– Creo que es evidente. El hermano Dathal y el hermano Adamrae no tienen derecho a fingir que van en peregrinacion religiosa solo para satisfacer su interes en cuestiones seculares.

El hermano Dathal empalidecio y alzo el tono considerablemente.

– Nada hay mas sagrado que la busqueda del conocimiento, hermano Tola.

– Nada salvo Dios y sus santos -le espeto el hermano Tola, levantandose de repente-. Desde que partimos de Bangor, no os he oido hablar mas que del valor de encontrar la verdad historica. Estoy hastiado de oirlo. Esto es un peregrinaje al Santo Sepulcro de un gran santo; un santo que conocio a Jesus y camino a su lado. Eso es mas importante que la vanidad humana.

– ?Y que me decis de Ith, el hijo de Bregon, que cayo luchando en Irlanda? - replico el melancolico hermano Adamrae-. ?Y de Golamh y sus hijos, nuestros antepasados? No direis que esto carece de importancia. Porque si esto no hubiera sucedido, ni siquiera existiriais para realizar vuestra peregrinacion.

– Poco os importa la religion, para llamaros como el primer hombre creado por Dios -reprocho Tola.

El hermano Adamrae se echo hacia atras y se puso a reir. El hermano Tola quedo estupefacto ante lo que para el fue una irreverencia. Incluso Fidelma tuvo que taparse una sonrisa con la mano. Le habia sorprendido la falta de cultura de Tola.

El hermano Dathal no fue tan diplomatico.

– Vuestra ignorancia demuestra la necesidad de que exista eso a lo que vos llamais vanidad humana -le dijo al hermano Tola sin ambages-. El nombre de Adamrae no tiene nada que ver con el nombre biblico de Adan. Es un antiguo nombre de nuestro pueblo, que significa «maravilloso». ?Os dais cuenta de las carencias que teneis por concentraros exclusivamente en un unico tema de estudio?

El hermano Tola dio media vuelta poniendo cara de asqueado y abandono la mesa.

Sor Ainder, que a juzgar por la severidad de su semblante, a Fidelma se le antojo como el homologo femenino del hermano Tola, chasqueo la lengua con desaprobacion.

– No deberiais faltarle al respeto al hermano Tola. Es un hombre erudito y devoto.

– ?Erudito? -se burlo el hermano Dathal.

– Es erudito en religion y filosofia.

– No es erudito en nuestro campo y ha sido irrespetuoso con nosotros -contesto el hermano Adamrae para defenderse-. Nosotros no ocultamos la intencion de nuestro viaje. Nuestra mision es regresar con nuevos conocimientos a nuestra abadia… reputada, a proposito, por su erudicion.

– El no esta en contra de esa erudicion que todos deberiamos interesarnos en ampliar, y me refiero a la erudicion religiosa -replico sor Ainder.

El hermano Adamrae menospreciaba no solo al hermano Tola, sino tambien a su defensora, sor Ainder.

– La busqueda del conocimiento religioso no significa que el resto de artes y ciencias deban dejarse a un lado. Lo juro, desde que empezo este peregrinaje, en este grupo solo ha habido conflictos. Cuando no ha sido por la intolerancia del hermano Tola, ha sido por la lujuria de…

– ?Basta!

La voz de sor Crella corto el aire como un latigo. Se hizo un silencio violento.

– Basta, hermano Adamrae -repitio con un tono de amonestacion mas leve-. No querreis que nuestra companera del sur crea que los del norte siempre estan discutiendo entre ellos, ?no? -Se volvio hacia Fidelma con una sonrisa-. He advertido que el capitan os ha presentado como Fidelma de Cashel. ?Sois de la abadia de esa ciudad?

Fidelma penso que era preferible no responder con evasivas. Lo cierto es que podia afirmar que asi era, y eso hizo.

– Pero conocisteis al hermano Cian en Tara, ?no? -pregunto la mas joven, Gorman.

– Nos conocimos hace muchos anos -respondio Fidelma con circunspeccion.

Noto que los demas la miraban, pero se inclino sobre su plato. No tuvo ganas de estrechar el trato con su companera y, desde luego, no queria enredarse en las fricciones que hubiera en el grupo. Ya tendria suficientes problemas al tratar con Cian.

El hermano Dathal rompio el embarazoso silencio citando un poema epico que conocia.

Los capitanes de esos navios de ultramar

En los que vinieron a Eireann los hijos de

Mile de Hispania,

A todos ellos recordare siempre…

Sus nombres y la suerte que corrio cada uno de ellos.

Termino la frase con un fuerte resoplido y se puso en pie para salir. Al poco lo siguio su companero adusto y pelirrojo.

– Espero que disculpeis la brusquedad que han mostrado esta manana, sor… sor Fidelma, ?verdad?

Fidelma advirtio que sor Ainder la estaba mirando con una sonrisa condescendiente, falta de calidez y sinceridad.

– Ya se sabe que los estudiosos suelen ser irascibles, sobre todo cuando hablan de sus propias disciplinas, cosa que hacen a menudo y en voz alta. Digamos que no hemos gozado de mucha tranquilidad desde que salimos de Bangor.

Fidelma inclino la cabeza en muestra de asentimiento.

– Me temo que mi pregunta es lo que ha desatado la discusion.

Frente a ella, la monja de cara ancha, sor Crella, hizo una mueca que indicaba desacuerdo.

– Si no hubiera sido vuestra pregunta, sor Fidelma, se habrian enfrentado por cualquier otro motivo. Aunque es cierto que el hermano Tola no ha dejado de criticar a los hermanos Dathal y Adamrae desde que partimos.

Sor Ainder intervino en defensa de Tola al instante.

– No hay motivos para echar la culpa al hermano Tola. Es un hombre espiritual, que tiene muy en cuenta que este peregrinaje se ha emprendido para buscar la verdad espiritual.

– El hermano Tola no deberia haberse unido a este grupo si va en busca de un ideal esoterico -solto Crella.

Si puede decirse que era posible levantarse y salir con resolucion del camarote pese al leve balanceo, esto hizo sor Ainder. Sor Gorman, la mas joven del grupo, se puso en pie tambien, murmuro algo incomprensible y se marcho.

Con una brillante sonrisa, Wenbrit empezo a retirar la mesa. Parecia disfrutar con el conflicto entre los religiosos adultos de la mesa.

Sor Crella se quedo en silencio, picoteando de su plato unos instantes y luego levanto la vista hacia Fidelma.

– Ya me imagino a la vieja Ainder diciendo que los jovenes de hoy en dia no saben lo que es el respeto -dijo, sonriendo.

Fidelma no sabia si el comentario era general o iba dirigido a ella, asi que se sintio obligada a decir algo.

– Mi mentor, el brehon Morann, acostumbraba a decir que los jovenes siempre ven a los mayores como personas seniles. Y asi es, pero siempre ha ocurrido de este

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