tambien sabia, habida cuenta del insolito caracter que revestian las circunstancias, que tenia un deber mas alto que cumplir, un deber para con su pais. Y este superaba en importancia a su primera obligacion y trascendia todos los estrechos legalismos.

– Algun dia, si es posible, asi lo hare -habia respondido-. Si, le ayudare. Se lo juro.

– Muy bien. Ahora si que puedo hablarle del Documento R.

Todo eso habia tenido lugar en el transcurso de los primeros treinta minutos, y ahora habian llegado a lo que para Collins era la hora de la verdad.

Radenbaugh acepto el cigarrillo que le ofrecia su hija, sonrio mientras esta se lo encendia y volvio la cabeza para mirar a Collins, que se hallaba acomodado a su lado en el sofa cama.

– No lo se todo sobre el Documento R -dijo lentamente-, pero se algo. Pienso que podra resultarle de utilidad. La Enmienda XXXV… pues el Documento R constituia una parte no escrita de la misma, es decir, una parte no dada publicamente a conocer, la Enmienda XXXV, digo, nacio antes de que yo ingresara en prision. A Noah Baxter le preocupaba mucho. Cierto que era un conservador y un hombre muy estricto en muchas cosas, pero era honrado y respetaba profundamente la Constitucion. No queria interpretarla erroneamente ni queria alterarla. Pero, dado que la criminalidad seguia agravandose en nuestro pais, y puesto que la presion que se ejercia sobre el era muy fuerte, se vio completamente acorralado. Tenia una tarea que cumplir y sabia que no podia cumplirla y que no podria restablecerse el orden en el pais a menos que se modificaran las leyes. Consideraba que la Enmienda XXXV era excesivamente severa. Le inspiraba muchos recelos. Pero acabo mostrandose de acuerdo. Yo siempre pense que lo lamentaba. Y me imagino que, al final, debio encontrarse demasiado comprometido para poder dar marcha atras.

– Creo que tiene usted razon -dijo Collins-. Como ya le he dicho, sus ultimas palabras fueron: «Tengo que hablar… ahora ya no pueden controlarme… ahora soy libre, ya no tengo por que sentir miedo». Libre, ?de quien? Miedo, ?de quien o de que?

Radenbaugh sacudio la cabeza.

– No lo se. Solo se que se vio mas comprometido de lo que hubiera querido y que estaba muy preocupado y no podia confiar mas que en mi. De ahi que, de vez en cuando, se sintiera inclinado a decirme algo. Bajo estas circunstancias me hablo por primera vez del Documento R. Mas adelante se refirio al mismo en distintas ocasiones. Decia que ojala Tynan no le hubiera mezclado en el asunto de la Enmienda XXXV y el Documento R.

– ?Tynan? -pregunto Collins asombrado-. Yo creia que el promotor de la Enmienda XXXV y de todo lo relacionado con la misma habia sido el presidente Wadsworth.

– No, no fue mas que Tynan. Tynan fue el autor y el creador de la Enmienda XXXV y del Documento R. Convencio al presidente y al Congreso. Al menos, les convencio de la necesidad de la enmienda. No se si alguna otra persona aparte de Tynan y Baxter ha oido hablar jamas del Documento R… excepto yo mismo, claro.

– Senor Radenbaugh, digame de que se trata.

– La R es la inicial de Reconstruccion: el Documento de la Reconstruccion.

– ?Reconstruccion de que? ?De los Estados Unidos?

– Exactamente. El Documento R era un plan secreto destinado a complementar y completar la Enmienda XXXV. Era un proyecto para reconstruir los Estados Unidos convirtiendolos en un pais sin criminalidad bajo el imperio de la Enmienda XXXV. El documento constaba de dos partes. Baxter solo estaba al corriente de la primera. Me dijo que Tynan estaba todavia elaborando la segunda. La primera parte era el programa piloto.

– ?El programa piloto? -pregunto Collins perplejo-. ?Que es eso?

– A ello voy. Ya le he dicho que el autor de la Enmienda XXXV fue Tynan. Pues bien, la concibio del siguiente modo. Tratando de desarrollar nuevas leves que presentar a la consideracion del presidente y del Congreso, leyes capaces de poner punto final a la rapida escalada del crimen en la nacion, a Tynan se le ocurrio la idea de realizar un estudio acerca de las comunidades de los Estados Unidos en las que no se registra criminalidad o bien se registra muy poca. Si habia ciudades con unos indices de criminalidad sorprendentemente bajos, ?cuales eran los elementos de las estructuras de dichas comunidades que hacian posible tal resultado?

