– Yo en tu lugar no repetiria esos rumores, por muy ciertos que sean. Dime, ?hasta que punto es judia tu amiga?

– Como te he dicho, en las Olimpiadas de…

– No; me refiero a la sangre, que es lo que ahora cuenta de verdad. La sangre. Si tu amiga es de sangre judia, poco importara que se parezca a Leni Riefenstahl y este casada con Julius Streicher.

– Es judia por parte de madre y de padre.

– Entonces, no hay nada que hacer y ademas te aconsejo que te olvides de ayudarla. ?Dices que tiene intenciones de marcharse de Berlin?

– Le parece que podria ir a vivir a Hamburgo.

– ?A Hamburgo? -Eso si que le hizo gracia-. No creo que sea la solucion del problema, de ninguna manera. No, mi consejo seria que se marchase de Alemania directamente.

– Bromeas.

– Me temo que no, Bernie. Se estan redactando unas leyes cuya aplicacion acarreara la desnaturalizacion definitiva de todos los judios que viven en Alemania. No deberia contarte estas cosas, pero muchos antiguos luchadores que se afiliaron al Partido antes de 1930 consideran que todavia no se ha hecho lo suficiente para resolver el problema judio en el pais. Algunos, como yo, creemos que las cosas pueden llegar a ponerse un tanto crudas.

– Ya entiendo.

– Por desgracia, no lo entiendes, pero cambiaras de opinion. Es mas, estoy convencido de que lo haras. Permiteme que te lo explique. Segun mi jefe, el subcomisario Volk, lo que va a pasar es que se declarara alemana a toda persona cuyos cuatro abuelos fueran alemanes. Se declarara judia a toda persona descendiente de al menos tres abuelos judios.

– ?Y en el caso de un solo abuelo judio? -pregunte.

– Seran personas de sangre mezclada, hibridos.

– Y en la practica, ?que significara todo eso, Otto?

– Se despojara a los judios de la ciudadania alemana y se les prohibira casarse y mantener relaciones sexuales con alemanes puros. Se les vetara el acceso a cualquier empleo publico y se les restringira la propiedad privada. Los hibridos tendran la obligacion de solicitar directamente al Guia la reclasificacion o la arianizacion.

– ?Jesus!

Otto Schuchardt sonrio.

– Dudo mucho que ni el tuviera la menor posibilidad de obtener la reclasificacion, a menos que se demostrase que su padre celestial era aleman.

Pegue una calada como si fuese leche de mi madre y apague el cigarrillo en un cenicero de papel de aluminio del tamano de un pezon. Tenia que haber una palabra compuesta, de crucigrama -formada con particulas raras de aleman- que describiese lo que sentia, pero todavia no me la imaginaba, aunque estaba seguro de que seria una mezcla de «horror», «pasmo», «patada» y «estomago». ?Y no sabia ni la mitad! Todavia.

– Te agradezco la sinceridad -dije.

Al parecer, tambien eso le hizo cierta gracia tenida de reproche.

– No, no es cierto, pero no creo que tardes en agradecermelo de verdad.

Abrio el cajon de la mesa y saco una hinchada carpeta de color marron claro. En la esquina superior izquierda tenia pegada una etiqueta blanca con el nombre del sujeto correspondiente y el del organismo y el negociado que se ocupaban de engrosarla. El sujeto era yo.

– Es tu expediente policial personal. Cada agente tiene el suyo; los ex policias como tu, tambien. -La abrio y extrajo la primera pagina-. Aqui esta el indice. A cada nueva entrada en el historial se le asigna un numero en esta hoja de papel. Veamos. Si. Entrada veintitres.

Fue pasando paginas hasta llegar a otra hoja; me la enseno.

Era una carta anonima en la que se me denunciaba por tener una abuela judia. La letra me recordaba vagamente a alguien, pero, delante de Otto Schuchardt, no me apetecia pensar en la identidad del autor.

– Parece que seria inutil negarlo -dije al tiempo que se la devolvia.

