Sin embargo, su madre siguio viviendo. Sobrevivio a pesar de una colitis, de los ataques de diabetes, de una insuficiencia renal, dos infartos de miocardio y tumores cancerigenos en un pecho y en el colon. Un dia, el pancreas le dejo de funcionar, de repente, y una semana mas tarde volvio a funcionar, con muchas ganas de empezar de nuevo; los medicos no hacian mas que preguntar a Celeste si podrian examinar el cuerpo de su madre una vez que esta hubiera muerto.
Celeste les preguntaba las primeras veces:
– ?Que partes?
– Todas.
Rosemary Savage Samarco tenia un hermano, al que odiaba, en las marismas, dos hermanas que vivian en Florida y que no le dirigian la palabra, y le habia tocado las pelotas a su marido con tanta habilidad que este se habia cavado su propia tumba para librarse de ella. Celeste fue la unica hija que tuvo despues de ocho abortos. Celeste solia imaginarse de pequena que todos sus mediohermanos y hermanas flotaban en el limbo y que les decia: «Estais como de vacaciones».
Cuando Celeste era adolescente, estaba convencida de que apareceria alguien que se la llevaria de alli. No era fea ni estaba amargada; ademas, tenia buen caracter y sabia reirse. Se imaginaba que si uno tenia en cuenta todas esas cosas, acabaria sucediendole. Aunque habia conocido a algunos candidatos, no habia ninguno que acabara de gustarle. La mayoria eran de Buckingham, casi todos gamberros de la colina o de las marismas de East Bucky, algunos de Rome Basin, y un tipo de las afueras que habia conocido cuando asistia a la escuela de peluqueria Blaine, que era homosexual, aunque por aquel entonces ella aun no lo sabia.
El seguro medico de su madre era una mierda, y bien pronto Celeste se encontro que tenia que trabajar para cubrir unas facturas medicas monstruosas por unas enfermedades monstruosas que no lo eran tanto para poner fin a su sufrimiento. Y no es que su madre no disfrutara de su propio padecimiento. Cada vez que sufria una enfermedad disponia de un nuevo triunfo para jugar a lo que Dave llamaba «Rosemary tiene todos los boletos de la rifa para que su vida sea peor que la de los demas».
Una vez, en las noticias vieron a una madre acongojada que lloraba en la acera, despues de presenciar como su casa y sus dos hijos habian volado por los aires a causa de un incendio. Rosemary hizo un chasquido con la lengua:
– Siempre puedes tener mas hijos. En cambio, intenta vivir con colitis y un pulmon colapsado en un mismo ano y ya veras -comento.
En momentos asi, Dave le dedicaba una tensa sonrisa y se iba a buscar otra cerveza.
Rosemary, cuando oia el ruido del frigorifico al abrirse, le decia a Celeste:
– Tu solo eres su amante, carino. Su mujer se llama Budweiser.
– ?Mama, dejalo ya! -solia responderle Celeste.
– ?Que? -le contestaba ella.
A
Fue una apoplejia lo que al final acabo con su vida. Un dia que Celeste volvia del supermercado, se encontro que su madre estaba muerta en la banera, con la cabeza inclinada, y apretados en una mueca los Iabios torcidos hacia el lado derecho, como si hubiera mordido algo demasiado acido.