– Hasta ahora, todo muy razonable -reconocio Collins.

– Hasta ahora -dijo Radenbaugh-. Bueno, pues entonces los colaboradores de Tynan acudieron a las computadoras y de estas surgio un punado de comunidades casi exentas de criminalidad. En todos los casos, se trataba de ciudades de empresa.

– ?Ciudades de empresa?

– En los Estados Unidos las hay a montones. Por regla general, se trata de comunidades creadas alrededor de una empresa determinada a la que estan dedicados por entero. Digamos, por ejemplo, Morenci, en Arizona, donde la Phelps Dodge posee sus minas de cobre a cielo abierto. Todas las casas, tiendas y edificios comerciales son propiedad de la Phelps Dodge, asi como todos los servicios publicos. La vida de toda la comunidad esta controlada por la empresa. Ahora bien, no todas las ciudades de empresa estan exentas de criminalidad. Yo no se si Morenci lo esta. Pero en determinadas localidades seleccionadas los delitos eran practicamente inexistentes. Se trataba, en general, de pequenas y alejadas comunidades en las que una sola empresa o persona dominaba la vida de toda la ciudad.

– Una dictadura.

– En cierto modo. Al menos, un lugar en el que existian poderosos y severos controles economicos y sociales. Entre estas localidades practicamente exentas de criminalidad que Tynan descubrio, hubo una que le atrajo especialmente. Ostentaba la mejor marca. No se habia producido en ella practicamente ningun crimen ni desorden. Se llamaba Argo City, y era enteramente propiedad de la empresa Altos Hornos y Refinerias Argo, de Arizona. Tynan llevo a cabo un exhaustivo estudio acerca de esta comunidad. Descubrio el secreto del record de Argo City. Descubrio que en aquella comunidad se habia suspendido la Ley de Derechos, es decir, se habia suspendido buena parte de las libertades de la Ley de Derechos. Y, segun parece, los habitantes no protestaban. Se conformaban porque se sentian economica y fisicamente satisfechos. Sobre la base de las estructuras legales de aquella ciudad, Tynan desarrollo la idea de la Enmienda XXXV. Llego a la conclusion de que lo que podia dar resultado en Argo City, Arizona, tambien podria dar resultado en todo el territorio de los Estados Unidos de Norteamerica.

– Fascinante -dijo Collins-. Y diabolico.

– Aun mas diabolico fue lo que Tynan hizo con esta ciudad. Tenia que estar seguro de que todos los aspectos de la Enmienda XXXV darian resultado en la vida real. Y utilizo a los habitantes de Argo City en calidad de conejillos de Indias. ?Como consiguio introducir a sus agentes y llevar su proposito a la practica? Realizo una investigacion acerca de la empresa que ejercia su dominio sobre la localidad y descubrio que la Altos Hornos y Refinerias llevaba anos practicando el fraude fiscal. Tynan ejercio presion sobre la junta directiva y rapidamente se cerro el trato. Si Tynan no informaba de sus hallazgos al Departamento de Justicia, ellos les concederian a el y a sus colaboradores mano libre en el gobierno de la comunidad. Y de este modo, tal como lo hubiera hecho un Comite de Seguridad Nacional bajo la Enmienda XXXV, Tynan dirigio un prototipo de comite de seguridad en Argo City. Era su terreno de prueba para verificar el funcionamiento de la Enmienda XXXV.

– Santo cielo, es increible -exclamo Collins-. ?Quiere usted decir que existe hoy en dia una ciudad sin Ley de Derechos?

– Por lo que a mi me consta, existe.

– Pero eso no puede ser en una democracia. Es ilegal.

– Sera legal una vez la Enmienda XXXV sea ratificada en California -dijo Radenbaugh-. Sea como fuere, los resultados de ese experimento constituyen la primera mitad del Documento R.

– ?Y la segunda mitad?

– No la conozco -repuso Radenbaugh levantando las manos.

Collins reflexiono acerca de lo que acababa de escuchar.

– No me cabe en la cabeza que haya podido estar ocurriendo tal cosa. ?Que me dice de los resultados? ?Fueron positivos en Argo City?

Radenbaugh miro fijamente a Collins.

– Deberia usted verlo por si mismo -dijo-. ?Le gustaria?

– Vaya si me gustaria. Quiero llegar hasta el fondo de esta cuestion. Hay muchas cosas en juego. ?Se correra mucho riesgo?

– No acuden muchos visitantes a esa ciudad. Al menos eso me dijeron. Pero, si fueramos unicamente

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