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EN RICHMOND, ERA CASI posible no oir desmigajarse el pastel, no oler quemarse el tocino. Un reciente articulo de revista afirmaba: «A diferencia de la mayoria de la nacion, Richmond prospera.» La depresion economica y psiquica que estaba chupando la sonrisa de la cara de la civilizacion occidental, apenas podia advertirse en la orgullosa ciudad surena. Por supuesto, Sissy raras veces advertia tales cosas, de cualquier modo. Lo que ella advertia, en su dia de regreso al pueblo natal, era que habia muchos elegantes automoviles nuevos, varios de ellos importados de Inglaterra (Richmond era obsesivamente anglofila). Penso que el autoestop resultaria alli interesante, quiza mas interesante que en su ninez… pero no estaba haciendo autoestop. Era dentro de otro taxi donde Sissy rodaba camino del hospital del centro de la ciudad, donde recordaba que el doctor Dreyfus tenia el consultorio.

El consultorio aun seguia alli, desde luego, pero habia cambiado. Mientras que en la primera visita de Sissy habia en el dos o tres grabados artisticamente enmarcados en la pared, el lugar parecia ahora mas una galeria de arte que un consultorio medico. Habia por todas partes reproduciones de Picasso, Bonnard, Renoir, Draque, Utrillo, Tufy, Soutine, Gauguin, Degas, Rouseau, Gris, Matisse, Zezanne, Monet, Manet, Ninet, Menet, Munet y otros. Muchas no estaban enmarcadas, sino clavadas en la pared en tan estrecha proximidad que frecuentemente se superponian, chocando entre si como peces en un banco. Era como si una antologia de pintura francesa moderna se hubiese entremezclado con un acuario.

La recepcionista no estaba en su mesa, asi que Sissy contemplo las peceras llenas de bonitos Gauguin y meros Picasso. Por fin, de un cubiculo del fondo surgio una mujer e informo a Sissy que el consultorio estaba cerrado. ?Cerrado? Si. Permanentemente. El doctor Dreyfus se habia retirado la semana anterior y la mujer estaba alli poniendo las cosas en orden, remitiendo pacientes a otros cirujanos plasticos, cerrando los libros y demas.

– Me gustaria recomendarle otro cirujano -dijo la mujer, que era baja, seca y gris, como la noche en la ciudad de un director de escuela de pueblo.

– Solo me sirve el doctor Dreyfus -dijo Sissy.

– Lo lamento -dijo la mujer.

– Pero si se ha retirado hace una semana, aun podra hacer alguna operacion, ?no?

– Me temo que no -dijo la mujer-. No hay ninguna posibilidad.

– ?Esta enfermo o algo asi?

La mujer no contesto inmediatamente.

– Eso es cuestion de criterios -dijo al fin con un suspiro-. Usted no es de Richmond, ?verdad?

Antes de que Sissy pudiese contestar, la mujer continuo:

– Senora, esta usted desperdiciando su tiempo y el mio. El doctor Dreyfus no hara mas operaciones, eso es definitivo. Ahora bien, si no quiere usted que le recomiende otro cirujano, habra de perdonarme. Tengo mucho que hacer. Tengo que empezar a descolgar todos estos estupidos cuadros. ?Ay Dios mio!

Como un mal habito, otro taxi dejo a Sissy caer en su interior. Sissy dio al taxista la direccion que la guia telefonica le habia dado. Estaba en el West End, en uno de los mejores barrios, aunque no el mejor. El mejor barrio de Richmond, como el del Cielo, esta reservado a los de credo cristiano.

Salio a abrir el propio doctor Dreyfus. No habia cambiado mucho y recordaba a Sissy. Recordaba mas bien ciertas partes de Sissy. De no ser asi, no la habria dejado pasar. Habian estado molestandole los periodistas, explico. No pregunto a que venia Sissy; parecia saberlo.

– Me temo que no voy a poder ayudarte -dijo-. Pero por favor, pequena, no te desanimes. Todos tenemos problemas en estos tiempos. Pero como dijo el pintor Van Gog: «Los misterios subsisten, subsisten la pena y la melancolia, pero la negacion perpetua esta equilibrada por el trabajo positivo que se logra asi, despues de todo.» En fin, no creo que signifique mucho para ti. Toma, lee esto mientras me cambio de ropa. Hay otros medicos que pueden ayudarte. Esto te explicara por que no puedo hacerlo yo.

