Despues hay un intervalo. Solo los Rothstein y sus parientes mas cercanos iran al cementerio de Queens. Todo el mundo esta invitado al apartamento de Marty y Nina a las cuatro de la tarde, pero ahora el cortejo funebre debera dispersarse. Se alegra de que le eviten la dura prueba de ver como descienden el feretro a la fosa, la excavadora volviendo a rellenar la sepultura, a Marty y Nina deshechos en lagrimas. Renzo lo alcanza en el vestibulo de entrada y salen juntos en plena nevada con idea de buscar un sitio para comer. Renzo es lo bastante inteligente como para haberse traido un paraguas y, mientras Morris estornuda a su lado, le pasa el brazo por el hombro. Ninguno dice una palabra. Son amigos desde hace cincuenta anos y cada uno sabe lo que esta pensando el otro.

Acaban en un delicatessen judio de Broadway, en la parte baja de la calle Ochenta, una vuelta a su ninez neoyorquina, una cocina casi desaparecida a base de carne picada de higado, sopa de albondigas matzo, sandwiches de fiambre y pastrami, cocido, tortitas de queso, pepinillos en vinagre. Renzo ha estado de viaje, no se han visto desde la publicacion de Los dialogos de la montana en septiembre y Morris tiene la impresion de que su amigo esta cansado, mas demacrado que de costumbre. ?Como es que se han hecho viejos?, se pregunta. Ambos tienen sesenta y dos anos, y aunque se encuentran en buen estado de salud y ninguno de los dos esta calvo, ni gordo ni ya para el arrastre, el pelo se les ha vuelto gris, tienen entradas en la frente y han llegado a ese punto de la vida en que las mujeres con menos de treinta anos, quizas incluso de cuarenta, ni los miran al pasar. Recuerda a Renzo cuando era joven, un escritor novel recien salido de la universidad que vivia en un apartamento de cuarenta y nueve dolares al mes del Lower East Side, en un edificio de viviendas junto al tendido ferroviario con una banera en la cocina y seis mil cucarachas manteniendo congresos politicos en todos los armarios, tan pobre que durante tres anos tuvo que conformarse con una sola comida al dia mientras trabajaba en su primera novela, que acabo destruyendo porque no le parecia lo bastante buena, cosa que hizo frente a las protestas de Morris y la oposicion de su novia, quienes la encontraban realmente buena, y ahora fijate, piensa Morris, cuantos libros desde aquel manuscrito quemado (?diecisiete, veinte?), publicados en todos los paises del mundo, incluso en Iran, por amor de Dios, cuantos premios literarios, cuantas medallas, llaves de ciudades, doctorados honorarios, cuantos libros y disertaciones escritos sobre su obra, y nada de eso le importa, se alegra de tener algo de dinero, de estar libre de las agobiantes penalidades de los primeros anos, pero su fama le deja frio, no tiene ningun interes en si mismo como presunto personaje publico. Solo quiero desaparecer, dijo una vez a Morris, en el mas tenue de los murmullos, con la mirada perdida y una expresion afligida en los ojos, como si estuviera hablando para sus adentros. Solo quiero desaparecer.

Piden la sopa y los sandwiches, y cuando el camarero latinoamericano se aleja con los menus (un camarero latino en un restaurante judio, a los dos les gusta eso), Morris y Renzo empiezan a hablar del funeral, cambiando impresiones de lo que acaban de presenciar en el salon de actos del centro social. Renzo no conocia a Suki, solo la vio una vez cuando era pequena, pero conviene con Morris en que el discurso de Rothstein ha sido un trabajo muy convincente, casi increible cuando se considera que lo escribio en las circunstancias mas espantosas, en un momento en que poca gente habria tenido fuerzas para dominarse y escribir una sola palabra, y mucho menos el panegirico apasionado, complejo y lucido que han oido esta manana. Renzo no tiene hijos, dos ex mujeres pero ningun hijo, y teniendo en cuenta lo que Marty y Nina estan pasando ahora, considerando lo que Willa y el han tenido que pasar, primero con Bobby y luego con Miles, Morris siente algo cercano a la envidia al pensar que Renzo tomo hace muchos anos la acertada decision de no querer saber nada de hijos, de evitar el irremediable desastre y la potencial desolacion de la paternidad. Casi espera que Renzo se ponga a hablar de Bobby ahora, tan evidente es el paralelismo, y seguro que comprende lo dificil que ha sido este funeral para el, pero precisamente porque Renzo lo entiende, no habla de ello. Es muy discreto para eso, muy consciente de lo que Morris esta pensando para entrometerse en su dolor, y apenas unos segundos despues de que Morris entienda a su vez esa renuencia a inmiscuirse en su vida, Renzo cambia de tema, eludiendo a Bobby y el sombrio territorio de los hijos muertos, y le pregunta como se las arregla para capear la crisis, refiriendose a la economica, y en que situacion se encuentra Heller Books en ese mar de dificultades.

