poco la cabeza.

– Si.

– ?Como es capaz una persona de hacer algo semejante a una novicia? -quiso saber la abadesa Fainder, aceptando al fin la evidencia que se le mostraba-. Quienquiera que lo haya hecho, tendra que dar muchas explicaciones.

Fidelma le lanzo una mirada cargada de cinismo.

– Si haceis memoria, abadesa, Gabran ya las ha dado. Segun el medico de la abadia, el hermano Miach, Gormgilla tambien presentaba marcas de grilletes. -Tras la aclaracion, volvio a dirigirse a la nina-. Sin embargo, Fial nunca ha sido novicia de Fearna ni de ninguna otra abadia, ?verdad?

Fial nego con la cabeza.

– Pero si me dijisteis… -arremetio la abadesa Fainder contra Fial, pero Fidelma la hizo callar con un ademan.

– Escuchemos vuestra historia, Fial. Vos y Gormgilla llegasteis a Fearna a bordo del barco de Gabran hace unas semanas, ?no es verdad?

– No nos conocimos hasta que Gabran nos hizo prisioneras en su barco -respondio la nina.

La abadesa Fainder la fulmino con la mirada.

– Eso no es lo que contasteis al tribunal en el juicio del sajon.

– En la sala de ese tribunal se contaron muchas cosas que deben enmendarse -respondio Fidelma con mordacidad-. Dejad que la nina prosiga. ?De donde sois?

– Nuestros padres son daer-fudir, y al ser hijas unicas las dos, tuvimos la desgracia de que el oro de Gabran los sedujera y nos vendieran a el. Gormgilla y yo hablabamos de esto durante los largos y oscuros momentos que pasabamos solas.

– ?Insinuais que Gabran se dedicaba a comprar ninas y a venderlas en el rio…. a la abadia? -grito la abadesa, horrorizada.

– No, a la abadia no -corrigio Fidelma-. Seguramente se las llevaba rio abajo hasta el lago Garman y las vendia a barcos de esclavos que las transportaban a Dios sabe donde.

– Pero Gormgilla y esta nina eran supuestamente novicias de la abadia -protesto la abadesa-. Ella misma dijo que era novicia.

– Fial acaba de deciros que no lo eran. Contadnos, Fial, ?que sucedio la noche en que el barco de Gabran llego a la abadia, procedente de aguas arriba?

La nina pestaneo varias veces, pero se habia quedado sin lagrimas ya.

– Gormgilla era mas joven que yo; solo tenia doce anos. Cuando nos subieron a bordo, Gabran la cogio y… - les conto, apagando la voz al final.

– Te hemos entendido -aseguro Fidelma.

– No sabiamos adonde nos llevaba, porque siempre estabamos a oscuras y encadenadas en la cabina. Note que el barco se habia detenido, y que permanecio asi un tiempo. Gormgilla y yo estabamos nerviosas, porque no sabiamos cuanto tiempo ibamos a estar encerradas en aquel antro pestilente. Entonces se abrio la puerta, y Gabran se metio por el hueco. Notamos que olia a alcohol. Abrio los grilletes de Gormgilla, y ella le pregunto adonde se la llevaba. -Callo un momento al recordar la escena.

– ?Y que dijo Gabran? -insto Fidelma.

– Dijo que se la llevaba para divertirse juntos y pasar el rato. Entonces tiro de ella y la arrastro hasta hacerla salir a la otra cabina mas grande, y volvio a encerrarme, a solas en la oscuridad. Al poco oi gritar a Gormgilla. Se oian otros ruidos… como si forcejearan. Y luego todo quedo en silencio.

Volvio a callar, como si tratara de hacer frente al recuerdo antes de continuar.

– No se cuanto tiempo paso. De pronto, la escotilla se abrio. Primero pense que era Gabran, que volvia por mi, pero era uno de sus tripulantes, el mismo hombre que nos habia subido a bordo. No se como se llama. Me dijo que cerrara el pico y que seria libre y que me recompensarian si hacia lo que me pedian sin rechistar.

Me llevo a la cabina contigua, donde dormian los otros miembros de la tripulacion. No creo que estos supieran siquiera que ibamos en el barco. En esta cabina vi a Gabran; estaba tumbado en el suelo y pense que estaba borracho… he visto muchas veces a mi padre en un estado similar. Al poco rato me di cuenta de que tenia en la mano un trozo de ropa manchada de sangre. A su lado estaba sentado un hombre vestido con ropa clerical, con una capucha gruesa sobre la cabeza; la penumbra no me permitio verle los rasgos. Parecia nervioso, y no dejaba de toquetear el crucifijo que le colgaba del cuello, bajo el habito.