Y entrego a su visitante un recorte de periodico.

– Ha habido muchos otros articulos, pero este es el que lo explica con mayor objetividad.

Y dejo a Sissy sola leyendo:

artista frustrado pierde titulo por nariz

De nino, en Paris, Felix Dreyfus habia sonado llegar a ser artista. Un primo suyo de mas edad, que era guia en el Louvre, le dejaba acompanarle en su trabajo, y alli adquirio un precoz conocimiento de la historia del arte. Pero desgraciadamente, los padres de Felix eran filisteos que atacaban de modo sistematico los suenos artisticos del nino, empujandole a seguir la carrera de medicina.

Cedio al fin el joven Dreyfus y termino su carrera con excelentes notas. Si sus padres hubiesen visto en la eleccion de la cirugia plastica de Felix los restos de sus viejos impulsos artisticos (la cirugia plastica es, despues de todo, una disciplina relativamente creadora y emparentada con la escultura) no le habrian permitido seguir tal carrera.

El doctor Dreyfus emigro a Estados Unidos en el periodo nazi y ejercio con exito su especialidad en Richmond, Virginia. Se distinguio alli como patrocinador de las artes y acumulo una amplia coleccion de libros sobre pintores y escultores. Se caso con su enfermera y llevaban una vida tranquila y comoda.

Pero el mes pasado, el doctor Dreyfus, sesenta y seis anos, realizo una operacion de cirugia plastica a un nino de catorce anos, Bernard Schwartz. Una operacion rutinaria para alterar el tamano y la forma de la nariz semita del muchacho. Aunque especializado en heridas y deformidades de las manos, el doctor Dreyfus habia realizado con pleno exito varios «trabajos de nariz». Cuando se retiraron los vendajes de la proboscide de Bernie Schwartz, los horrorizados padres del muchacho quedaron boquiabiertos ante lo que se ha calificado de «el caso mas escandaloso de error deliberado de la historia moderna de la medicina».

Sucumbiendo, como un maniaco, a sus impulsos artisticos reprimidos, el doctor Felix Dreyfus, desdenando el marmol, la arcilla y el yeso para trabajar con carne viva, habia esculpido en el rostro del pequeno Bernie Schwartz la primera nariz cubista del mundo.

La nueva nariz de Bernie tenia seis agujeros, dos delante y dos a cada lado, y tres puentes, de modo que parecia mirar frontalmente por ambos perfiles. Segun el exuberante doctor Dreyfus, la nariz de Bernie esta «enfocada simultaneamente desde varias perspectivas, superponiendose todas ellas, de modo que lo que tenemos es una nariz en totalidad, y esa totalidad consigue sugerir movimiento, aunque permanezca estaticamente; destruye la idea clasica del rostro, en que la nariz esta fija y es invariable; se trata de una nariz en perpetuo estado de naricidad total, aunque se encuentre al borde mismo de lo abstracto».

Puede que el entusiasmo del doctor Dreyfus resulte fugaz. El consejo de medicina de Virginia ha suspendido su licencia, y se dice que quizas se permita al cirujano retirarse en vez de iniciar un proceso para prohibirle judicialmente el ejercicio de su profesion. Los padres de Bernie, que no comparten la valoracion estetica que hace de su obra el doctor Dreyfus, le han demandado exigiendole tres millones de dolares. Ademas, la «obra maestra» esta condenada. Tan pronto como sea medicamente factible, un equipo de cirujanos plasticos de Washington restaurara la primera nariz cubista del mundo -Norman Rockwell. Entretanto, Bernie Schwartz sale muy poco de casa.

Cuando el doctor Dreyfus volvio, con aire un tanto bovino, al salon, Sissy se lanzo a abrazarle. Era la primera vez que sonreia en mas de veinticuatro horas.

– ?Oh doctor -grito-. Tiene usted que hacerlo. A usted y solo a usted puedo permitirle eliminar mi don!

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AH EL PULGAR -musito el doctor Dreyfus guinando sus ojillos para que pudiesen apreciar en toda su amplitud y tamano los prodigiosos apendices de Sissy-. El pulgar, si. El pulgar el pulgar el pulgar el pulgar el pulgar el pulgar. Uno de los inventos mas ingeniosos de la evolucion; una herramienta congenita sensible al tacto, al contorno y a la temperatura: palanca alquimica; clave secreta de la tecnologia; enlace entre la inteligencia y el

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