El recien llegado era fornido, mas alto que Bill, y llevaba puestos unos viejos tejanos y una camiseta que decia 'Yo estuve en Graceland [11]'. Sus pesadas botas estaban gastadas en los talones y llevaba una botella empapada de sangre sintetica en una mano, a la que echaba un trago de vez en cuando. No es que tuviera mucho don de gentes.

Puede que me influyera la reaccion de Rene, pero cuanto mas miraba al vampiro, mas familiar me parecia. Trate de oscurecerle mentalmente el tono de piel, anadirle algunas arrugas, imaginarmelo mas erguido e imbuir algo de vitalidad en su rostro.

?Dios mio, era el chico de Memphis!

Rene se giro para marcharse y Bill condujo al recien llegado hasta mi. Cuando estaba a tres metros de distancia, el vampiro grito:

– ?Ey, Bill me ha dicho que alguien ha matado a tu gato! – tenia un fuerte acento sureno.

Bill cerro los ojos durante un segundo y yo me limite a asentir sin decir palabra.

– Pues lo lamento mucho. Me gustan los gatos -dijo el vampiro alto, y quedo claro que no se referia a que le gustara acariciarles el pelaje. Rece porque los ninos no se enteraran de aquello, pero el horrorizado rostro de Arlene aparecio en la ventanilla del camion. Era probable que toda la buena voluntad que Bill habia invertido con ellos acabara de irse por el desague.

Rene sacudio la cabeza detras de los vampiros y se subio al asiento del conductor, diciendonos adios mientras encendia el motor. Asomo la cabeza por la ventanilla para echarle un ultimo y largo vistazo al recien llegado. Debio de decirle algo a Arlene, porque ella volvio a aparecer en el cristal y nos contemplo con ojos como platos. Vi que se quedaba boquiabierta de la impresion al estudiar con mas atencion a la criatura que se hallaba junto a Bill. Su cabeza desaparecio en el interior del vehiculo y oi un chillido mientras la camioneta se alejaba.

– Sookie-dijo Bill con tono de advertencia-, este es Bubba.

– Bubba-repeti, no muy segura de haberlo oido bien.

– Si, Bubba-dijo con alegria el vampiro, irradiando buena voluntad con su temible sonrisa-, ese soy yo. Encantado de conocerte.

Le estreche la mano, obligandome a devolverle la sonrisa. Santo Dios Todopoderoso, nunca pense que le estrecharia la mano a el. Pero desde luego habia cambiado mucho, y a peor.

– Bubba, ?te importaria esperarnos aqui en el porche? Permite que le explique nuestro acuerdo a Sookie.

– Por mi estupendo-dijo Bubba despreocupado. Se sento en el columpio tan feliz y estupido como un chorlito.

Pasamos al comedor, pero no sin que antes me diera cuenta de que gran parte de los ruidos nocturnos (de los insectos y las ranas) se habian extinguido al aparecer Bubba.

– Queria explicartelo antes de que Bubba llegara-me dijo Bill con un susurro-, pero no ha sido posible.

– ?Es quien creo que es? -pregunte.

– Si. Asi que al menos se puede decir que algunas de las historias sobre sus apariciones son ciertas. Pero no lo llames por su nombre, ?llamalo Bubba! Algo fue mal cuando hizo la transicion de humano a vampiro, puede que fuera por todas las drogas de su sangre.

– Pero estuvo muerto de verdad, ?no?

– No… no del todo. Uno de los nuestros era empleado en la funeraria y gran fan suyo, y pudo detectar el halito de vida que le quedaba, asi que lo resucito del modo mas rapido posible.

– ?Lo resucito?

– Lo convirtio en vampiro-explico Bill-. Pero fue un error. Por lo que me han contado mis amigos, nunca ha vuelto a ser el mismo. Es tan listo como una rama seca, asi que para sobrevivir nos hace trabajitos a los demas. No podemos dejar que se le vea en publico, ya comprendes.

Asenti con la boca abierta. Por supuesto que no.

– Guau -murmure, asombrada ante la realeza que tenia en mi jardin.