Morris le dice que el barco sigue a flote, pero un poco escorado a estribor, y durante los ultimos meses han estado arrojando por la borda el exceso de carga. Su principal preocupacion es mantener el personal tal como esta, y hasta el momento no ha tenido que prescindir de nadie, pero el catalogo de publicaciones se ha recortado en un veinte o veinticinco por ciento. El ano pasado publicaron cuarenta y siete libros, frente a treinta y ocho esta temporada, pero sus ganancias solo han disminuido un once por ciento, en gran medida gracias a Los dialogos de la montana, que va por la tercera edicion, con cuarenta y cinco mil ejemplares de tapa dura vendidos. Hasta dentro de un tiempo no se conoceran las cifras de las ventas navidenas, pero aunque resulten inferiores a lo esperado, no preve un desastre absoluto. Louverain, Wyatt y Tomesetti han publicado libros potentes este otono y la serie policiaca en rustica parece haber tenido buena acogida, pero son tiempos dificiles para primeras novelas, muy complicados, y se ha visto obligado a rechazar a buenos escritores jovenes, libros que hace un par de anos habrian tenido alguna oportunidad, y eso le parece preocupante, porque el proposito de Heller Books es precisamente el de fomentar nuevos talentos. Solo hay programados treinta y tres libros para 2009, pero Carlsen esta en la lista, Davenport tambien y luego, ni que decir tiene, cuentan con la novela corta de Renzo, el breve volumen que escribio justo despues de Los dialogos de la montana, el imprevisto libro en que tantas esperanzas ha puesto, y quien sabe, si todas las librerias independientes de Estados Unidos no quiebran en los proximos doce meses, podria resultar un ano bastante decente. Al oirse hablar, casi empieza a sentirse optimista, pero a Renzo solo le cuenta parte de la historia, dejando al margen el hecho de que cuando empiecen a venir las devoluciones de Los dialogos de la montana las cifras de ventas descenderan entre siete y diez mil ejemplares, sin mencionar que 2008 va a ser la peor temporada de la casa en treinta anos, y tampoco le informa de que necesita un nuevo inversor que ponga mas capital en la empresa o el barco se hundira de aqui a dos anos. Pero no es preciso que se entere de nada de eso. Renzo escribe libros y el los publica, y Renzo seguira escribiendo y publicando libros aunque el haya cerrado el negocio.

Despues de que llegue la sopa, Renzo pregunta: ?Que noticias hay del chico?

Esta aqui, contesta Morris. Desde hace dos o tres semanas.

?Aqui, en Nueva York?

En Brooklyn. Viviendo en una casa abandonada de Sunset Park con otra gente.

?Te lo ha dicho nuestro amigo el bateria?

Nuestro amigo el bateria es uno de los que vive alli. Ha invitado a Miles a que viniera de Florida y el chico ha aceptado. No me preguntes por que.

A mi me parecen buenas noticias.

Puede. El tiempo lo dira. Bing dice que piensa llamarme, pero hasta ahora, ningun mensaje.

?Y si no llama?

Entonces todo sigue igual.

Piensalo, Morris. Lo unico que tienes que hacer es subirte a un taxi, ir a Brooklyn y llamar a la puerta. ?No te dan tentaciones?

Claro que me tienta. Pero no puedo hacerlo. El fue quien se marcho y el es quien tiene que volver.

Renzo no insiste y Morris le agradece que deje ahi la cuestion. Como padrino del chico y viejo amigo del padre, Renzo ha venido participando en esa grotesca historia desde hace siete anos, y a estas alturas queda poco por decir. Morris le pregunta por su reciente viaje, sus escapadas a Praga, Copenhague y Paris, su lectura en el teatro Max Reinhardt de Berlin, el premio que le han dado en Espana, y Renzo afirma que ha sido una distraccion bienvenida, que ultimamente ha estado bajo de moral y le ha sentado bien cambiar de aires durante unas semanas, estar en un sitio distinto del interior de su propia cabeza. Morris le ha oido decir esa clase de cosas desde que puede recordar. Renzo siempre tiene un bajon de animo, cada libro que termina siempre es el ultimo que escribira en la vida y luego, por la razon que sea, el bajon se interrumpe misteriosamente y esta de

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