila, Filipinas (AP) – Un periodico de Manila informaba ayer del nacimiento de un nino con seis dedos en cada mano y en cada pie. «Esto traera buena suerte a la familia», dijo entusiasmada la madre del nino.

54

SALTANDO UNAS VECES y resbalando y tropezando otras, abrumada, bajo Sissy el Sendero Siwash despues de tres dias en la fabrica del tiempo. Encontro a un grupo de vaqueras trabajando, dirigidas por Delores. Estaban quitando secadoras de peluqueria y Exercibles del ala danada de la casa principal, mientras un segundo grupo, dirigido por Big Red, reparaba afanosamente el viejo retrete del rancho. Bonanza Jellybean no aparecia por ningun sitio. Kym le revelo que Jelly y Debbie habian ido a llevar un par de sacos de arroz moreno al Lago Siwash en el carro. Se proponian alimentar a las grullas, que estaban ya instaladas alli, para ver si las aves prolongaban su estancia en el rancho.

Los cineastas no estaban ya en el lago. Se habian ido al noroeste del Pacifico a filmar una nueva pelicula a lo Walt Disney, Las Charcas de Cieno Vivientes, Se pasarian mucho tiempo asomando sus lentes de angulo ancho bajo humedas rocas.

Sissy dudaba si esperar o no el regreso de la vaquera jefe. Hizo el equipaje lentamente, pero cuando termino de cerrar la mochila, Jellybean aun no habia aparecido. Kym sugirio que quiza Jelly y Debbie se hubiesen parado a divertirse un poco. Esto resolvio sus dudas. Se echo la mochila al hombro y se alejo del rancho. No habia caminado cinco kilometros cuando llego a su lado la limosina Cadillac roida por las cabras (que resulto estar a nombre del Rosa de Goma). Kym asomo por la ventanilla del conductor.

– Bueno -dijo-. ?No vas a intentar pararme?

Kym, que habia desafiado a Delores para ayudar a Sissy, la dejo en la autopista principal. Se abrazaron.

– Siempre seras bien recibida -dijo. Tras el hombro de la vaquera se extendian kilometros de temblorosa hierba, como la cepillada cabellera de una gopi. Cerros violetas y colinas de un ocre quemado descansaban en sus sedes quietas como novelas de Zane Grey en una estanteria. El sol, que en aquellas zonas parece un mestizo (su padre fuego de la pradera, su madre mordisco de lobo) champuaba en sangre al Cerro Siwash. De modo que parecia una cabeza de trampero recien escalpelada. Aquello era el Oeste. Dakota.

De vuelta de Manhattan… Sissy, mirando sobre el borde primordial… batidores… sartenes… copas de conac. Sissy escuchando el medio galope del trafico por la Calle Decima. Sissy contemplando al perrito de aguas, Sissy, la vez siguiente que Marie la abordo, sorprendiendo a ambas al tomar la ofensiva, y despues, al vestirse, sintiendo que habia sido un error y jurando apartarse de las mujeres para siempre. Sissy extrayendo de Julian ideas, datos, opiniones… Interrumpiendo nuevamente las lecciones de esta para soltar entre dientes, «ja ja jo jo ji ji». Sissy pintandose las unas como si fuesen una ventisca de pastillas para la tos color cereza, mientras hacia autoestop de habitacion en habitacion. Sissy introspectiva, Sissy cavilosa, Sissy tranquila como siempre, salvo que su serenidad de siempre parecia ahora fragil y quebradiza, dando a los demas la inquietante impresion de que en cualquier momento podria lanzarse en una direccion inesperada.

Julian se negaba a deshacerse de ella.

– Es inmadura y poco disciplinada -explicaba-. Son caracteristicas que pueden superarse.

El mohawk creia que su mujer habia nacido en una familia normal del modo normal, y que si no se hubiese quebrado un cromosoma por alguna presion, si no hubiese resbalado un cromosoma y caido de culo, podria haberse convertido en una mujer normal como cualquier otra.

– Es encantadora y muy inteligente. Solo necesita que la ensenen a superar su desgracia en vez de complacerse en ella.

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