– O tal vez quiere acosar a alguien y esta reuniendo informacion para evitar ser arrestado. Suena a locura, pero un acosador realmente decidido lo intentaria. Es un grave error subestimar a los acosadores de verdad.
Se acomodo en su silla.
– Un acosador decidido convierte en una ciencia su obsesion. En una ciencia y en un arte.
– ?Como es eso?
– No solo estudia a su victima, sino tambien su mundo. Familia, amigos, trabajo, estudios. Donde le gusta cenar, a que cine va, donde repara su coche o compra la loteria. Donde saca a pasear al perro. Usa todo tipo de recursos, legales e ilegales, para acumular informacion. No deja de medir, calibrar, prever. Dedica todos sus pensamientos a su objetivo… tanto que a menudo piensa por adelantado, casi como si leyese la mente de su victima. Llega a conocerla casi mejor de lo que se conocen ella misma…
– ?Que impulsa todo esto?
– Los psicologos no estan seguros. La conducta obsesiva es siempre un misterio. ?Un pasado con aristas o flecos sueltos?
– Probablemente mas que eso, ?no?
– Si, probablemente. Si se rasca un poco la superficie, se encuentran cosas muy desagradables en la infancia. Abusos, violencia y todo lo demas. -Sacudio la cabeza-. Son tipos peligrosos. No son criminales corrientes, en modo alguno. Ya seas la cajera del supermercado local acosada por su ex novio motero, o una estrella de Holywood acosada por un fan, corres mucho peligro, porque, no importa lo que hagas: si se lo proponen, llegaran hasta ti. Y la policia, incluso con ordenes de alejamiento temporal y leyes anti acoso cibernetico solo puede intervenir a posteriori, no puede impedir un acoso eventual. Los acosadores lo saben. Y lo mas
– ?Que puede hacer una victima?
Busco en su mesa y saco un folleto titulado
– Les damos material para leer.
– ?Ya esta?
– Hasta que se comete un delito. Pero entonces suele ser demasiado tarde.
– ?Y los grupos de defensa y…?
– Bueno, pueden ayudar a algunas personas. Hay casas francas, lugares seguros, grupos de apoyo, lo que quiera. Pueden proporcionar ayuda en algunos casos. Yo nunca le diria a nadie que no contacte con ellos, pero hay que ser cauteloso, porque puedes provocar una confrontacion que realmente no quieres. De todas formas siempre suele ser demasiado tarde. ?Sabe que es lo mas absurdo?
Negue con la cabeza.
– Nuestra Asamblea Legislativa siempre esta dispuesta a aprobar leyes para proteger a la gente, pero el acosador obstinado es capaz de sortearlas. Y, aun peor, cuando intervienen las autoridades, cuando cursas la denuncia y el caso queda registrado y obtienes la orden judicial de alejamiento, eso es precisamente lo que puede provocar el desastre. De esa manera se fuerza la jugada del malo. Haces que actue de manera precipitada. Carga toda su municion y anuncia: «Si no puedo tenerte, nadie podra…»
– ?Y?
– Use su imaginacion, senor escritor. Ya sabe lo que pasa cuando un tipo aparece en una oficina, o una vivienda, o donde sea, vestido como Rambo, con un fusil de asalto, dos pistolas y suficiente municion para repeler a un equipo de los SWAT durante horas. Ha visto esas historias.
Guarde silencio. Lo habia visto. El detective volvio a sonreir.
– Por lo que podemos decir, tanto los policias como los psicologos forenses, el perfil mas parecido de un acosador obsesivo es muy similar al de un asesino en serie. -Se reclino en su asiento-. Da que pensar, ?eh?
20 Acciones, buenas y malas
– ?Tenemos alguna idea real de a que nos enfrentamos?
La pregunta de Sally quedo flotando en el aire.
– Quiero decir, aparte de lo que Ashley nos ha contado, que no es mucho, ?que sabemos de ese tipo que le esta fastidiando la vida?
Se volvio hacia su ex marido. Todavia sostenia el vaso de whisky, sin beberlo; estaba demasiado nerviosa para perder la sobriedad.
– Scott, tu eres el unico, aparte de Ashley, claro esta, que ha visto a ese tipo. Imagino que extrajiste algunas conclusiones. Te daria alguna impresion. Tal vez podamos empezar por ahi…
El vacilo. Estaba acostumbrado a dirigir la conversacion en una clase y que de repente le pidieran su opinion lo pillo un poco desprevenido.
– No me parecio alguien con quien ninguno de nosotros pudiera sentirse comodo -dijo lentamente.
– ?Que quieres decir? -pregunto Sally.
– Bueno, es fornido, atractivo y obviamente bastante listo, pero tambien duro, mas o menos lo que cabe esperar de un tipo que tal vez monta en moto, trabaja de peon en alguna parte y asiste a clases nocturnas para adultos. Mi impresion es que procede de un entorno bastante pobre… no es el tipo que suele encontrarse en mi facultad, ni en el colegio de Hope. Y tampoco encaja con el tipo de joven que Ashley conoce, le profesa amor eterno y rompe cuatro semanas mas tarde. Esos siempre parecen del tipo artista: delgados, melenudos y nerviosos. O'Connell es duro y resabiado. Tal vez te hayas encontrado con algunos como el en tu profesion, pero creo que estas a otro nivel.
– Y ese tipo esta…
– Por debajo de los circulos en que te mueves. Pero puede que eso no sea una desventaja.
Sally arrugo el entrecejo.
– Pero, Dios santo, ?como demonios Ashley se lio con un tipo asi?
– Cometio un error -dijo Hope. Habia permanecido sentada en silencio, con una mano en el lomo de
– De acuerdo -dijo Sally con cautela, tras un silencio incomodo-. ?Como seguimos?
– Bueno, para empezar, tenemos que sacar a Ashley de alli -decidio Scott.
– Pero ella estudia en Boston. Alli esta su vida. ?Crees que debemos traerla aqui, como a una excursionista que vuelve anorante a casa despues de pasar su primera noche fuera?
– Si. Exactamente.
– ?Creeis que vendra? -intervino Hope.
– ?Tenemos ese derecho? -pregunto Sally-. Es una mujer adulta. Ya no es una nina…
– Ya lo se -replico Scott, picado-. Pero si somos razonables…
– ?Es que algo de esto es razonable? -pregunto Hope bruscamente-. Quiero decir, ?por que deberia regresar a casa al primer signo de problemas? Tiene derecho a vivir donde quiera, y tiene derecho a vivir su propia vida, incluyendo sus errores. Ese O'Connell no tiene ningun derecho a obligarla a huir.
– Cierto. Pero no estamos hablando de derechos. Estamos hablando de realidades.
– Bien -dijo Sally-. La realidad es que tendremos que hacer lo que Sally quiera, y no sabemos que es.
– Es mi hija. Si le pido que haga algo, lo hara -replico Scott, envarado y tenso.