– Ahora me doy cuenta -dijo sin alterarse- de que tal vez creais que he tomado parte en la muerte del orfebre.

– No podeis por menos de reconocer -dijo a su vez Justino, no menos impasible- que teniais un motivo tentador para deshaceros de el.

Lucas miro a Justino sin inmutarse y despues se sonrio de improviso.

– La razon es Aldith. La habeis visto, asi que no lo voy a negar. Como tampoco pretendo negar que no derrame una sola lagrima por Gervase Fitz Randolph. No lamente su muerte, pero tampoco lo asesine.

– Le comunicare a la reina vuestras afirmaciones -anadio Justino con cortesia. Sabia muy bien que esta mencion de Leonor era un golpe artero, pero de momento el tenia ventaja y pensaba sacarle provecho a la situacion.

Una sombra de ira cruzo el rostro de Lucas, pero supo demostrar que podia controlarse si era necesario.

– Si no hubiera sido por esa carta, os habria dicho que os metierais las sospechas en el culo. Pero sois el hombre de la reina y ambos sabemos que eso lo cambia todo. Asi que os voy a contar lo que hay entre Aldith y yo. Amo a esa mujer. He estado perdidamente enamorado de ella desde la primera vez que la vi. ?Que si queria compartirla con Fitz Randolph? Naturalmente que no. ?Que si estaba celoso? Sabeis muy bien que lo estaba. ?Que si lo mate? No, no lo mate. Aunque hubiera estado lo suficientemente trastornado para pensar en un asesinato, y no lo estaba, no habia necesidad de cometerlo. Aldith me escogio a mi, no al orfebre.

Justino no se molesto en ocultar su escepticismo.

– Es facil decir eso ahora.

Lucas sonrio levemente.

– ?Porque Fitz Randolph esta muerto y Aldith es un testigo interesado a vuestros ojos? Sin embargo es verdad. Considerad esto: yo estaba dispuesto a ofrecerle lo que no podia ofrecerle el orfebre: el matrimonio.

Justino se sorprendio.

– ?Os habriais casado con ella?

Lucas levanto la cabeza con arrogancia.

– Me casare con ella -dijo- tan pronto como se hagan las amonestaciones. -Su tono era mas de desafio que de defensa, y fue esto lo que convencio a Justino de que estaba diciendo la verdad, al menos en lo relativo al matrimonio con Aldith.

Lucas pertenecia a la pequena nobleza. Y aunque solo fuera ese detalle, Justino podia estar seguro de ello, porque solo los de origen noble podian aspirar a puestos de autoridad. Aldith no era la esposa adecuada para un hombre con ambiciones. El casarse con ella no contribuiria a que prosperara el futuro de Lucas, al contrario. Y por primera vez la desconfianza que Justino sentia hacia el auxiliar del justicia se vio atenuada por una emocion mas positiva: un destello de respeto. Pero, aun asi, tuvo que preguntar:

– Si os ibais a casar, ?por que seguia viendo a Gervase?

– Para comprender esto, teneis que saber algo acerca de Aldith. No ha tenido una vida facil. Su padre era un alfarero de Michelmersh. Este es un oficio poco lucrativo en el mejor de los casos, y el era mas pobre que la mayoria, con pocos clientes y demasiadas bocas que alimentar. Cuando Aldith tenia quince anos, su familia la caso con un panadero de Winchester. Este hombre tenia casi cuarenta anos mas que ella, y era tacano y malhumorado. Por anadidura, su salud se resintio despues del primer ano de matrimonio, cuando sufrio una apoplejia. Aldith se quedo viuda a los veinte anos, con apenas suficiente dinero para los gastos del entierro. Fue entonces cuando empezo a verse con Fitz Randolph. -Lucas hizo una pausa para apurar su copa de vino-. Fitz Randolph fue bueno con ella. No me gusta tener que confesarlo, pero es la verdad. Era un hombre generoso por naturaleza, siempre dispuesto a ayudar a su familia. En cuanto a Aldith…, bueno el hecho es que se ocupo de que no le faltara nada y ella se sintio agradecida. Me dijo una vez que el unico recuerdo que permanece vivo a traves de los anos es el irse a la cama con hambre.

– Asi que lo que estais diciendo es que despues de todo lo que hizo por ella, le costaba trabajo abandonarle.

