fuera. Cosas de machos. Entonces, me agarraste.

– Me acuerdo de eso. Me gusto.

– Olias como la taquilla de un gimnasio.

– Supongo que si. A pesar de todo, fue el primer beso mas memorable.

«Y el mio», penso Vanessa. No se habia dado cuenta de que se habia recostado sobre el hombro de Brady.

– Eramos tan jovenes -comento, con una sonrisa-. Todo era tan intenso, tan facil…

– Algunas cosas no tienen por que ser dificiles. ?Amigos?

– Supongo que si.

– Todavia no he tenido oportunidad de preguntarte cuanto tiempo te vas a quedar.

– Todavia no he tenido oportunidad de decidirlo.

– Tu agenda debe de estar repleta.

– Me he tomado unos meses de descanso. Tal vez me vaya a Paris durante unas semanas.

Brady volvio a tomarle la mano. Las manos de Vanessa siempre le habian fascinado. Aquellos largos dedos, las suaves palmas, las cortas y practicas unas. No llevaba anillos. El le habia regalado uno una vez. Se habia gastado el dinero que habia ganado cortando el cesped durante todo el verano y le habia comprado un anillo de oro con una minuscula esmeralda. Ella le habia besado hasta dejarlo sin sentido. Habia jurado que nunca se lo quitaria.

Las promesas adolescentes se rompen facilmente con el tiempo. Era una tonteria desear verselo de nuevo en el dedo.

– ?Sabes una cosa? Consegui verte tocar en el Carnegie Hall hace un par de anos. Fue maravilloso. Tu estuviste fantastica -dijo Brady. Los sorprendio a ambos llevandose los dedos de Vanessa a los labios. Entonces, los aparto rapidamente-. Habia esperado verte mientras los dos estabamos en Nueva York, pero supongo que estabas ocupada.

La sensacion que le vibraba en las yemas de los dedos aun le recorria todo el cuerpo.

– Si me hubieras llamado, habria podido organizado todo.

– Te llame -dijo el, mirandola fijamente a los ojos-. Fue entonces cuando me di cuenta de lo importante que eras. No llegue a pasar la primera linea de defensa.

– Lo siento. De verdad.

– No importa.

– No, pero me habria gustado verte. Algunas veces, las personas que me rodean me protegen demasiado.

– Creo que tienes razon.

Brady le coloco una mano debajo de la barbilla. Era mucho mas hermosa de lo que recordaba, y tambien mucho mas fragil. Si la hubiera visto en Nueva York, en un lugar menos sentimental para ambos, ?se habria sentido tan atraido por ella? No estaba seguro de querer saberlo.

Le habia pedido que fueran amigos. Le costaba mucho no desear ser algo mas.

– Pareces muy cansada, Van. Podrias tener mejor color de cara.

– Ha sido un ano muy ajetreado.

– ?Duermes bien?

– No empieces a jugar a los medicos conmigo, Brady -comento ella, apartandole la mano.

– En estos momentos, no se me ocurre nada que me gustaria mas, pero te hablo en serio. Pareces agotada.

– No estoy agotada, solo un poco cansada. Por eso me voy a tomar un descanso.

– ?Por que no vienes a la consulta para que te haga un reconocimiento?

– ?Es asi como ligas ahora? Antes solias decir «Vamos a aparcar al Molly's Hole».

– Ya llegare a eso. Mi padre puede examinarte.

– No necesito un medico -afirmo. En aquel momento, Kong regreso y ella comenzo a acariciarlo-. Nunca estoy enferma. En casi diez anos de conciertos, no he tenido que cancelar nunca ni uno por razones de salud. No voy a decir que no me ha resultado dificil regresar aqui, pero lo estoy superando.

«Tan testaruda como siempre», penso el. Tal vez seria mejor vigilarla, como medico, durante los siguientes dias.

– A pesar de todo, a mi padre le gustaria verte, si no profesionalmente, al menos si personalmente.

– Ire a verlo. Joanie me ha dicho que tu tienes un monton de pacientes femeninas. Me imagino que lo mismo le ocurrira a tu padre, si sigue siendo tan guapo como lo recuerdo.

– Ha tenido… unas cuantas ofertas interesantes, pero todo se ha terminado desde que tu madre y el estan juntos.

Atonita, Vanessa se volvio para mirarlo.

– ?Juntos? ?Mi madre y tu padre?

– Es la pareja mas de moda en el pueblo. Hasta ahora -dijo Brady. Entonces, le coloco un mechon de cabello detras del hombro.

– ?Mi madre?

– Es una mujer muy atractiva y esta en la flor de la vida, Van. ?Por que no deberia divertirse?

Vanessa se coloco una mano sobre el estomago y se levanto.

– Me voy adentro.

– ?Cual es el problema?

– No hay problema alguno. Entro porque tengo frio.

Brady la agarro por los hombres. Aquel fue otro gesto que provoco una oleada de recuerdos.

– ?Por que no la dejas vivir en paz? -le pregunto-. Dios ya la ha castigado lo suficiente.

– Tu no sabes nada.

– Mas de lo que tu crees. Debes olvidarte del pasado, Vanessa. Tanto resentimiento te va a corroer por dentro.

– A ti te resulta muy facil decirlo. Siempre te ha resultado muy facil, con tu hermosa familia feliz. Tu siempre supiste que te querian, sin importar lo que hicieras o lo que no hicieras. Nadie te aparto de su lado.

– Ella no te aparto de su lado, Van.

– Me dejo marchar. ?Que diferencia hay?

– ?Por que no se lo preguntas?

Vanessa sacudio la cabeza y se aparto de el.

– Deje de ser su nina hace doce anos. Deje de ser muchas cosas.

Con eso, se dio la vuelta y entro en la casa.

Capitulo III

Vanessa durmio solo a ratos. Habia sentido dolor, pero estaba acostumbrada. Lo habia enmascarado con antiacidos liquidos y tomandose las pildoras que le habian recetado para sus ocasionales dolores de cabeza, pero, principalmente, utilizando su fuerza de voluntad para ignorarlo.

En dos ocasiones habia estado a punto de dirigirse hacia el dormitorio de su madre. Una tercera vez habia llegado hasta la mismisima puerta y habia levantado la mano para llamar, para regresar inmediatamente a su propio dormitorio y a sus pensamientos.

No tenia derecho alguno a sentirse agraviada porque su madre tuviera una relacion con otro hombre, pero era asi precisamente como se sentia. En todos los anos que Vanessa habia pasado con su padre, el nunca se habia fijado en otra mujer o, si lo habia hecho, habia sido tan discreto que ella ni siquiera se habia percatado.

A la manana siguiente, mientras se vestia, se dijo que no importaba. Siempre habian llevado vidas separadas, a pesar de que compartian la casa. Sin embargo, si le importaba. La molestaba que su madre se hubiera sentido satisfecha todos aquellos anos viviendo en aquella casa sin ponerse en contacto con su unica hija. Le importaba que hubiera podido comenzar una nueva vida en la que no tenia sitio para su propia hija.

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