Porque se enteraron de que las Santas Reliquias no estaban alli.

– ?Sabeis quienes eran los atacantes? -exigio Fidelma.

– Tengo una idea.

– Muy bien. Escuchemos vuestra historia desde el principio -lo invito Fidelma-. Vuestro hermano Baoill formaba parte de una conspiracion para derrocar la Casa Real de Cashel. ?Como llego a ocurrir?

– Mejor sera que empiece por el principio. Naci en el territorio de Clan Brasil…

– Eso ya lo sabemos -lo interrumpio Eadulf, lo cual le valio un gesto de irritacion por parte de Fidelma.

– Proseguid, Mochta -le exhorto Fidelma.

– Por tanto, soy del norte. Como bien sabeis, mi hermano y yo eramos gemelos identicos. Eramos tan parecidos, que nadie era capaz de reconocernos; a veces, ni siquiera nuestra propia madre. Crecimos como dos jovenes rebeldes e intrepidos. Cuando se aproximo la edad de elegir, nuestro padre, un hombre distraido, pidio a un tatuador ambulante que nos grabara un emblema en el brazo de manera que pudiera distinguirnos. Nosotros sobornamos al tatuador para que dibujara exactamente el mismo emblema en ambos brazos, un ave de presa…

– Un aguila ratonera -dijo Fidelma con una sonrisa-. La reconozco. ?Que os hizo elegir ese pajaro en particular?

Mochta hizo una mueca.

– Lo elegimos porque esta especie solo se da en nuestra costa, al noreste, y el tatuador, que tambien era de esa region, la conocia. Por nada mas.

– Ya veo. Proseguid.

– Nuestro padre se enfado mucho al descubrir la diablura. De hecho, ya hacia tiempo que estaba harto de nuestra creciente rebeldia e intrepidez juveniles. Llegado el momento, cuando cumplimos la edad de escoger, nos dijo que la eleccion era simple: podiamos decidir hacer lo que quisieramos en la vida, siempre y cuando nos fueramos de casa y dejaramos de incordiarle.

– Y os inclinasteis por la vida monacal -salto Eadulf cuando el monje hizo una pausa para reflexionar-. Una vida algo extrana para unos jovenes tan intrepidos. Alguna que otra ocupacion mas apropiada tendria que haber, ?no?

– Nuestro impetu se apago cuando mi padre nos cerro la puerta, hermano sajon. No se por que, ambos decidimos acceder a la abadia de Armagh, que esta en la region de nuestro clan, donde Patricio…

– Conocemos la historia de Armagh -le aseguro Fidelma con brevedad.

– Bueno, alli ambos estudiamos para ser scriptors. Entonces empezamos a distanciarnos. Mi hermano decidio seguir la doctrina catolica, que Armagh fomenta. Yo preferia la doctrina tradicional, asi que me rebele contra Armagh y adopte la tonsura de san Juan. Tenia buena reputacion como amanuense, por lo que me despedi de mi hermano y viaje aqui y alla durante un tiempo. Me acogieron varias abadias, y hasta importantes tribunales que necesitaban un escriba. Asi fue como acabe en este reino y pase a formar parte de la comunidad de Imleach. De eso hace ya diez anos.

– ?Mantuvisteis el contacto con vuestro hermano durante ese tiempo?

Mochta movio la cabeza.

– Solo en una o dos ocasiones. Por el supe que habian muerto mis padres y que nuestro hermano mayor se habia hecho cargo de la granja. Pero nos habiamos convertido en desconocidos el uno para el otro.

– ?Y no volvisteis a ver a vuestro hermano hasta hace poco?

– Exacto -respondio el hermano Mochta-. Por lo visto, Baoill se habia convertido en un acerrimo seguidor de Roma. Y mas fanatico que nunca. Lo cual es comprensible, dado que Ultan, el comarb de Patricio, abad y obispo de Armagh, es partidario de extender la doctrina a lo largo y ancho de los cinco reinos.

Fidelma hizo un gesto afirmativo.

– Conozco la ambicion de Ultan por unir las iglesias de los cinco reinos bajo el dictado catolico, bajo una misma egida y un mismo gobierno. Aqui no funcionaria jamas, pues va contra nuestra cultura -callo y se mostro algo contrita-. Entiendo que vos no compartis la opinion de vuestro hermano.

– Asi es, hermana. Yo creo en las tradiciones de nuestro pueblo, y no en esas nuevas ideas que surgen en tierras foraneas.

