Harry cerro brevemente los ojos y se froto la frente con ambas manos. Al fin, levanto la mirada y dijo:
– ?No sabe usted cosas de otras mujeres que los hombres son demasiado cazurros para captar?
Ella asintio. La habia convencido y con un buen argumento, la verdad.
– Limitese a mantenerse alejada de el. Prometamelo.
– No puedo prometerle eso -dijo ella, aunque deseaba poder hacerlo.
– Olivia…
– Le puedo prometer intentarlo. Sabe que es lo maximo que puedo hacer.
Harry asintio.
– Muy bien.
Se produjo un silencio vacilante y tenso, y entonces ella dijo:
– Deberia irse a tomar ese bano. Esta tiritando.
– Usted tambien -repuso el en voz baja.
Era verdad. Olivia no se habia dado cuenta, no habia notado el tembleque, pero ahora… ahora que lo sabia… le parecio que se intensificaba mas y mas… y penso que iba a gritar, aunque desconocia el motivo. Simplemente tenia ganas de desahogarse. Demasiados sentimientos. Demasiados…
Sencillamente demasiados; aquello la superaba.
Olivia asintio con brusquedad.
– Buenas noches -dijo a todo correr. Las lagrimas estaban a punto de brotar y no queria que el las viera.
– Buenas noches -repuso Harry, pero ella habia logrado bajar la ventana de guillotina antes de que el terminara de hablar. Y Olivia corrio entonces hasta la cama y hundio el rostro en la almohada.
Pero no lloro, aunque ahora queria hacerlo.
Y aunque seguia sin saber el porque.
Harry se arrebujo con la manta mientras salia penosamente de su despacho. Ya no tenia tanto frio, pero se encontraba fatal. Tenia una inquietante sensacion de vacio en el pecho, que al parecer se intensificaba con cada respiracion, extendiendose hasta su garganta y encogiendole los hombros con tension y rigidez.
Comprendio que no era frio, sino miedo.
Hoy el principe Alexei habia asustado a Olivia, y el no estaba exactamente seguro de lo que este habia hecho o dicho, y sabia que ella restaria importancia a sus sentimientos si la aguijoneaba, pero algo habia pasado. Y volveria a pasar, si le daban rienda suelta al principe.
Harry se arrastro por el recibidor, sujetaba la manta con la mano izquierda mientras utilizaba la derecha para masajearse la nuca. Necesitaba tranquilizarse. Necesitaba recobrar el aliento y pensar con claridad. Subiria a banarse y luego se meteria en la cama, donde podria analizar con calma el problema y…
Empezaron a aporrear la puerta principal.
El corazon le dio un vuelco y se le despertaron los musculos de golpe, todos sus nervios preparados de pronto para la accion. Era tarde y habia estado persiguiendo a rusos misteriosos por las calles, y…
Y era un idiota. Si alguien quisiera irrumpir en su casa, no lo haria por la maldita puerta principal. Harry se acerco a ella contrariado, descorrio el cerrojo y la abrio.
Edward se desplomo al entrar.
Harry se quedo mirando a su hermano pequeno con indignacion.
– ?Oh, por el amor de Dios!
– ?Harry? -Edward alzo la vista con los ojos entornados y Harry se pregunto a quien demonios mas esperaba encontrarse.
– ?Cuanto has bebido? -le pregunto.
Edward procuro levantarse, pero al cabo de un momento se rindio y se sento en el mismo centro del recibidor, parpadeando como si no estuviese seguro de como habia adquirido esa postura.
– ?Que?
Harry hablo en voz mas baja, si cabe. Y mas seria.
– ?Cuanto has bebido?
– Mmm… ehh… -Edward movio la boca casi como si estuviese dandole vueltas al tema. Probablemente fuese asi, penso Harry asqueado.
– Dejalo -le espeto a su hermano. ?Que mas daba el numero de copas que se hubiese tomado Edward? Las suficientes para dejarlo inconsciente. A saber como habia llegado a casa. Desde luego no era mejor que su padre. La unica diferencia era que sir Lionel habia limitado gran parte de sus borracheras al ambito domestico; Edward, en cambio, se estaba poniendo en evidencia por todo Londres.
– Levantate -le ordeno Harry.
Edward lo miro atonito.
– Levantate.
– ?Por que estas tan enfadado? -musito este al tiempo que alargaba un brazo. Pero Harry no le dio la mano, de modo que dificultosamente se puso de pie el solo, agarrandose a una mesa cercana para no perder el equilibrio.
Harry trato de controlar su malhumor. Tenia ganas de coger a Edward y zarandearlo una y otra vez, y decirle a voz en grito que se estaba matando, que cualquier dia de estos moriria como habia muerto sir Lionel, solo y tontamente.
Su padre se habia caido por una ventana. Se asomo demasiado y en la caida se desnuco. En la mesita cercana habian encontrado una copa de vino y una botella vacia.
O eso es lo que le habian dicho, porque el estaba por entonces en Belgica. El abogado de su padre le habia escrito una carta con los detalles.
Su madre nunca le hablo del asunto.
– Vete a la cama -ordeno Harry en voz baja.
Edward se tambaleo y sonrio desafiante.
– No tengo por que hacer lo que tu digas.
– Muy bien, pues -lo solto. Ya estaba harto. Era como revivir lo de su padre, solo que ahora podia hacer algo al respecto. Podia decir algo. No tenia que quedarse ahi, indefenso, y recoger la vomitona ajena-. Haz lo que te de la gana -le dijo en voz baja y temblorosa-. Pero no vomites dentro de mi casa.
– ?Claro! Eso te gustaria, ?verdad? -chillo Edward, dando bandazos hacia delante y apoyandose luego en la pared cuando tropezo-. Te gustaria que me fuera para que todo pudiera estar limpio y ordenado. Nunca me has querido.
– ?De que demonios hablas? Eres mi hermano.
– Me abandonaste. ?Me abandonaste! -dijo Edward casi a gritos.
Harry lo miro fijamente.
– Me dejaste solo. Con el. Y con ella. Y sin nadie mas. Tu sabias que Anne se casaria y se iria. Sabias que no se quedaria nadie mas conmigo.
Harry sacudio la cabeza.
– Estabas a punto de irte al colegio. Nada mas te faltaban unos meses para irte. Me asegure de ello.
– ?Oh, eso fue…! -Edward torcio el gesto y su cabeza se movio sin control, y por un instante Harry creyo que su hermano iba a vomitar. Pero unicamente intentaba dar con la palabra adecuada, una palabra cargada de rabia y sarcasmo.
Solo que estaba tan borracho que no pudo.
– Ni siquiera… ni siquiera te paraste a pensar. -Edward agito un dedo repetidamente frente a Harry-. ?Que pensaste que pasaria cuando me dejase en el colegio?
– ?No deberias haber dejado que el te llevase!
– ?Y yo que sabia! Tenia doce anos. ?Doce! -grito Edward.
Harry hizo rapidamente memoria, intentando recordar la despedida, pero no recordaba casi nada. Habia tenido tantas ganas de largarse, de alejarse de todo. Aunque antes habia hablado con Edward, ?verdad? Le habia dicho que todo iria bien, que se iria a Hesslewhite y no tendria que tratar con sus padres. Y le habia dicho que no dejase que su padre se acercara por el colegio, ?verdad?
– Se meo en los pantalones -declaro Edward-. El primer dia. Se quedo dormido en mi cama y se meo en los pantalones. Le ayude a levantarse y le cambie de ropa. Pero no tenia sabanas de recambio y todos… -Se le anudo