del viejo sofa de piel con dos hileras de cervezas vacias junto al brazo del sillon, sosteniendo una cerveza llena en la mano, el mando a distancia sobre el muslo. Miraba una pelicula en la que todo el mundo parecia gritar.

Celeste se quito el abrigo en el vestibulo y noto que el rostro de Dave se apagaba; los gritos se hicieron mas altos y aterradores, se entremezclaban con efectos de sonido propios de Hollywood que imitaban el ruido de mesas al romperse y lo que solo podia ser el estrujamiento de miembros.

– ?Que estas viendo? -le pregunto.

– Una pelicula de vampiros -respondio, sin dejar de mirar la pantalla mientras se llevaba la Bud a los labios-. El jefe de los vampiros se esta cargando a todos los asesinos de vampiros que habian asistido a una fiesta. Trabajan para el Vaticano.

– ?Quienes?

– Los asesinos de vampiros. ?Joder! -exclamo Dave-. ?Acaba de arrancarle la cabeza!

Celeste entro en la sala de estar, y miro la pantalla en el preciso instante en que un tipo vestido de negro sobrevolaba la habitacion y cogia a una asustada mujer por el cuello y se lo partia.

– ?Por el amor de Dios, Dave!

– ?Esta muy bien, porque ahora James Woods esta cabreado!

– ? Quien es James Woods?

– El jefe de los asesinos de vampiros. Es un cabronazo.

En ese momento aparecio en pantalla: James Woods con una chaqueta de cuero y unos vaqueros cenidos; cogia una especie de ballesta y apuntaba al vampiro. Pero el vampiro era demasiado rapido. Lo lanzo de un lado a otro de la habitacion como si fuera una polilla; luego, otro tipo entro corriendo en el cuarto y empezo a disparar al vampiro con una pistola automatica. No parecio surtir mucho efecto, ya que de repente empezaron a correr por delante del vampiro, como si se hubieran olvidado de donde estaban.

– ?Es ese uno de los hermanos Baldwin? -pregunto Celeste. Se sento en el brazo del sofa y apoyo la cabeza en la pared. -Si, creo que sI.

– ?Cual?

– No lo se. He perdido el hilo.

Celeste les vio atravesar a toda prisa una habitacion de motel con tantos cadaveres que Celeste nunca se habria podido imaginar que cupieran en un espacio tan pequeno. Su marido exclamo:

– ?El Vaticano tendra que entrenar a otro equipo entero de asesinos!

– ?Por que el Vaticano se interesa otra vez por los vampiros?

Dave sonrio y la miro con aquel rostro de nino y los bonitos ojos que le caracterizaban.

– Representan una gran amenaza, carino. Es bien sabido que roban calices.

– ?Roban calices! -exclamo, sintiendo un deseo irresistible de sentarse junto a el y acariciarle el pelo, ya que no deseaba que aquella tonta discusion pusiera fin al dia tan horrible que habia pasado-. ?No lo sabia!

– ?Y tanto! ?Son un gran problema! -respondio Dave, apurando la cerveza mientras James Woods, el hermano Baldwin y una chica con aspecto de drogadicta conducian una camioneta a toda velocidad por una carretera vacia con el vampiro pisandoles los talones-. ?Donde has estado?

– He ido a dejar el vestido a la funeraria.

– De eso hace horas -replico Dave.

– Despues pense que necesitaba sentarme en algun sitio para pensar, ?sabes?

– Pensar -repitio Dave-. ?Claro, claro! -Se levanto del sofa, se fue a la cocina y abrio la nevera-. ?Quieres una?

En realidad no la queria, pero contesto: -Si, vale.

Dave regreso a la sala de estar y le dio la cerveza. Si Dave le abria la lata solia indicar que estaba de buen humor; sin embargo, en aquel momento Celeste no lo tenia muy claro: Dave le habia abierto la lata, pero no sabia con certeza si era buena o mala senal.

– ?En que has estado pensando? -pregunto.

Al abrir su propia lata hizo mucho mas ruido que el rechinar de neumaticos de la camioneta al volcar. -? Ya lo sabes!