– Si, eso es exactamente lo que estoy diciendo. -Los ojos de Lucas se encontraron con los de Justino, con un destello de desafio, como amenazandole si osaba burlarse. Pero todo esto le parecio verosimil a Justino y lo unico que hizo fue asentir. Aplacado en cierto modo, Lucas hizo una sena para que les trajeran mas vino, antes de continuar-: Me hizo prometerle que le dejaria que se lo contara en el momento que ella juzgara oportuno y de la forma que quisiera. Aldith ha sido siempre el tipo de persona que evita todo lo desagradable, asi que me atreveria a decir que habria retrasado esta revelacion el mayor tiempo posible. Pero se lo habria dicho. Yo me habria encargado de ello…

Justino no lo dudaba. Si Aldith hubiera sido su mujer, ya se encargaria el.

– Tengo algo mas que preguntaros -dijo, reconociendo implicitamente al cambiar de tema que creia lo que le habia contado, un reconocimiento que a Lucas no le paso desapercibido-, ?Como sabiais que yo estaba en esta taberna?

La sonrisa de Lucas fue displicente.

– Mi sargento no es tan inepto como vos creeis. Es cierto que el intento de seguiros no tuvo mucho exito.

Al parecer no podria haber llamado mas la atencion que si se hubiera puesto un saco encima de la cabeza. Pero tiene su racion de sentido comun. Sabia, ademas, que yo le habria despellejado vivo si me hubiera dicho que habia perdido vuestra pista. Despues de esa amistosa liza en el callejon, Wat tenia una necesidad perentoria de tomar una, dos o tres jarras de cerveza. Y se le ocurrio que vos tal vez tuvierais la misma urgente necesidad, asi que se escabullo callejon arriba y miro en el interior de la taberna para ver si tenia razon. Tuvisteis suerte de que no fuera un degollador profesional o un asesino a sueldo.

– Si, tuve suerte -dijo Justino laconicamente, mas enojado por su propia negligencia que por la pulla de Lucas. Tenia aun mucho que aprender sobre el instinto de conservacion.

– ?Quereis decirme por que pensais que la emboscada no fue un atraco fracasado o tengo yo que adivinarlo?

Justino experimento un escalofrio, pero a pesar del sarcasmo de Lucas, tenia derecho a saberlo.

– Tengo mis razones para pensar que esto no fue un atraco al azar. Los forajidos estaban esperando a Fitz Randolph. -Y con la mayor concision posible le conto a Lucas por que estaba seguro de que asi era.

– Teneis razon -asintio Lucas, tan pronto como concluyo Justino-. Parece mas bien un asesinato cometido por un profesional a sueldo. ?Pero a instancias de quien? ?Soy yo la unica persona de quien sospechais? Por muy halagador que esto pueda ser, ?en que punto nos encontramos ahora? -Miro socarronamente a Justino a traves de la mesa, y despues fruncio el ceno-.?Por los clavos de Cristo, no creereis que Aldith…!

– Tranquilizaos. Nunca la conte entre mis sospechosos. -Una de las comisuras de los labios de Justino se torcio ligeramente-. Si os he de decir la verdad, no puedo imaginarme a ninguna mujer que os desee con la suficiente intensidad como para cometer un asesinato.

– Yo pienso lo mismo. -Ahora eran las comisuras de los labios de Lucas las que se movian-. Entonces, ?que otra persona querria ver muerto a Gervase? ?Hay algunas desavenencias familiares que yo deba conocer? Creo recordar que Aldith me conto que el hijo estaba en desacuerdo con el padre porque queria meterse fraile. ?Sabeis vos algo de eso?

– Monje, no fraile. Y si, es uno de los sospechosos, uno entre varios mas. La hija parece estar enamorada del oficial de Fitz Randolph, pero este estaba decidido a casarla con un viudo de buena familia. Fitz Randolph y su hermano discutian con frecuencia sobre dinero y esta ahora mas nervioso que un gato encaramado a un arbol.

– «A los enemigos de un hombre, los hallareis en su propia casa.» -Lucas meneo la cabeza y despues sonrio, expresando pesar-. No soy persona capaz de citar frases de las Sagradas Escrituras, pero no hay nada extrano en esto, ?verdad? ?Con cuanta frecuencia nos encontramos a la reina de Inglaterra relacionada en cierto modo con un orfebre? Empecemos con la emboscada en si y sigamos las pistas desde alli. ?Creeis que podriais identificar a los bandidos?

– No logre ver de cerca al hombre que se agarro al caballo de Fitz Randolph. Era muy alto y de complexion robusta, pero eso es todo lo que os puedo decir. Si vi al que lo apunalo, aunque ignoro su nombre; su compinche lo llamaba «Gib».

– ?Gilbert? Hay mas Gilberts errando por esos campos de Dios que los que nosotros somos capaces de enumerar. Es una lastima que no le hayan dado un nombre menos corriente, algo asi como Drogo o Barnabus. ?Que aspecto tenia este tal «Gib»?

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