– Al contrario -dijo el-, puede ser lo mas util del mundo. -Encendio una cerilla, prendio la carta y la dejo caer en la papelera-. Ya te he dicho que yo no olvido a los amigos. -A continuacion cogio una pluma, le quito el capuchon y se puso a escribir en el apartado NOTAS de la hoja del indice-. «No es posible tomar medidas» -dijo al tiempo que escribia-. De todas maneras, lo mejor seria que procurases aclararlo.

– Parece que ya es un poco tarde -dije-. Mi abuela murio hace veinte anos.

– Como individuo hibrido en segundo grado -dijo, sin hacer caso de mi guasa-, es facil que en el futuro se te impongan algunas restricciones. Por ejemplo, si quisieras iniciar alguna actividad, la nueva legislacion podria exigirte una declaracion de raza.

– Ahora que lo dices, he pensado en hacerme detective privado, suponiendo que consiga dinero suficiente. En mi empleo del Adlon echo de menos la accion de Homicidios del Alex.

– En ese caso, harias bien en borrar a tu abuela judia del registro oficial. No serias el primero, creeme. Los hibridos abundan mas de lo que te imaginas. En el gobierno hay por lo menos tres, que yo sepa.

– Lo cierto es que vivimos en un peligroso mundo hibrido. -Saque los cigarrillos, me puse uno en la boca, lo pense mejor y lo volvi a guardar en el paquete-. ?Como se hace exactamente lo de borrar a una abuela?

– No lo se, Bernie, la verdad, pero hay cosas peores de que hablar con Otto Trettin, el del Alex.

– ?Trettin? ?Como podria ayudarme?

– Es un hombre de recursos y bien relacionado. Ya sabes que, cuando nombraron a Erich nuevo jefe de la KRIPO, sustituyo a Liebermann von Sonnenberg en su departamento del Alex…

– … que era Falsificacion de Moneda y Documentacion -dije-. Empiezo a entender. Si, Otto siempre fue un tipo muy emprendedor.

– No te lo he dicho yo.

– Nunca he estado aqui -dije y me levante.

Nos dimos la mano.

– Di a tu amiga judia lo que te he contado, Bernie; que se vaya, ahora que puede. En adelante, Alemania es para los alemanes.

Levanto el brazo derecho y, casi arrepentido, anadio un «Heil, Hitler» con una mezcla de conviccion y costumbre.

Puede que en cualquier otra circunstancia no hubiese respondido, pero en la sede de la Gestapo era imposible. Por otra parte, le agradecia mucho lo que habia hecho, no solo por mi, sino por Frieda. Ademas, no queria ser grosero con el, conque le devolvi el saludo hitleriano y ya eran dos las veces que habia tenido que hacerlo en un dia. A esa velocidad, antes de que terminase la semana me volveria un nazi cabron hasta la medula… Bueno, tres cuartas partes de mi, solamente.

Schuchardt me acompano hasta el vestibulo, donde ahora habia muchos policias mareando la perdiz enardecidamente. De camino a la puerta, se detuvo a hablar con uno de ellos.

– ?A que viene tanta conmocion? -pregunte a Schuchardt cuando me alcanzo de nuevo.

– Han encontrado a un agente muerto en el hotel Kaiser -dijo.

– Mal asunto -dije, procurando contener una nausea repentina-. ?Que ha pasado?

– Nadie ha visto nada, pero, segun los del hospital, parece que ha sido una contusion en el estomago.

4

La partida de Frieda fue como el detonante del exodo de los judios del Adlon. Max Prenn, jefe de recepcion del hotel y primo de Daniel Prenn, el mejor tenista del pais, anuncio que habian expulsado a su pariente de la LTA alemana y que por eso se iba con el a vivir a Inglaterra. Despues, Isaac no se que, musico de la orquesta del hotel, se marcho al Ritz de Paris. Por ultimo, tambien se despidio Ilse Szrajbman, taquimecanografa del hotel a disposicion de la clientela: volvio a Danzig, su patria chica, localidad que, segun el punto de vista, podia considerarse polaca, o bien, una ciudad libre de la vieja Prusia.

Yo preferia no considerarlo, como otras muchas cosas que sucedian en el otono de 1934. Danzig no era mas

Вы читаете Si Los Muertos No Resucitan
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×