la voz y Harry pudo ver en su rostro a ese chico aterrorizado, confuso y solo-. Todos creyeron que habia sido yo - dijo Edward-. Un comienzo estelar ?no crees? -Entonces se bamboleo un poco, animado por su impetu-. Despues de aquello me converti en el chico
– Lo siento -dijo Harry.
Edward se encogio de hombros, luego dio un traspie. Harry alargo los brazos y esta vez lo sujeto. Y entonces (no supo con seguridad como sucedio ni por que lo hizo) estrecho con fuerza a su hermano. Le dio un abrazo. Uno breve nada mas. Solo durante el tiempo que tardo en reprimir las lagrimas de sus ojos.
– Deberias irte a la cama -dijo Harry con voz ronca.
Edward asintio y se apoyo en Harry, quien le ayudo a llegar a la escalera. Los dos primeros escalones los subio bien, pero en el tercero tropezo.
– Lo ciento -mascullo Edward mientras se esforzaba por enderezarse.
Pronunciaba las «eses» como «zetas», igual que su padre.
Harry sintio que se mareaba.
No fue rapido ni agradable, pero al fin logro tumbar a Edward en su cama, con las botas puestas y todo. Lo tumbo cuidadosamente de costado con la boca cerca del borde del colchon, por si acaso vomitaba. Y entonces hizo algo que no habia hecho nunca en todos los anos que habia colocado a su padre en una posicion similar.
Espero.
Se quedo en la puerta hasta que Edward respiro suave y regularmente, y luego permanecio alli unos minutos mas.
Porque las personas no debian estar solas. Y no debian tener miedo ni sentirse indefensas. Y no deberian tener que llevar la cuenta del numero de veces que ocurria una desgracia ni deberia preocuparles que pudiera repetirse.
Y estando ahi, en la oscuridad, entendio lo que tenia que hacer. No solo por Edward, sino por Olivia. Y quiza tambien por si mismo.
Capitulo 15
A la manana siguiente Olivia ya no se encontraba tan mal. Al parecer, la luz del dia y un sueno nocturno reparador podian levantar mucho los animos, aun cuando no hubiese llegado a ninguna gran conclusion.
Por que llore anoche.
Por Olivia Bevelstoke.
En realidad, no llore,
pero lo parecia.
Decidio enfocarlo desde otro punto de vista:
Por que no llore anoche.
Por Olivia Bevelstoke.
Suspiro. No tenia ni idea.
Claro que puede que se enganase a si misma. De modo que decidio no pensar en ello, por lo menos hasta que lograse desayunar algo. Con el estomago lleno pensaba con mas criterio.
Estaba en pleno proceso de la rutina matinal, procurando quedarse quieta mientras su doncella le recogia el pelo, cuando llamaron a la puerta.
– ?Adelante! -chillo, y a continuacion le susurro a Sally-: ?Has pedido que me suban chocolate?
Sally cabeceo y ambas levantaron la vista cuando entro una criada anunciandole a Olivia que sir Harry la esperaba en el salon.
– ?A
– ?Quiere que le pida a Huntley que le diga a sir Harry que esta usted ocupada?
– No -contesto Olivia. Harry no vendria a verla tan temprano sin una razon de peso-. Digale que enseguida bajo, por favor.
– Pero no ha desayunado, milady -dijo Sally.
– Estoy convencida de que no morire de inanicion por saltarme un desayuno. -Olivia levanto el menton y observo su reflejo en el espejo. Sally le estaba haciendo un peinado bastante sofisticado, con trenzas, pasadores y al menos una docena de horquillas-. ?Que tal si me haces algo mas sencillo esta manana?
Sally se desinflo.
– Ya llevamos mas de la mitad del peinado, se lo aseguro.
Pero Olivia ya se estaba sacando horquillas.
– Creo que bastara con un sencillo mono.
Sally suspiro y empezo a rehacerle el peinado. Aproximadamente al cabo de 10 minutos Olivia estuvo lista y se dirigio escaleras abajo, intentando ignorar el mechon de pelo que se le habia soltado con las prisas y habia que esconder detras de la oreja. Cuando llego al salon, sir Harry estaba sentado en el otro extremo, frente al pequeno escritorio que habia junto a la ventana.
Daba la impresion de que estaba… ?trabajando?
– Sir Harry -dijo ella mirandolo con cierta perplejidad-. Es muy pronto.
– He llegado a una conclusion -le dijo el poniendose de pie.
Olivia lo miro con expectacion. Parecia tan… categorico.
Harry junto las manos frente al cuerpo, su postura relajada.
– No puedo consentir que este usted a solas con el principe.
Eso mismo habia dicho la noche anterior, pero ?que se le iba a hacer!
– Solamente hay una solucion -continuo-. Sere su guardaespaldas.
Ella lo miro atonita.
– El tiene a Vladimir y usted me tendra a mi.
Ella seguia mirandolo, todavia atonita.
– Hoy me quedare aqui con usted -explico.
Olivia parpadeo varias veces y por fin fue capaz de hablar.
– ?En mi salon?
– Si, pero no piense que tiene que darme conversacion -dijo Harry senalando los diversos papeles que habia esparcido sobre el pequeno escritorio-. Me he traido cosas para hacer.
?Santo cielo! ?Acaso pretendia mudarse a su casa?
– ?Se ha traido trabajo?
– Lo lamento, pero de verdad que no puedo perder todo un dia.
Ella abrio la boca, pero tardo varios segundos en exclamar:
– ?Oh!
Porque, ?que mas podia haber dicho ante aquello?
Harry le dedico lo que ella supuso que el consideraba una sonrisa alentadora.
– ?Por que no se va a buscar un libro y me hace compania? -inquirio el, senalando la zona de estar del centro de la habitacion-. ?Vaya, si no le gusta leer! Bueno, el periodico tambien vale. Sientese.
De nuevo tardo unos instantes en conseguir hablar.
– ?Me esta invitando a hacerle compania en mi salon?
Harry la miro fijamente y luego dijo:
– Preferiria que estuvieramos en el mio, pero no creo que eso fuera aceptable.