– ?Es este otro intento de desacreditar mi abadia? -replico la abadesa en un tono que ponia en duda la veracidad de la historia.

– Estoy diciendo la verdad -se quejo la nina con algo mas de animo-. Solo puedo hablar de lo que vi.

Fidelma le dio unas palmaditas alentadoras en el brazo.

– Lo estais haciendo muy bien. ?Que dijo el religioso?

– No dijo nada. El marinero fue el unico que hablo. Me conto que habia habido un accidente. Que habian matado a Gormgilla y que era imprescindible castigar al hombre que lo habia hecho. Al principio crei que se referia a Gabran, pues no me cabia duda de que el habia matado a mi pobre companera.

– ?Y no se referia a Gabran?

– No. Me dijo que Gormgilla habia salido del barco para bajar al muelle. Dijo que un sajon que se alojaba en la abadia la habia violado y estrangulado. Y que nunca apresarian al sajon a menos que yo declarara que habia presenciado el asesinato.

– ?Que? -La abadesa Fainder se mostraba estupefacta-. ?Decis que se os pidio, en connivencia con un clerigo, que mintierais acerca de algo tan grave?

– Yo sabia que era mentira, pero tambien sabia que, si no accedia a hacerlo, tambien me matarian. Tenia que contar que me hallaba detras de unos fardos cuando vi al sajon agredir a mi amiga. Podria identificarlo por una tonsura distinta a la del resto de monjes, y me la describieron. Tambien tenia que decir que Gormgilla y yo eramos novicias en la abadia.

– ?Como osasteis afirmar cosa semejante si no era verdad? -pregunto la abadesa con aire despectivo-. La maestra de las novicias habria denunciado un engano tal.

– Pero acababa de partir en peregrinacion a Ilona -le recordo Fidelma.

– Me dijeron que nadie dudaria de mi historia -anadio Fial.

– Si no recuerdo mal -dijo Fidelma, dirigiendose a la abadesa-, vos apoyasteis la historia, Fainder. Vos identificasteis a las ninas como novicias ante vuestra administradora, ?me equivoco?

Hubo un silencio antes de que Fidelma volviera a preguntar con firmeza:

– ?Quien mas identifico a Fial como novicia?

La abadesa Fainder no despegaba la boca y fruncia el ceno con gesto pensativo.

Mel carraspeo. Habia estado dando vueltas a la historia de Fial.

– Es cierto que la nina aparecio de detras de los fardos. Podria haber venido del barco. Pero ella me dijo que…

– Por supuesto -interrumpio Fidelma con impaciencia-. Porque no se habia movido del barco. Asi, tienen sentido las observaciones que os hice en cuanto a que la posicion de la nina en el muelle era contradictoria. Aun asi, que continue contando la historia. Cuando se dieron cuenta de que habian encontrado el cuerpo de Gormgilla, tuvieron que pensar en algo rapido.

– Pero Gabran no pudo haber pensado en nada, ya que estaba borracho. Eso ha dicho la nina -aporto Coba con interes-. ?Quien creeis que urdio el embuste?

– La persona que contrato a Gabran; la misma persona a cargo de este terrible trafico de sufrimiento humano -respondio Fidelma con confianza-. Parece que, casualmente, esa persona llego al barco con alguien de la tripulacion en el momento en que Gabran acababa de matar a Gormgilla. Seguramente le golpearon para dejarlo sin sentido y poder moverlo con facilidad. Lo arrastraron a bordo y lo metieron en la cabina para que durmiera la cogorza. Entonces, uno de ellos (o los dos) regreso adonde estaba el cuerpo con la idea de deshacerse de el. Pero entonces se produjo otra coincidencia: se disponian a llevarse el cuerpo cuando, en medio de la oscuridad, aparecio la abadesa Fainder a caballo. Volvieron corriendo al barco planteandose que hacer. Entonces llego Mel.

– Fainder ha contado su version de como encontro el cuerpo -reconocio Coba-. Eso encaja en la teoria.

– Lo que no encaja es que las ropas del sajon estaban manchadas de sangre y tenia consigo un pedazo de…

Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×