Harry meneo la cabeza y a ella le parecio verlo sonreir, pero seguia sin levantar la vista.

Olivia suspiro con fuerza, luego lo miro de reojo.

Harry ni se inmuto.

Entonces ella se autoconvencio de que la intencion inicial del suspiro no habia sido intentar atraer su atencion. Habia suspirado porque necesitaba sacar el aire, y si lo habia hecho con fuerza, en fin, solia hacerlo asi. Y como habia hecho ruido, le habia parecido logico desviar la vista hacia el…

Volvio a suspirar. No deliberadamente, por supuesto.

El siguio trabajando.

Posible contenido de los papeles de sir Harry,

por Olivia Bevelstoke.

Continuacion de La senorita Butterworth

(?acaso no seria una maravilla que el resultara ser el autor?).

Continuacion no autorizada de La senorita Butterworth,

porque es sumamente improbable que el escribiera el original,

por magnifico que eso fuese.

Un diario secreto… ?con todos sus secretos!

Algo totalmente distinto.

El pedido de un sombrero nuevo.

Olivia solto una risita.

– ?Que es lo que encuentra tan divertido? -inquirio Harry, alzando por fin la mirada.

– Me es totalmente imposible explicarselo -contesto ella, procurando que no se le escapara la risa.

– ?Se esta riendo de mi?

– Solo un poco.

El enarco una ceja.

– Vale, esta bien, me estoy riendo a su costa, pero lo tiene merecido. -Olivia le sonrio esperando que el hiciese algun comentario, pero no hizo ninguno.

Lo cual fue decepcionante.

Retomo la lectura de La senorita Butterworth, pero aunque la pobre chica acababa de partirse ambas piernas en un terrible accidente en carruaje, la novela no era nada emocionante.

Olivia empezo a tamborilear sobre una de las paginas abiertas con los dedos. El ruido aumento mas… y mas… hasta que parecio reverberar por toda la sala.

Al menos eso le parecio a ella, porque Harry ni se inmuto.

Entonces exhalo con fuerza y se concentro de nuevo en la senorita Butterworth y sus piernas rotas.

Volvio la pagina.

Y leyo. Y paso otra. Y leyo. Y volvio la siguiente y…

– Ya va por el capitulo cuatro.

Olivia dio un respingo en el asiento sobresaltada por el sonido de la voz de Harry tan cerca de su oreja. ?Como era posible que se hubiese levantado sin darse ella cuenta?

– Tiene que ser bueno el libro -declaro.

Ella se encogio de hombros.

– No esta mal.

– ?Se ha recuperado la senorita Butterworth de la viruela?

– ?Oh! Han pasado siglos desde eso. Recientemente se ha roto las dos piernas, le ha picado una avispa y por poco la venden como esclava.

– ?Todo eso en cuatro capitulos?

– Mas bien tres -le dijo ella, senalando la cabecera visible en la pagina abierta-. Acabo de empezar el cuarto.

– Ya he acabado lo que tenia que hacer -anuncio el bordeando el escritorio hasta plantarse frente al sofa.

?Vaya! Ahora, por fin, podia preguntarselo.

– ?Que estaba haciendo?

– Nada especialmente interesante. Un informe sobre la contabilidad de la produccion de cereales en mi finca de Hampshire.

Al lado de lo que se habia imaginado Olivia, esto fue un tanto decepcionante.

Harry tomo asiento en el otro extremo del sofa y cruzo un tobillo sobre la rodilla contraria. Era una postura muy informal, que reflejaba comodidad y familiaridad, y algo mas… algo que hizo que Olivia se sintiera a gusto, pero que la aturdia. Procuro pensar en otro hombre que pudiera sentarse junto a ella en tan relajada postura. Ninguno. Unicamente sus hermanos.

Y desde luego sir Harry Valentine no era su hermano.

– ?En que piensa? -pregunto el con picardia.

Ella seguramente puso cara de sorpresa, porque Harry anadio:

– Se ha sonrojado.

Olivia enderezo los hombros.

– No me he sonrojado.

– ?Claro que no! -exclamo el sin titubeos-. Es que hace mucho calor aqui dentro.

No era verdad.

– Pensaba en mis hermanos -comento ella. En parte era cierto y eso deberia poner fin a las imaginaciones de Harry acerca de su supuesto rubor.

– Me cae bastante bien su hermano gemelo -dijo Harry.

– ?Winston? -?Cielos! Podria haberle dicho que le gustaba colgarse de los arboles con los monos o comerse sus cagarrutas.

– Cualquiera que sea capaz de exasperarla no puede sino merecer mi admiracion.

Ella lo miro cenuda.

– ?Y me tengo que creer que era usted carinoso e inofensivo con su hermana?

– En absoluto -repuso el sin verguenza alguna-. Fui muy cruel. Pero… -Harry se inclino hacia delante, su mirada era pura malicia-… siempre lo hice con discrecion.

– ?Venga, por favor! -Olivia tenia suficiente experiencia con sus hermanos varones como para saber que Harry no tenia ni idea de lo que hablaba-. Si lo que intenta es decirme que su hermana no estaba al tanto de sus trastadas…

– ?Oh, si, ella seguro que estaba enterada! Pero mi abuela no -susurro Harry.

– ?Su abuela?

– Vino a vivir con nosotros cuando yo era pequeno. Sin duda, estaba mas unido a ella que a mis padres.

Olivia se sorprendio a si misma asintiendo con la cabeza, aunque no sabia muy bien por que.

– Debia de ser adorable.

Harry solto una carcajada.

– Mi abuela era muchas cosas, pero adorable, no.

Olivia no pudo evitar sonreir al preguntar:

– ?A que se refiere?

– A que era muy… -Agito una mano en el aire mientras elegia las palabras-. Estricta. Y deberia decir que de ferreas convicciones.

Olivia penso unos segundos en eso, luego dijo:

– Me gustan las mujeres de convicciones ferreas.

– Me lo puedo imaginar.

Ella noto que sonreia e inclino el tronco hacia delante con una sensacion de afinidad maravillosa, casi euforica.

– ?Le habria caido bien yo?

Al parecer, la pregunta cogio desprevenido a Harry, que estuvo unos instantes con la boca abierta antes de

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