– No, no lo se, Celeste.

– En cosas -contesto, tomando un trago de cerveza-. En el dia que he pasado, en la muerte de Katie, en Jimmy y Annabeth, y cosas por el estilo.

– Cosas por el estilo -repitio Dave-. ?Sabes en lo que pensaba yo mientras traia a Michael a casa, Celeste? Pensaba en lo violento que debia de haber sido para el ver como su madre se marchaba sin decirle a nadie adonde iba ni cuando regresaria. Pense mucho en eso.

– Te lo acabo de decir, Dave.

– ?El que? -Se volvio hacia ella y le sonrio de nuevo, pero esa vez no habia nada de infantil en la sonrisa-. ?Que me has dicho, Celeste? -Que tenia ganas de pensar. Siento mucho no haber llamado, pero estos dos ultimos dias han sido muy duros para mi. No me reconozco a mi misma.

– Nadie se reconoce a si mismo.

– ?Que?

– En la pelicula pasa lo mismo -apunto Dave-. No saben ni quien es la gente de verdad ni quienes son los vampiros. Ya lo he visto muchas veces. El hermano Baldwin ese acabara por enamorarse de la chica rubia, a pesar de que sabe que la han mordido. Ella se convertira en vampiro, pero a el no le importa, ?de acuerdo? Porque la ama, por muy vampiro que sea. Ella le chupara la sangre y lo convertira en un muerto viviente. El vampirismo consiste en eso, Celeste: tiene su atractivo, por mucho que sepas que te matara, que condenara tu alma para la eternidad y que tendras que pasarte el resto de tu vida mordiendo el cuello a la gente, escondiendote del sol y de las brigadas del Vaticano. Quiza un dia te despiertes y hayas olvidado en que consiste ser humano. Si eso sucede, seguro que te acostumbras. Te han envenenado, pero ese veneno no es tan malo una vez que te has habituado a vivir con el. -Apoyo los pies en la mesa auxiliar y tomo un largo trago de cerveza-. De todos modos, eso es lo que pienso.

Celeste se quedo inmovil, sentada en el brazo del sofa y observando a su marido.

– Dave, ?de que cono me estas hablando?

– De los vampiros, carino. De los hombres lobo.

– ?De los hombres lobo? Lo que dices no tiene ningun sentido.

– ?Ah no? Piensas que mate a Katie, Celeste. Eso si que tiene sentido, ?verdad?

– Yo no… ?Que te ha hecho pensar eso? Manoseo la lata con los dedos y contesto:

– Antes de marcharte eras incapaz de mirarme a los ojos en la cocina de Jirnmy. Sostenias el vestido como si ella aun estuviera dentro y no te atrevias a mirarme. Empece a pensar en ello. ?Por que motivo me rechazaba mi propia esposa? Entonces lo vi claro: Sean. Te dijo algo, ?verdad? Sean y esa rata que tiene por companero te han estado haciendo preguntas.

– No.

– ?No? ?No me lo creo!

A Celeste no le hacia ninguna gracia verlo tan tranquilo. Podria atribuirlo a la cerveza (Dave siempre habia tenido borracheras muy tranquilas), pero en aquel momento habia algo que no le acababa de gustar, la sensacion de que algo le oprimia demasiado.

_. David…

– ?Ahora vuelvo a ser «David»!

– … no pienso nada de eso. Tan solo estoy confundida.

Ladeo la cabeza, la miro de nuevo y anadio:

– Pues saquemoslo todo, carino. Una buena comunicacion es lo mas importante de una relacion.

Tenia ciento cuarenta y siete dolares en la cartilla y un limite de quinientos dolares en la tarjeta de credito, aunque ya se habia gastado unos doscientos cincuenta. Aunque consiguiera sacar a Michael de alli, no llegarian muy lejos. Despues de dos o tres noches en un motel, seguro que Dave les encontraria. Nunca habia sido estupido. Estaba convencida de que les encontraria.

La bolsa. Podria entregar la bolsa de basura a Sean Devine y el hallaria restos de sangre en la ropa de Dave.

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