– Asi que recuerda lo estupido y lo impulsivo que es… No te quedes a solas con el, y nunca le llames otra cosa que Bubba. Ademas le gustan las mascotas, como ya te ha contado, y la dieta a base de sangre de animalillos no lo ha hecho mas digno de confianza. Ahora bien, en cuanto a por que lo he traido aqui…

Me cruce de brazos, aguardando la explicacion de Bill con cierto interes.

– Carino, tengo que irme del pueblo durante un tiempo -explico.

Era algo tan inesperado que me desconcerto por completo.

– ?Que?… ?Por que? No, dejalo, no necesito saberlo. -Hice un gesto con las manos para alejar cualquier indicio de que Bill tuviera la obligacion de contarme sus cosas.

– Te lo explicare cuando vuelva-afirmo con seguridad.

– ?Y donde encaja en esto tu amigo… Bubba? -pregunte, aunque tuve la desagradable impresion de que ya lo sabia.

– Bubba va a protegerte mientras estoy fuera-dijo Bill con rigidez.

Arquee las cejas.

– De acuerdo -reconocio-. No es muy listo en… -Bill miro a su alrededor-nada- reconocio al fin-. Pero es fuerte y hara lo que yo le diga, y se asegurara de que nadie se cuela en tu casa.

– ?Se quedara en los bosques?

– Por supuesto -afirmo Bill con enfasis-. Ni siquiera deberia venir a hablarte. Por las noches se limitara a permanecer en un lugar desde el que pueda ver la casa y vigilara hasta que amanezca.

Tendria que acordarme de cerrar las persianas. La idea de un vampiro lerdo curioseando por mis ventanas no resultaba atractiva.

– ?Realmente crees que esto es necesario?-pregunte impotente-. La verdad, no recuerdo que me lo consultaras.

Bill hizo un movimiento de hombros, su equivalente a respirar hondo.

– Carino -dijo, exagerando el tono paciente de su voz-, intento con todas mis fuerzas acostumbrarme al modo en que las mujeres actuales quereis que os traten. Pero no me resulta natural, en especial si temo que estes en peligro. Estoy tratando de poder sentirme tranquilo cuando me marche. Ojala no tuviera que alejarme, y no quiero hacerlo, pero es lo que debo hacer, por nosotros dos.

Clave la mirada en el.

– Te entiendo -dije por ultimo-. No me gusta esto, pero paso miedo por las noches, y supongo… Bueno, de acuerdo. En el fondo no creo que importase un pimiento si consentia o no. Al fin y al cabo, ?como iba a obligar a Bubba a marcharse si el no queria irse? El cuerpo de policia de nuestro pequeno pueblo no disponia del equipo necesario para enfrentarse a vampiros, y si se encontraban con este vampiro en particular, se limitarian a mirarlo alucinados con la boca abierta el tiempo suficiente para que el los despedazara. Apreciaba la preocupacion de Bill, y supuse que al menos debia tener la educacion de agradecerselo. Le di un pequeno abrazo.

– En fin, si tienes que irte, ten cuidado mientras estes fuera -dije, tratando no sonar melancolica-. ?Tienes algun sitio donde quedarte?

– Si. Estare en Nueva Orleans. Quedaba una habitacion libre en el Blood, en el casco viejo.

Habia leido un articulo sobre ese hotel, el primero del mundo destinado en exclusiva a vampiros. Garantizaba una seguridad completa, y hasta el momento asi habia sido. Ademas, estaba situado justo en medio del barrio frances. A1 anochecer era rodeado por los cuatro costados por colmilleros y turistas que esperaban a que los vampiros salieran.

Empece a sentir envidia. Me esforce por no tener el aspecto de un perrito triste que se queda detras de la puerta cuando sus duenos se van de vacaciones, y volvi a esbozar mi eterna sonrisa.

– Bueno, que lo pases bien -dije alegremente-. ?Ya has hecho las maletas? Tardaras unas horas en llegar alli, y ya es bien entrada la noche.

– El coche esta listo. -Comprendi al fin que habia retrasado la partida para pasar mas tiempo conmigo y con los hijos de Arlene-. Sera mejor que me marche -vacilo, parecia estar buscando las palabras

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