– ?Y como fue que volvisteis a encontraros con vuestro hermano?

– Como sabeis, a raiz de mi cargo de scriptor, ascendi a conservador de las Santas Reliquias de Ailbe. No hace falta que os explique lo que esas Reliquias simbolizan en este reino.

– En absoluto -asintio Fidelma con gravedad.

– Bueno, hace una semana o dos, llego un hombre a la abadia y pregunto por mi. Tenia aspecto de guerrero profesional: alto, cabellos largos y rubios…

– ?Armado con un arco? -intervino Eadulf-. ?Un arquero?

Mochta asintio:

– Si. Tenia el aspecto de un arquero profesional. Me dijo que traia un mensaje de mi hermano, Baoill, que queria verme. Subrayo que, a causa de ciertos asuntos, que no me explico, Baoill queria verme a solas y en secreto. El arquero se alojaba en la posada de Cred. Intrigado por peticion semejante, fui a la posada de aquella. Al abrir la puerta y ver que no habia nadie mas, me alegre, pues el padre abad desaprobaba el lugar. Se habria enfadado mucho si hubiera sabido que habia ido alli a ver a alguien.

– Continuad.

– Cred me dijo que el arquero me estaba esperando en un cuarto de la planta superior. Asi como mi hermano Baoill. Tras saludarnos como dos hermanos que no se han visto en mucho tiempo, entablamos una conversacion sobre politica… politica eclesiastica mas que nada. Fue entonces cuando me hice cargo de las convicciones de mi hermano. En cuanto yo le hice saber las mias, evito hablar del asunto. Era un hombre listo, ese hermano mio.

»Dio un giro a la conversacion preguntandome si era uno de los escribas que estaba trabajando en los Anales de Imleach. Le confirme que lo era. Me pregunto que fecha habia dado a la fundacion de Armagh. Le conteste que habia concedido la fecha del ano de nuestro Senor cuatrocientos cuarenta y cuatro. Luego pregunto que fecha habia dado al obito de Patricio. Y yo le dije el ano de nuestro Senor cuatrocientos cincuenta y dos. Estas fechas no eran polemicas.

»Cuando empezo a preguntarme sobre las fechas en que situaba a san Ailbe y a la fundacion de Imleach, empece a ver hacia donde se encaminaba. Me dijo que los escribas del norte estaban dando fechas casi un siglo posteriores a Patricio.

– He visto las notas que habeis tomado sobre el asunto de los Anales -le dijo Fidelma, y extrajo el trozo de vitela que guardaba en el marsupium.

Mochta lo miro y asintio con la cabeza.

– Me atengo a lo que digo. Cuando le dije a Baoill que era absurdo situar a Ailbe en una fecha tan posterior, porque habia predicado la Fe en Muman antes que Patricio, y de hecho habian bautizado juntos al rey de Muman, vuestro propio antepasado, Oenghus Nad Froich, estando Patricio en Cashel, mi hermano empezo a discutir otra vez.

– Pero, ?que significa todo este embrollo de fechas? -exigio Eadulf, que intentaba seguir al monje, pero solo conseguia asombrarse cada vez mas.

– Por lo que decia mi hermano, trataba de persuadirme para que en los anales yo dejara constancia de que Ailbe era posterior a Patricio. Queria que dejara escrito que Ailbe y sus proselitos fundaron Imleach despues de fundarse Armagh. Incluso queria que yo afirmara que Ailbe no debia ser considerado patron de Muman y que se debia conceder a Cashel el titulo de «La Roca de Patricio». Queria que mis textos apoyaran la reivindicacion de que Armagh poseia el derecho historico para reclamar la primacia de la Fe en los cinco reinos.

Fidelma parecia apesadumbrada.

– Conozco muy bien los designios de Ultan de Armagh. No es el primer comarb de Patricio que ha querido que Armagh se estableciera como la primacia en los cinco reinos y que las iglesias quedaran bajo la doctrina de Roma. Para ello, antes debe asegurarse de desacreditar las reivindicaciones de Imleach como la primacia de Muman. Pero tales acontecimientos no tienen nada que ver con esto, ?no?

– Ni yo mismo lo se, hermana -confeso el hermano Mochta-. Solo se que mi hermano volvio a sacar la conversacion de este asunto, haciendola recaer en las Santas Reliquias de Ailbe. Que astuto fue… Jugo con mi

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