– Pero, finalmente, se lo conto.
– No hasta mas tarde.
– ?Cuanto mas tarde?
– Anos. Ella tendria entonces catorce o quince anos. Kruse me llamo tarde una noche, y me cazo totalmente por sorpresa. Le gustaba hacer estas cosas. De repente habia cambiado por completo su cantinela. De repente era
– ?En que modo se puso peor?
– Ella empezo a hacer las cosas… propias de una quinceanera.
– ?A escaparse?
– A desaparecer. A veces, durante dias… absolutamente sin previo aviso. Yo mandaba a Ramey a buscarla, pero raras veces la encontraba. Luego, como surgida de la nada, volvia arrastrandose, habitualmente en plena noche, toda ella despeinada, sucia, llorando, prometiendo no volver a hacerlo nunca. Pero siempre lo volvia a hacer.
– ?Hablaba acerca de donde habia estado?
– ?Oh! A la manana siguiente estaria pavoneandose, contandome cosas terribles, con el fin de hacerme sufrir… de como habia cruzado el puente e ido a la parte negra de la ciudad, cosas asi. Nunca supe cuanto de todo ello era creible… porque no queria creerme nada. Luego, cuando ya fue lo bastante mayor como para conducir, cogia uno de mis coches y se esfumaba. Semanas mas tarde comenzaban a llegar los recibos de las tarjetas de credito y las multas de trafico, y asi descubria por donde habia estado de correria: por Georgia, por Louisiana, por ciudades pequenas de las que jamas habia oido hablar. Y solo Dios sabe lo que hacia por alla. En una ocasion fue a los carnavales, al Mardi Gras, y volvio a casa pintada de verde. Finalmente, le prohibi que cogiese los coches cuando arruino mi coche favorito: un encantador Bentley antiguo, pintado de lila, con cristales grabados. Henry me lo regalo para nuestro decimo aniversario. Lo condujo hasta el oceano, lo metio dentro, y salio a pie, dejandolo alli. Claro que siempre conseguia hacerse con un juego de llaves de algun coche, y volvia a empezar.
Ahora no habia sonrisa.
Recorde lo que el me habia dicho acerca de las marcas de agujas, y le pregunte:
– ?Y cuando empezo con las drogas?
– Cuando tenia trece anos, Paul le receto tranquilizantes.
– El no era doctor en medicina general. No podia recetar.
Se encogio de hombros.
– En efecto, pero el caso es que le consiguio esas drogas: tranquilizantes con receta.
– ?Y que me dice de las drogas ilegales?
– No se. Supongo que tambien las tomaba, ?por que no? ?Nada podia impedirle hacer lo que se le antojaba!
– Y durante este periodo, ?cuan a menudo la veia Kruse?
– Cuando ella decidia acudir a su consulta. Claro que el me cobraba la visita, fuese o no.
– ?Y cual era el programa oficial?
– Sin cambios: cuatro sesiones por semana.
– ?Alguna vez le pregunto usted como iban las cosas? ?Por que tras anos de tratamiento no habia mejorado?
– Era… el era un hombre dificil. Y, cuando finalmente le plantee esa cuestion, se irrito muchisimo, me dijo que ella estaba permanentemente danada, que jamas seria normal, que necesitaria tratamientos toda la vida solo para
– ?Y de que la hizo hablar?
– De las habituales estupideces. Queria saber cosas acerca de mi ninez, lo que sonaba por las noches, por que me habia casado con Henry. Como me hacian
Suspiro y cerro los ojos.
– Quise que la tierra se me tragase: tratando de resistirle le habia dicho demasiado, le habia dado justo lo que necesitaba para sangrarme hasta la ultima gota.
– ?Nunca le habia dicho que ella era adoptada?
– Nunca se lo habia dicho a
– ?Y como reacciono el a ese descubrimiento?
– Partio la pipa en dos. Dio un punetazo contra la mesa. Me agarro por los hombros y me agito violentamente. Me dijo que le habia hecho perder todos esos anos y que habia causado graves danos a Sherry. Me dijo que ella no me importaba, que era una madre terrible, una persona muy egoista… que mis comunicaciones eran
– ?Que fue, exactamente, lo que le conto?
– Que el padre era alguien desconocido, que la madre era una furcia que se habia creido ser una actriz. Que habia muerto poco despues de que naciese la pequena.
– ?Siguio sin hablarle de Sharon?
– No. No.
– ?No le preocupaba que Sherry le hablase de ella?
– ?Y como iba a hablarle de algo que no sabia? Ya no la tenia en mente… de eso es algo de lo que estoy segura, porque jamas la menciono, y cuando estaba enfadada bien que se ocupaba de echarme en cara todo lo demas.