linguistica, y su acompanante debia de ser tambien linguista. Por lo visto habian decidido presentar a Guianeya unas amigas que pudieran estudiar su idioma o intentar ensenar el terrestre a la huesped.

Marina se acerco a Guianeya. Levanto los brazos para abrazar a la muchacha de otro mundo.

Guianeya se aparto.

«?Otra vez! — penso Muratov —. Otra vez Guianeya concedio el honor de tocar su mano al jefe de los presentes. Claro que ahora no era dificil averiguarlo».

La parada del expreso interrumpio los recuerdos de Muratov. Tenia que apearse en esta estacion.

Pero por la noche, ya acostado, volvio a sus recuerdos.

Estando enfrascado en estos pensamientos, experimento una verdadera necesidad de recordar todo hasta el final. A decir verdad, no recordaba — nunca habia olvidado los acontecimientos de aquellos dias — sino revivia de nuevo todos los pensamientos, dudas y sentimientos que habia despertado Guianeya.

Dentro de tres dias se encontrarian, dentro de tres dias veria de nuevo a la enigmatica huesped, de nuevo tendria contacto con los secretos que la rodeaban, y que no se habian aclarado durante este ano y medio.

Ahora podia hablar con ella. Claro esta que solamente de las cosas mas corrientes.

Pero esto era algo. Las trescientas palabras que el manejaba podian servir para algo si se las empleaba como es debido.

Muratov no dudaba de que Guianeya iba a hablar con el no como con los demas. Con seguridad mas francamente. No en balde durante este tiempo la huesped habia expresado mas de una vez el deseo de entrevistarse con aquel que la habia traido a la Tierra, y cuyo nombre no conocia.

Todos decian que entre Guianeya y Marina existia un parecido exterior, y que Muratov se parecia todavia mas a la huesped de la Tierra. ?Era posible que en esto consistiera la clara simpatia de Guianeya hacia su traductora, el deseo insistente de verse con el mismo? Entonces habia mas probabilidades de que Guianeya contestara a sus preguntas.

La huesped habia cambiado mucho durante este tiempo. Y los cambios habian sido para mejorar. Sensiblemente se habia hecho mas sociable, no se apartaba de las personas, estrechaba la mano de aquellos que no le provocaban una antipatia incomprensible, como por ejemplo las personas de estatura pequena, a las que, por lo visto, no podia soportar. Era mas viva, mas alegre, participaba con gusto en los juegos deportivos, comenzaba poco a poco a interesarse por la vida de la Tierra. Leguerier no la calificaria ahora de orgullosa y altiva.

Pero seguia guardando silencio en todo lo que se referia a su pasado, a la historia de su aparicion en Hermes.

Precisamente esta era la causa por la que Muratov esquivara la entrevista con ella.

Despues de la llegada a la Tierra, Muratov abandono en seguida a Guianeya. ?Que tenia que hacer junto a ella? Se reintegro a sus ocupaciones habituales. Pero durante todo el ano y medio no perdio el interes hacia el extraordinario acontecimiento en el que desempeno un papel tan grande. Observaba atentamente todo lo que se referia a Guianeya, sabia todo lo que hacia la huesped, incluso mejor que lo sabian otras personas. Esto era debido a que su hermana estaba con Guianeya y frecuentemente hablaba por radiofono con su hermano.

Al dia siguiente despues de la llegada, Guianeya supo explicar a Marina que queria cambiar su vestido, y le pidio que le confeccionaran uno como el que tenia, pero de color blanco.

Su deseo fue cumplido inmediatamente.

Desde entonces la huesped iba invariablemente siempre de blanco. Ni una sola vez se puso su vestido dorado pero lo tenia guardado cuidadosamente y lo llevaba a todas partes consigo.

Muratov incluyo este hecho en la lista ya bastante larga de enigmas que Guianeya habia planteado a las personas de la Tierra.

?De que se trataba? ?Cual era la causa? ?Por que la huesped de una forma inesperada y apresurada se desprendio de su vestido dorado? ?Era casual la eleccion del color blanco?

?No guardaria esto relacion con el cambio inexplicable que tuvo lugar en Guianeya cuando salio de la nave?

Era incontrovertible que no fue casual la aparicion de Guianeya en Hermes con un vestido dorado. Esto tenia un sentido. ?Cual? Esto no se podia averiguar, no sabiendo en absoluto nada de las costumbres y tradiciones que existian en el desconocido mundo de Guianeya.

Marina comunico a su hermano en una conversacion corriente por el radiofono que le sentaba muy bien el color blanco a Guianeya.

— Al sol — dijo ella — hace casi imperceptible el matiz verdoso de su piel. Toma un color bronceado como si se hubiera tostado al sol.

— ?Crees que esto lo ha hecho Guianeya solo para ocultar el matiz verdoso de su piel?

— pregunto Muratov.

— Me parece que si — respondio Marina —. No olvides que es una mujer.

Muratov se rio. Una explicacion tan sencilla del enigma le parecia completamente increible. Guianeya estaba acostumbrada al matiz verdoso de su piel, color corriente de todas las personas de su patria. ?Por que le podia parecer que no fuera bonito y quisiera ocultarlo?

?No, aqui hay otra causa!

Continuaba interesando no solo a Muratov, sino tambien a todo el,Servicio del Cosmos», la posible relacion de Guianeya con los que enviaron hacia la Tierra los satelites-exploradores. Los satelites no habian vuelto a aparecer. Si habian marchado para el intervalo correspondiente, este ya duraba casi cuatro anos. La sexta expedicion lunar fue la ultima. Fue reconocido el gasto irracional de fuerzas para buscar aquello que posiblemente no existia.

Si Guianeya era en realidad compatriota de los «amos» solo ella podria alzar el velo del secreto cosmico.

Segunda parte

1

Muratov, con todo respeto para el interlocutor, no pudo contener la risa. Era comico el rostro ofendido y perplejo de Bolotnikov, la nota lastimosa, completamente infantil, que resonaba en su voz.

— Ya lo sabia — dijo refunfunando el profesor —. Todos se rien. Pero a mi no me hace ninguna gracia.

— Perdone — contesto Muratov —. No queria ofenderle. Pero tiene usted que estar de acuerdo conmigo que todo esto no solo es incomprensible, sino tambien un poco ridiculo.

Tal fantasia en una persona mayor, y ademas cosmonauta, es sencillamente un absurdo.

Pero no es nada grave, el asunto puede tener arreglo.

— No le comprendo.

— Muy sencillo, a Guianeya nadie le ha hablado de este tema. Hace falta explicarle que no debe ofender a las personas. Por lo visto no se da cuenta de ello. Intentare hacerselo comprender.

— ?Usted piensa que ella escuchara sus palabras?

— Tengo la esperanza.

— Yo lo dudo. La antipatia de Guianeya a las personas pequenas, por lo visto, tiene alguna causa. Esto no es una fantasia, como usted ha dicho, esto es algo distinto, mas profundo y fuerte. Esto lo lleva en la sangre.

— Precisamente por esto, es necesario decirle que se encuentra en la Tierra y no en su patria. Debe comprender que en la Tierra son iguales las personas de estatura alta o baja.

Y que no debe traer aqui las costumbres… — De repente Muratov se corto —. No le parece — dijo — que de este hecho se puede sacar una deduccion muy interesante. ?Como no se le orurrio a nadie? ?Si todos los compatriotas de Guianeya tienen la misma estatura que ella, de donde ha podido surgir su antipatia?

Вы читаете Guianeya
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×