– Este ano fui abatido durante el gran
Todos los comensales callaron. La historia del vuelo con ropa de
– ?Le gusta jugar al
– ?Hay mas tipos
– Si-asintio Cook-. Esta tambien el
– Bien, me refiero al que se juega con los pies.
– Ambos se juegan con los pies, por eso se llaman
Afonso se quedo cortado.
– Pero ?cual es la diferencia entre ellos?
– El
– ? Ah! -entendio Afonso-. Entonces en Portugal solo conocemos el
– Justamente es el que me gusta a mi -exclamo el ingles-. Es menos violento, estan prohibidos los empujones y tambien las obstrucciones, no es como el
El capitan se dio cuenta de que los anfitriones no entendian la conversacion y, diplomaticamente, refreno su entusiasmo. Queria contar las aventuras de su infancia detras de una pelota de trapo, los desvarios de su juventud dando puntapies a un canto rodado y hasta los grandes
Agnes aprovecho la oportunidad para dejar de lado el tema deportivo, que decididamente no le interesaba.
– Entonces usted esta ahora con los portugueses -dijo, dirigiendose al teniente ingles.
– Yes.
– ?Y le gustan?
– Son buenos soldados… -dijo la anfitriona, entre interrogativa y afirmativa.
La respuesta fue inesperada.
– ?No son buenos soldados?
– Mire, para que haya buenos soldados hace falta sobre todo que haya buena organizacion. Enseneme un ejercito bien organizado y yo le ensenare buenos soldados. La organizacion produce disciplina, motivacion y
Afonso se mantuvo callado. Ya habia conversado una vez con Cook en el comedor de los oficiales de la brigada sobre este tema y conocia sus poco diplomaticas opiniones, por lo que estas palabras no eran una novedad para el. El teniente ingles se expresaba con un candor apabullante, casi cruel, pero el capitan pensaba, en lo mas intimo, que lo que decia era verdad. En la fase de instruccion, Afonso habia pasado una temporada en las trincheras inglesas y sabia cuan diferentes eran de las portuguesas en terminos de organizacion, disciplina, higiene y trabajo.
– Los portugueses son desorganizados… -solto Agnes, sonriente, como quien dice que no se trata de un pecado muy grande.
– Tal vez amen demasiado la vida y entiendan que hay cosas mas interesantes que andar matandose los unos a los otros -aventuro la francesa, que miro a Afonso como alentandolo.
El portugues aprovecho la alusion.
– Quitennos el amor, el vino, nuestro pan, el chorizo y el sol, y nos quitan la alegria -observo con una sonrisa.
Era una oportunidad para cambiar de tema, lo que Agnes y Afonso deseaban ardientemente, pero el baron Redier no lo permitio.
– Deme un ejemplo de desorganizacion portuguesa -solicito el baron al teniente ingles.
– La cuestion de la limpieza de las trincheras -respondio Cook casi de inmediato.
– ?La limpieza?
– La limpieza. Este es un aspecto que parece irrelevante para definir un buen ejercito y, no obstante, es de enorme importancia. Por las normas de higiene es posible descubrir los niveles de organizacion, disciplina y motivacion de un ejercito.
– ?Las trincheras portuguesas son sucias? -pregunto el baron, con una mueca maliciosa.
– Las portuguesas y las francesas -se adelanto Cook para no dejar que el baron se burlase del capitan.
La mueca de Redier se deshizo y su rostro revelo un subito rubor irritado que el teniente ingles ignoro. Si le hacian preguntas, respondia, y ?que culpa tenia el de que las respuestas no le agradasen a quien preguntaba?
– ?Las francesas?
– Bien sur.
Se hizo el silencio.
– Eso no es muy agradable -corto Agnes, agobiada por el rumbo de la conversacion y por los comentarios del teniente, que considero desagradables e innecesarios.
– Me pidieron la verdad y la he dicho -repuso Cook, haciendo un gesto de impotencia-. El capitan Afonso ya conoce mis opiniones y, por lo que he podido captar de su reaccion, creo que incluso esta de acuerdo.
Afonso sintio que tenia que decir algo. Carraspeo, afinando las cuerdas vocales antes de hablar.
– Es un hecho que las trincheras portuguesas estan lejos de ser un modelo -admitio-. Tenemos un problema con nuestro cuadro de oficiales que, en general, no cree en la participacion de Portugal en esta guerra. Los hombres se estan cansando, aun no se ha hecho