Ella realmente desearia que no le hubiera hecho esa pregunta en particular.
– No lo se. Cada uno de nosotros tiene algo que nos vuelve debiles, y que permite que alguien nos mate. Pero no estamos muy dispuestos a dejar que otra gente sepa cuales son esas debilidades.
– Y tampoco lo hago yo. No tengo intencion de que nadie ni nada me derribe.
Leta admiraba eso de el, especialmente dado que era humano.
– Quiero que te agarres con fuerza a ese coraje, Aidan. Puede que sea lo unico que salve tu vida.
Y con eso tiro de el hacia si y lo beso.
Aidan se quedo sin aliento ante la olvidada sensacion de una mujer en sus brazos. Sabia a extasis y mujer. A malvadas delicias. Y que Dios lo ayudara, queria mas de ella.
Con el corazon martilleandole, profundizo el beso mientras la apretaba mas contra si.
Leta no podia pensar con claridad mientras su lengua bailaba con la de Aidan. Habian pasado siglos desde la ultima vez que habia besado a un hombre. Siglos desde que se habia sentido tan obligada a tocar a un hombre, a no ser que le estuviera lanzando un punetazo.
El deseo de Aidan prendio fuego a sus propias emociones atadas. Pero mas que eso, libero la parte largamente enterrada de ella que echaba de menos a su familia. Cerrando los ojos, recordo a su marido y ese milagroso sentimiento de pertenecer. De amar a alguien y ser amado por ellos.
Lo echaba tanto de menos. Lo ansiaba todavia mas. Nadie deberia tener que pasar la eternidad solo, aislado de todo el mundo, desprovisto de emociones. Lo que Zeus le habia echo a su clase era deplorable.
De nuevo, escucho el grito de Timor al otro lado del mar que salpicaba contra las arenas cristalinas. Dolor estaba intentando usarlo para romper la barrera del mundo del sueno para poder luchar con ellos en el plano mortal, donde eran mas debiles. Necesitaba despertar a Aidan y hacer que entendiera la amenaza que ellos suponian para el.
– Te vere en el otro lado -susurro antes de apartarlo y obligarlo a despertarse.
Aidan se desperto de golpe. Con el corazon golpeando, levanto el brazo de su rostro para intentar orientarse. Su pelicula todavia estaba sonando de fondo mientras los troncos saltaban y se recolocaban a su alrededor.
Fue entonces cuando vio a Leta a sus pies.
Ella abrio los ojos parpadeando como si tambien se estuviera despertando.
– ?Que demonios estas haciendo aqui? -le exigio Aidan.
Leta empezo a responder, solo para darse cuenta de que si se lo contaba, la echaria fuera. Nunca la creeria en este dominio.
Querido Zeus, ?como lo iba a convencer alguna vez de la verdad?
– Aidan… -titubeo al intentar pensar en algo razonable que decirle.
– Leta… -se burlo-. Te dije que te marcharas de aqui.
– Se que lo hiciste. Es solo que queria verte durante unos minutos, y estabas dormido. No queria molestarte.
– ?Asi que dormiste a mis pies como un cachorro? No es por ofender, pero eso es condenadamente escalofriante. Y lo proximo que sabre, es que estaras probandote mi ropa y durmiendo en mi cama.
Ella se burlo al empujarse para ponerse en pie.
– No eres Brad Pitt.
– Tienes razon. Soy el hombre que lo saco de una patada del puesto numero uno de actor mas guapo, tres anos seguidos.
Leta puso los ojos en blanco.
– Es bastante ego el que tienes ahi.
– Si, lo es, y se refuerza constantemente por mujeres dispuestas a hacer cualquier cosa para llamar mi atencion. -La recorrio con una fria mirada-. ?Hasta donde estas dispuesta a llegar?
Ella torcio la cara hacia el.
– No dejes que ese beso se te suba a la cabeza. Simplemente tenia curiosidad.
– Si, nena, eso es lo que todas… -Aidan se congelo cuando sus palabras atravesaron su ira-. ?Que beso?
La cara de Leta palidecio.
– ?Hubo un beso?
– En mis suenos. ?Como supiste eso?
Ella se volvio repentinamente inquieta.
– Suposicion afortunada.
– Si, claro. La unica persona que es peor actor que tu es mi antiguo companero de cuarto cuando estaba borracho. ?Como supiste lo de mi beso en suenos?
Leta trago mientras trataba de decidir que contarle. Pero seguia volviendo a la unica verdad…
– No vas a creerme.
– Intentalo.
?Que demonios? Lo peor que podia hacer Aidan era echarla, y habia intentado hacer eso desde el momento que habia llegado. No era como si pudiera morir en la tormenta. En cuanto a eso, la tormenta solo existia porque ella la habia creado, para darle una razon para invitarla.
– Muy bien. Soy un Oneroi.
Las facciones de Aidan no cambiaron mientras parecia aceptarlo.
– ?Un honor que?
– No honor.
El ni siquiera parpadeo ante sus palabras. Simplemente la observo con una expresion vacia mientras continuaba tumbado en el sofa sin moverse.
Finalmente, aspiro profundamente.
– ?Por que estoy teniendo este mal recuerdo de Terminator…? Mi nombre es Kyle Rhis. Ven conmigo si quieres vivir.
Ella cruzo los brazos sobre el pecho.
– Esto no es una broma, Aidan.
El salto del sofa y se movio para situarse sobre ella. Ahora era imposible no darse cuenta del desden e incredulidad que se derramaban de cada parte de el.
– No, no lo es, y no te encuentro en absoluto divertida.
– ?Entonces como supe acerca del beso que tu y yo compartimos en tus suenos?
– Fueron ilusiones que te hiciste.
Ella nego con la cabeza.
– Te dije en tu sueno y te lo vuelvo a repetir… la bravuconeria no vencera a un dios. Si realmente quieres ser el ultimo hombre que quede en pie, vas a tener que confiar en mi a tu espalda.
Aidan se tambaleo ante sus palabras.
No. No era posible. Aun asi recordo ese momento de sus suenos cuando le habia dicho eso a Leta. Claramente. Normalmente sus suenos se desvanecian cuando se despertaba. Pero en su mente recordaba cada parte de los ultimos minutos.
No era posible. Ella no podia haber estado alli. No podia.
– ?Cuanta cerveza bebi? -susurro, pasandose la mano por el cabello-. ?Estoy en coma?
Ella nego con la cabeza.
– Estas vivo y despierto. Plenamente consciente.
Si, claro.
– No -dijo Aidan, todavia negando con la cabeza hacia ella-. No puede ser. Esto esta todo equivocado.
En un guion, aceptaria esto.
En la vida real…
?Tonterias!
Ella estiro la mano hacia el, pero Aidan rapidamente se aparto.
– Aidan, escuchame. Todo lo que te dije es cierto. Tienes que confiar en mi.
– Uh-huh. Si eres un dios pruebalo. Haz que deje de nevar.
Ella le lanzo una mirada molesta.