– ?Todavia por aqui?
– Si.
– ?Quieres decir que no crees que este muerto?
Alex tomo un cigarrillo y le ofrecio el paquete. El movio la cabeza y saco del bolsillo una lata de tabaco.
– Yo estuve en el deposito de cadaveres. Me pase seis malditos dias en Francia con el cuerpo de mi hijo… de nuestro hijo.
– Pero no lo viste.
– Gracias a Dios, no tuve que hacerlo; de todos modos no me lo permitieron. Me dijeron que estaba en muy mal estado…
Alex se estremecio.
– Ya se que esta muerto, David. Pero no se… es como si sintiera su presencia en la casa, a mi alrededor.
– Siempre lo recordaras… los dos lo haremos, es algo natural.
– ?No crees que hay algo extrano en ese sueno en el que tu lo viste, en el que los dos lo vimos, en la misma manana en que murio?
Abrio la lata de tabaco y saco un papel de fumar; Alex miro sus manos mugrientas, sus dedos manchados de amarillo por la nicotina y sus unas sucias.
– Fue una coincidencia. Quizas un fenomeno de telepatia; mi madre tuvo una experiencia parecida durante la guerra, el dia en que murio mi padre. Jura que lo vio caido sobre un seto al final del camino de casa. Consulto con algunos mediums, celebro reuniones de espiritismo en casa y asegura que hablo con el regularmente.
– ?Que le dijo?
– Nada importante; afirmaba que todo era muy azul en el mas alla. Ese es el problema, el muerto nunca parecia tener nada interesante de que hablar. -Paso la lengua por el borde del papel y acabo de liar el cigarrillo.
De pronto la puerta se abrio varios centimetros; Alex dio un salto y el corazon le latio apresuradamente… La puerta se movio un poco mas; sintio como un viento helado en la nuca y se giro.
Las cortinas se agitaban.
– ?Has abierto la ventana?
– Si -le respondio David.
Una sensacion de alivio la envolvio, como un bano caliente.
– Estas muy nerviosa -le dijo David-. Deberias tomarte unas vacaciones… irte a alguna parte.
– No dispongo de tiempo en estos momentos; estoy pendiente de resolver dos contratos de importancia.
– Vente al «Castillo Hightower»… tendras una habitacion para ti sola y podras hacer lo que quieras. Aquello es muy tranquilo. Puedes resolver tus asuntos por telefono.
– Todo ira bien.
– Si quieres ir a verme puedes hacerlo cuando quieras. No tienes mas que bajar. Siempre seras bien recibida.
– Gracias. -Sonrio-. Quiza lo haga. -Vacilo, se agacho y rozo el vaso de whisky-. Ven, quiero ensenarte algo.
Lo precedio hasta el laboratorio fotografico y tomo la hoja con los contactos que estaba sobre la mesa; los miro con incredulidad; las fotos se habian difuminado por completo en una especie de neblina de tonos blancos y grises. Despues tomo los negativos y los coloco bajo la luz del proyector. No habia nada en ellos, nada en absoluto. Era como si nunca hubieran sido expuestos.
– No debiste fijarlos bien despues del revelado -dijo David.
– No seas ridiculo. ?Claro que lo hice!
– Quizas utilizaste una solucion demasiado vieja… se habia debilitado. Son cosas que ocurren a veces con el revelado. ?Que habia en la pelicula?
– Esa es la cuestion; eran unas fotos que me fueron enviadas por uno de mis clientes… un rollo entero. Es un tipo excentrico. Eran las fotos de los genitales de un animal.
Vio la mirada divertida de David y se ruborizo.
– Sabe mi interes por la fotografia. Bien, el caso es que revele el carrete, hice una hoja de contactos y las fotos estaban bien; las puse a secar y cuando regrese para comprobarlas, el rostro de Fabian estaba en cada una de las fotografias… Habia aparecido en ellas, sin mas ni mas.
David la miro y se encogio de hombros.
– Doble exposicion.
Ella nego con la cabeza.
– No, de ningun modo.
– Ese cliente tuyo, ?conocia a Fabian?
– No. No tenia motivo alguno para fotografiar a Fabian. Ademas la imagen de Fabian no estaba en los negativos, sino en los contactos.
– Quieres decir que no la viste en los negativos.
– No. Lo que digo es que no estaba en los negativos.
– ?Estas segura de que no es todo pura imaginacion?
Alex nego con la cabeza.
– Alex, ya sabes que estabas muy nerviosa y llena de ansiedad en aquellos momentos…
– Eso no tiene nada que ver -le replico furiosa-. Dios mio, ?que es lo que quieres? ?Convencerme de que estoy loca?
– Tal vez deberias ir a ver a un medico.
– David, estoy perfectamente bien. Estoy resistiendolo todo; se trata simplemente de que esta pasando algo muy extrano. Tengo la sensacion de que Fabian esta rondando por aqui, y es por eso que su cara aparecio en las fotografias.
– Y fue el quien despues velo las fotografias…
– Quiza. -Se encogio de hombros.
– ?Y que mas?
– Cosas raras. -Movio la cabeza-. Probablemente nada. Solo que me pregunto… si no deberia ir a ver a un medium. Si me decido a hacerlo, ?vendrias conmigo?
David sacudio la cabeza.
– Olvidalo, carino, no harias mas que empeorar las cosas para ti. Si vieras un medium y lograras entrar en contacto con Fabian, ?que ibas a decirle?
Miro a su marido y despues aparto la vista, con el rostro enrojecido. «Ya se lo que le preguntaria», penso.
– ?Y que esperas que el iba a decirte?
Alex se encogio de hombros.
– Siempre fui bastante esceptica sobre ese tipo de cosas, David, solo que ahora… -Hizo una pausa-. Tal vez tienes razon y necesito unas vacaciones. Ayudame a subir el baul al piso de arriba.
– Y despues te llevare a cenar. Iremos a algun sitio bonito, ?de acuerdo?
Alex lo miro y afirmo con un gesto.
– Jesus, que frio hace aqui! -dijo cuando entro con el baul en el cuarto de Fabian-. ?Donde quieres que lo deje?
– En el suelo.
– Deja que lo ponga sobre la cama. Sera mas facil si quieres sacar algo. Deberias encender la calefaccion aqui. Acabaras cogiendo frio.
– Esta encendida. Debe de ser que este piso… -Pero David habia alzado el baul sobre la cama y lo dejo caer en ella provocando el crujir de sus muelles.
Alex no termino su frase y observo como David inspeccionaba el cuarto, perdido, como el visitante que trata de orientarse en un museo.
– Ahi esta su telescopio; me acuerdo de cuando se lo regale.
– Le gustaba mucho.
David miro el retrato y Alex se dio cuenta de la expresion de desagrado de su rostro. Despues aparto la mirada.
– Aun tiene ese poster de Brooklands… Ahora vale un punado de libras.