— Superior. Instituto Pedagogico Hertzen. Leningrado.

— ?Ha sido condenado alguna vez?

— No.

— ?Cuando partio de la Tierra?

— En mil novecientos sesenta y ocho.

— ?Lugar de partida?

— Leningrado.

— ?Causa de la partida?

— Curiosidad.

— ?Cuanto tiempo lleva en la Ciudad?

— Cuatro anos.

— ?Profesion actual?

— Especialista en estadistica, de la direccion de servicios comunales.

— Enumere sus profesiones anteriores.

— Trabajador no cualificado, archivero principal de la ciudad, dependiente del matadero urbano, basurero, herrero. Creo que eso es todo.

— ?Estado civil?

— Libidinoso — respondio Izya, con otra risita.

Andrei dejo la pluma, encendio un cigarrillo y durante unos minutos examino al detenido a traves del humo azulado. Izya seguia mostrando los dientes. Era descarado, pero Andrei lo conocia bien y veia que estaba algo nervioso. Al parecer, tenia razon para estarlo, aunque habia logrado librarse de la carpeta con habilidad, por que no decirlo. Al parecer ya comprendia que iban a por el en serio, y por eso sus ojos se entrecerraban con nerviosismo y le temblaban las comisuras de los labios.

— Escucheme, detenido — dijo Andrei, con una sequedad bien ensayada —, le recomiendo que se comporte correctamente durante el proceso de instruccion, a no ser que quiera empeorar su situacion.

— Esta bien — dijo Izya dejando de sonreir —. Entonces, exijo que me de a conocer de que se me acusa y que mencione el articulo segun el cual ha tenido lugar la detencion. Ademas, exijo un abogado. Desde este momento, sin la presencia de un abogado, no dire ni una palabra.

— Ha sido detenido segun el articulo doce del codigo penal — dijo Andrei riendose para sus adentros —, relativo a la detencion preventiva de personas cuya permanencia ulterior en libertad puede constituir un peligro social. Esta acusado de relaciones ilegales con elementos hostiles, de ocultamiento o eliminacion de materiales incriminatorios en el momento de la detencion… asi como de infringir el decreto de la municipalidad que prohibe salir fuera de los limites de la ciudad por consideraciones sanitarias. Usted ha infringido sistematicamente ese decreto. Y con respecto al abogado, la fiscalia puede proporcionarle uno solo pasados tres dias desde el momento de la detencion. En correspondencia con ese mismo articulo del codigo penal… Ademas, quiero aclararle algo: usted puede formular protestas, presentar quejas y realizar apelaciones solo despues de dar respuestas satisfactorias a las preguntas que se le formulen durante la instruccion preliminar. Se trata del mismo articulo doce. ?Lo ha entendido bien?

Vigilaba atentamente el rostro de Izya y vio que lo habia entendido todo. Quedaba totalmente claro que Izya responderia a las preguntas y aguardaria a que pasaran los tres dias. Al oir mencionar aquel plazo, Izya contuvo abiertamente la respiracion. Magnifico…

— Ahora, despues de recibir esa aclaracion — dijo Andrei, tomando de nuevo la pluma en las manos —, prosigamos. ?Estado civil?

— Soltero.

— ?Direccion donde reside?

— ?Que? — pregunto Izya. Obviamente, estaba pensando en otra cosa.

— Su direccion. ?Donde vive?

— Segunda Izquierda, numero doce, piso siete.

— ?Que puede decir sobre el delito del que se le acusa?

— Por favor — dijo Izya —. En lo que respecta a los elementos hostiles, eso no es mas que un absurdo, una locura. Es la primera vez que oigo que existen esos elementos, lo considero un invento de la instruccion para provocar. Pruebas incriminatorias… No tenia conmigo ninguna prueba incriminatoria y no podia tenerla porque no he cometido delito alguno. Por eso no pude ocultarlas ni destruirlas. Y en lo relativo al decreto de la municipalidad, soy un viejo colaborador del archivo de la ciudad, sigo trabajando alli de forma voluntaria, tengo acceso a todos los materiales del archivo, incluyendo aquellos que se encuentran fuera de los limites de la ciudad. Es todo.

— ?Que hacia en el Edificio Rojo?

— Eso pertenece a mi vida privada. Usted no tiene derecho a inmiscuirse en mi vida privada. Tiene primero que demostrar que eso guarda relacion con los hechos de que se me acusa. Articulo catorce del codigo de procedimiento penal.

— ?Ha visitado el Edificio Rojo en mas de una ocasion?

— Si.

— ?Puede darme los nombres de las personas con las que se ha encontrado alli?

— Puedo. — La boca de Izya se expandio en una sonrisa siniestra —. Pero eso no le servira de nada.

— Deme los nombres.

— Por favor. De la era moderna: Petain, Quisling, Van Tzinwel…

— Le ruego que mencione — intervino Andrei levantando la mano —, en primer lugar, a las personas que son ciudadanos de nuestra ciudad.

— ?Y para que se necesita eso durante el proceso de instruccion? — pregunto Izya con agresividad.

— No estoy obligado a responderle. Conteste a las preguntas.

— No deseo contestar a preguntas estupidas. Usted no entiende nada. Usted se imagina que si se encontro a alguien alli, eso quiere decir que en realidad estaba. Y eso no es asi.

— No entiendo. Conteste, por favor.

— Yo mismo no lo entiendo. Es como un sueno. El delirio de la conciencia que se rebela.

— Bien. Como un sueno. ?Estuvo hoy en el Edificio Rojo?

— Pues si.

— ?Donde estaba ubicado el Edificio Rojo cuando usted entro en el?

— ?Hoy? Hoy estaba junto a la sinagoga.

— ?Me vio alli?

— Cada vez que entro ahi, lo veo a usted. — Izya volvia a sonreir con aire siniestro.

— ?Y hoy tambien?

— Tambien. — ?Y a que me dedicaba?

— A cosas indignas — respondio Izya con placer.

— En concreto…

— Usted copulaba, senor Voronin. Copulaba a la vez con muchas ninas, y simultaneamente predicaba elevados principios a un grupo de castrados. Les repetia que se dedicaba a aquello no por placer personal, sino por el bien de toda la humanidad.

Andrei apreto los dientes.

— Y usted, ?a que se dedicaba?

— Eso no se lo voy a decir. Tengo ese derecho.

— Miente — dijo Andrei —. No me vio alli. Aqui estan sus palabras: «A juzgar por tu aspecto, has estado en el Edificio Rojo». Por lo tanto, usted no me vio alli. ?Con que objetivo miente?

— De eso nada — repuso Izya con rapidez —. Simplemente, me daba verguenza por usted y decidi darle a entender que no lo habia visto alli. Pero ahora es diferente. Ahora estoy en la obligacion de decir la verdad.

— Usted dice que es como un sueno. — Andrei se recosto y llevo una mano al respaldo de su asiento —. Entonces, ?cual es la diferencia, me vio en suenos o no me vio? ?Para que darme a entender algo?

— Pues se trata de que me daba corte decirle lo que a veces pienso de usted. Y no tenia por que haberme cortado.

— Esta bien. — Andrei, inseguro, hizo un gesto de negacion —. ?Y la carpeta, tambien la saco del Edificio Rojo? Por asi decirlo, ?de su sueno?

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