?Por que?
La puerta se abrio y lo llevaron a una sala donde le tomaron fotografias, le sacaron las huellas dactilares en un tampon electronico y una muestra de ADN del interior de la boca. Luego le dejaron en su celda a solas… con su perplejidad.
Capitulo 85
Para algunos agentes, una carrera en el cuerpo de policia implicaba una serie de cambios constantes, no siempre predecibles. De un dia para otro, podian trasladarte de un equipo de patrulla a la Unidad de Apoyo Local, para ejecutar ordenes de arresto y ocuparte de disturbios. Luego podias estar de paisano como agente encubierto en una brigada antidrogas, despues en el aeropuerto de Gatwick, encargandote del control de equipajes. Otros encontraban su huequecito, como una serpiente encuentra su agujero, o un calamar su grieta en un espigon, y se quedaban en un puesto durante treinta anos, hasta que se jubilaban, la carnada en el anzuelo, una pension muy aceptable, gracias por todo.
La sargento Jane Paxton era de ese tipo de agentes que habia encontrado su huequecito y que se habia quedado en el. Era una mujer de cuarenta anos grande y poca agraciada, con el pelo castano lacio y una actitud brusca y seria, que trabajaba como coordinadora de interrogatorios.
Hacia algunos anos se habia granjeado el carino de todo el personal femenino de Sussex House cuando, segun la leyenda, le habia dado un bofeton a Norman Potting. Dependiendo de con quien hablaras, habia media docena de versiones de lo ocurrido. La que habia oido Grace era que Potting le habia puesto la mano en el muslo por debajo de la mesa durante una reunion con el anterior jefe de policia.
La sargento Paxton estaba ahora sentada delante de Grace a la mesa redonda del despacho de este, vestida con una blusa ancha tan voluminosa que parecia que sacara la cabeza por una tienda de campana. A su lado estaban Nick Nicholl y Glenn Branson. La sargento Paxton bebia agua. Los tres hombres tomaban cafe. Eran las ocho y media de la tarde del lunes y los cuatro sabian que tendrian suerte si lograban marcharse de la central del Departamento de Investigacion Criminal antes de medianoche.
Mientras Brian Bishop estaba solo, rascandose el ombligo en la celda del bloque de detencion, aguardando la llegada de su abogado, el equipo estaba elaborando la «politica» de interrogatorio para Bishop. Branson y Nicholl, que habian recibido formacion especializada en tecnicas de interrogatorios, llevarian a cabo las distintas sesiones. Roy Grace y Jane Paxton mirarian desde la sala de observacion.
El procedimiento clasico era someter al sospechoso a tres interrogatorios estrategicos consecutivos a lo largo del periodo de veinticuatro horas durante el que podian retenerlo. En el primero, que tendria lugar esta noche despues de que llegara el abogado del detenido, Bishop seria practicamente el unico en hablar, para determinar su historia. Le animarian a que la estableciera, a que hablara sobre sus origenes familiares y a que relatara sus movimientos durante las veinticuatro horas inmediatamente anteriores a la muerte de su esposa.
En el segundo interrogatorio, que seria por la manana, se formularian preguntas especificas sobre todo lo que Bishop hubiera dicho en la primera sesion. El tono se mantendria cortes y constructivo, y los agentes irian anotando todas las contradicciones. Hasta el tercer interrogatorio, que tendria lugar mas tarde, despues de que Bishop y el equipo se tomaran un descanso -y el equipo hubiera tenido la oportunidad de evaluar todos los datos-, no se acabarian las contemplaciones. En este tercer interrogatorio se abordaria cualquier contradiccion o posible mentira.
La esperanza era que al final de la tercera sesion, la informacion arrancada al sospechoso, combinada con las pruebas que ya tenian -como el ADN, en este caso-, bastara para que uno de los fiscales, que trabajaba desde un despacho en la central de la fiscalia en Dyke Road, aceptara que habia base suficiente para obtener potencialmente una condena y asi autorizar la imputacion formal del sospechoso.
Para obtener resultados satisfactorios en un interrogatorio era clave que preguntas debian formularse y, sobre todo, que datos ocultar. Todos estuvieron de acuerdo en no mencionar hasta la tercera sesion que disponian de una imagen del Bentley de Bishop dirigiendose a Brighton poco antes del asesinato de la senora Bishop.