Durante los meses que siguieron al funeral, Celeste se consolaba al saber que, como minimo, las cosas serian mas faciles a partir de entonces, ya que no tendria que soportar los reproches constantes y los comentarios crueles. Pero, en realidad, las cosas no habian ido de ese modo. Dave cobraba mas o menos lo mismo que Celeste, y eso solo suponia un dolar mas por hora de lo que pagaban en McDonald's, y aunque era de agradecer que las facturas que Rosemary acumulo a lo largo de su vida no pasaran a su hija, esta tuvo que pagar las facturas del funeral y del entierro. Celeste examinaba el desastre economico en el que estaban sumidos, las facturas que hacia anos que pagaban, la falta de ingresos, las enormes cantidades de dinero que gastaban, el nuevo monton de facturas que Michael y su futura educacion representaban, la falta de solvencia, y tenia la sensacion de que tendria que vivir con la respiracion contenida para el resto de su vida. Ni ella ni Dave habian ido a la universidad y tampoco parecia probable que fueran a ir, y a pesar de que en el telediario la gente se jactaba del bajo indice de desempleo y de la seguridad laboral de todo el estado, nadie mencionaba que esto solo afectaba a la mano de obra cualificada ya la gente que estaba dispuesta a trabajar como empleado eventual sin ninguna asistencia medica o dental y con muy pocas perspectivas laborales.
Algunas veces, Celeste se sentaba en el lavabo junto a la banera en la que se habia encontrado a su madre. Solia sentarse en la oscuridad. Se sentaba alli e intentaba no llorar; se preguntaba como podia ser que su vida hubiera llegado a semejante extremo, yeso mismo estaba haciendo un domingo a las tres de la madrugada, mientras la persistente lluvia golpeaba las ventanas, cuando Dave entro cubierto de sangre.
El hecho de encontrarsela alli le sorprendio y se echo hacia atras de un salto cuando ella se puso en pie.
– Carino, ?que te ha pasado? -le pregunto, acercandose a el. Volvio a saltar hacia atras, se dio un golpe en el pie con la jamba de la puerta, y contesto:
– Me han rajado.
– ?Que?
– Que me han rajado.
– ?Por el amor de Dios, Dave! ?Que es lo que ha pasado?
Se levanto la camisa y Celeste observo con atencion una cuchillada bastante profunda en la caja toracica, de la que salia sangre a borbotones.
– ?Santo cielo! Tienes que ir al hospital, carino.
– ?No, no! -insistio-. Mira, no es tan profunda, lo unico que pasa es que sangra mucho.
Tenia razon. Cuando la miro por segunda vez, se dio cuenta de que era bastante superficial; sin embargo era larga y sangraba mucho, aunque no hasta el punto que justificara la sangre de la camisa y del cuello.
– ?Quien te lo ha hecho?
– Un psicopata negro lleno de
– ?Que dices? ?Como?
La miro, con los ojos inquietos, y anadio:
– EI tipo ese intento atracarme, ?De acuerdo? Yo trate de golpearle y entonces me hirio con la navaja.
– ?Intentaste golpear a un tipo que tenia una navaja, Dave?
Abrio el grifo, metio la cabeza en el fregadero, trago un poco de agua y prosiguio:
– No se por que lo hice. Se me fue la cabeza. Se me fue la cabeza de verdad, carino, y me lo cargue.
– ?Que tu…?
– Lo deje hecho polvo, Celeste. Me puse hecho una fiera cuando note que me clavaba la navaja, ?sabes? Le derribe, me puse encima de el y carino…, perdi la cabeza.
– Asi pues, fue en defensa propia.
Hizo una especie de gesto con la mano e insinuo:
– A decir verdad, no creo que el tribunal lo vea de ese modo.
– ?No me lo puedo creer! ?Amor mio! -le cogio las munecas con las manos-. Cuentame exactamente lo que paso.
Y durante una milesima de segundo, al mirarle a la cara, sintio nauseas. Noto una sonrisa maliciosa en lo mas profundo de sus ojos, como si algo se hubiera activado y se felicitara a si mismo por ello.
Decidio que era la luz, ese fluorescente barato que tenia justo encima de la cabeza, pues al bajar ella la barbilla hacia el pecho, el le acaricio las manos, y la sensacion de nausea desaparecio y su rostro volvio a la normalidad; asustado, pero normal.
– Iba andando hacia el coche -Celeste se sento de nuevo sobre la tapa cerrada del retrete y el se arrodillo delante de ella- cuando el tipo ese se me acerco y me pidio fuego. Le dije que no fumaba y el me respondio que el tampoco.