Luego, estuvieron un rato debatiendo sobre cuando sacar el asunto del seguro de vida. Grace senalo que, como ya habian interrogado a Bishop al respecto, y el hombre habia negado tener conocimiento del mismo, debian incluirlo en la primera sesion, para ver si habia cambiado su version de la historia.
Acordaron abordar el asunto de la mascara antigas durante el segundo interrogatorio. Jane Paxton sugirio que formara parte de una serie de preguntas especificas sobre la vida sexual de Bishop con su mujer. Los demas estuvieron de acuerdo.
Grace pidio a Branson y a Nicholl un relato detallado de como se habia comportado Bishop durante su detencion y que actitud habia tenido en general.
– Es un tipo un poco seco -dijo Branson-. Alucine bastante cuando Nick y yo fuimos a darle la noticia sobre la muerte de su mujer. -Miro a Nicholl en busca de confirmacion y el agente asintio. Branson continuo-: Si, bueno, al principio se mostro afligido, pero ?sabes que dijo despues? -Miro a Grace, luego a Paxton-. «La verdad es que ahora no es un buen momento. Estoy en mitad de un torneo de golf.» ?Os lo podeis creer?
– Si acaso, yo creo que el comentario significa lo contrario -contesto Grace.
Todos miraron al comisario con interes.
– ?Lo contrario? -pregunto Branson.
– Por lo que he visto de el, Bishop es demasiado inteligente como para hacer una observacion insensible y que potencialmente podria incriminarle -contesto Grace-. Es mas bien el tipo de comentario que hace alguien que esta totalmente perplejo, lo cual indicaria que el shock era autentico.
– ?Estas diciendo que crees que es inocente? -pregunto Jane Paxton.
– No, lo que digo es que tenemos algunas pruebas solidas contra el. Cinamonos a los hechos concretos por el momento. Un comentario como ese podria ser util durante el juicio, el fiscal podria utilizarlo para ayudar a influir en el jurado y ponerlo en contra de Bishop. Deberiamos guardarnoslo y no sacarlo en ninguno de los interrogatorios, porque seguramente dira que le malinterpretasteis, y entonces habreis fastidiado el factor sorpresa.
– Bien visto -dijo Nick Nicholl, y bostezo, pero se disculpo al instante.
Grace sabia que era duro retener al joven policia alli hasta tan tarde, con un bebe en casa, pero no era problema suyo. Nicholl era el tipo blando perfecto para contrarrestar al tipo inflexible que encarnaba Branson en esta serie de interrogatorios.
– El siguiente punto de la lista -dijo Jane Paxton- es la relacion de Bishop con Sophie Harrington.
– En el tercer interrogatorio, sin duda -dijo Grace.
– No, creo que tendriamos que sacar el tema en el segundo -contesto Branson-. Podemos volver a preguntarle si la conocia y, si contesta que si, que relacion tenian. Nos daria un buen dato sobre hasta que punto es sincero, en funcion de si niega conocerla o no. ?Cierto?
– Bien visto -dijo Grace-. Pero sabra que estamos analizando todas sus llamadas telefonicas, asi que tendria que ser muy estupido para negar que la conocia.
– Si, pero creo que merece la pena preguntarselo en el segundo interrogatorio -insistio Branson-. Mi razonamiento es el siguiente: tenemos a esa testigo enfrente de la casa de Sophie Harrington, que le ha identificado y ha dicho que lo vio alrededor de la hora del asesinato. Dependiendo de como responda a la pregunta de las llamadas telefonicas en el segundo interrogatorio, podemos soltarle esa informacion en el tercero.
Grace miro a Jane Paxton. La mujer asentia con la cabeza.
– De acuerdo -dijo-. Buen plan.
Sono el telefono interno. Se retiro de la mesa y fue a su escritorio para contestar.
– Roy Grace. -Escucho durante unos momentos y luego dijo-: Bien. De acuerdo. Gracias. Estaremos listos.
Colgo el telefono y volvio a unirse a ellos en la mesa.
– El abogado de Bishop llegara a las nueve y media. -Miro su reloj-. Faltan cuarenta y cinco minutos.
– ?Quien es? -pregunto Jane Paxton.
– Leighton Lloyd.