– Trucos de mago barato para entretener a humanos estan por debajo de nosotros. Pero ya que insistes. - Chasqueo los dedos e instantaneamente la nieve paro.
Aidan sintio que se quedaba boquiabierto al ver que literalmente las nubes se apartaban para mostrar un dia brillante y soleado… justo como en sus suenos. El ondulado paisaje era completamente blanco, como si estuviera totalmente limpio.
Aun asi su mente no lo aceptaba. Esto simplemente no podia pasar.
– Bonita coincidencia. Ahora sal de una jodida vez de mi casa.
– No puedo -dijo ella con los dientes apretados-. Necesito tu ira para luchar contra Dolor. Si te dejo, te cortara como un cuchillo caliente sobre la mantequilla.
– Ya le golpee el trasero.
– En un sueno, Aidan. ?Alguna vez trataste de manifestar una espada con tus pensamientos en el mundo real? No sucede, ?verdad?
Aidan odiaba admitir que tenia un argumento valido. Pero aun asi, no cambiaba el hecho de que esto era una locura.
– ?Como se que no me estas mintiendo? -pregunto-. Muestrame algo contra lo que no pueda discutir.
Ella extendio los brazos, y tan pronto como lo hizo, una espada aparecio en su mano derecha. Giro la hoja y le ofrecio la empunadura.
– Pruebala por ti mismo.
Lo hizo, y la sentia lo suficientemente real. Afilada, pesada. De ninguna manera podia haber tenido algo como eso escondido en su cuerpo sin que el no lo supiera.
Por mucho que odiara admitirlo, estaba empezando a parecer que Leta decia la verdad, y que de alguna manera lo imposible era posible.
Bajo la espada.
– ?Como puede ser esto?
– Siempre hemos estado aqui. A veces viviendo entre todos vosotros, a veces solo como inocuos observadores de vuestras vidas. Yo soy una de los que se ofrecieron voluntarios para proteger a la humanidad.
– ?Y por que harias eso?
El vio un destello de dolor en sus ojos antes de responderle.
– Porque no tengo nada mas por lo que vivir. Me contaste la traicion de tu hermano. Imagina tu propio padre llamando a sus perros de caza para que maten a tu hija pequena y a tu marido. Imagina lo que es verlos morir, y que luego te lleven y te castiguen por algo que no hiciste. Que te despojen de tu dignidad y emociones porque tu padre estaba avergonzado por un estupido e insignificante sueno que habia tenido, y culpo a todos los que caminan en suenos por ello. Tu sientes tu dolor, Aidan. Yo siento el mio.
El hizo una mueca de dolor ante el inimaginable horror que ella describia.
– ?Por que haria tal cosa?
– Porque era un dios y podia. No queria que hubiera otro dios del sueno en sus suenos, nunca jamas, gastandole una broma. Penso que si nos sacaba todas las emociones, ya no seriamos creativos u obtendriamos placer en burlarnos de el o de cualquiera. Todo lo que importaba era
Aidan sintio que un tic empezaba en su mandibula cuando las palabras de ella penetraron.
– Asi que los dioses griegos son tan mezquinos y egoistas como la humanidad. Estupendo.
– Y al igual que los humanos, no todos somos asi. Algunos somos muy conscientes de nuestros poderes, y sabemos bien que no se debe abusar de ellos.
Tal vez. Pero a el le sonaba bastante mal. Aidan no podia comprender lo que ella debia haber soportado… si esto no era una vana ilusion creada por un tumor cerebral y si Leta no mentia. Hacia que su propia traicion pareciera insignificante en contraste con el sueno de su padre, que habia provocado que matara a su familia.
– ?Por que vendrias a ayudarme?
– Porque no mereces morir despues de todo lo que has pasado. Tu hermano ya te ha quitado demasiado. Y tienes tanta rabia que espero que encontremos alguna manera de matar a Dolor y detenerlo para que nunca vuelva a danar a otra persona. Alguien tiene que resistir contra el. Todo lo que puedo escuchar cuando pienso en el es la manera en que se rio con placer cuando le rogue que le perdonara la vida a mi hija. El bastardo en realidad sonrio al asfixiarla, mientras sus secuaces me sujetaban.
Aidan hizo una mueca de dolor cuando su corazon se apreto bajo el peso de lo que Leta habia descrito.
Los ojos de ella lo quemaban con su propio sufrimiento.
– Quieres danar a la gente que te hirio, Aidan… Ahora imagina mi necesidad de saborear su sangre.
El se quedo quieto al intentar resolver todo esto. ?Podia ser que todavia estuviera sonando?
– No. No lo estas -dijo ella en voz alta-. Esto no es un sueno. Te lo juro.
Aidan la miro frunciendo el ceno.
– ?Como sabias lo que estaba pensando?
– Puedo escuchar tus pensamientos cuando me centro en ellos.
– Bien. Entonces sabes que creo que estas loca.
Ella sonrio ante eso.
– La verdad es que lo estoy. Perdi toda la cordura la noche que mi hija murio y no pude evitarlo. Todo lo que me queda en este mundo es la sed de venganza. Y el mero hecho de que todavia pueda sentirla, cuando no deberia tener ninguna emocion, te dice cuan gravemente la necesito.
El le tendio la mano.
– Entonces tenemos mucho en comun.
Leta asintio antes de cogerle la mano en la suya. Esa simple accion le envio a Aidan un escalofrio por la espina dorsal, y no estaba seguro de la razon.
Ella le apreto la mano antes de hablar.
– Tenemos que encontrar alguna manera de detenerlo.
– No te preocupes. Lo haremos. Como dije, sere el ultimo hombre que quede en pie.
Leta cerro los ojos mientras sus palabras le recorrian la mente. El ultimo hombre que quede en pie. Recordaba un tiempo en el que tambien se habia sentido de esa manera. Ahora todo lo que queria era devolverle el golpe a Dolor, y si tenia que caer para hacerlo, estaba mas que dispuesta. No le importaba no sobrevivir siempre que el muriera con ella. Para eso, se arrastraria desnuda sobre cristales rotos.
De repente, Aidan empezo a reirse y la solto.
Leta lo miro frunciendo el ceno.
– ?Que pasa?
– Mori dijo que estar aqui arriba solo algun dia me volveria loco. Maldito si tenia razon. He perdido totalmente la cabeza.
Su humor fuera de lugar no era suficiente para aliviar el dolor en el interior de Leta.
– No, no lo has hecho. Te dije que era guardaespaldas, y lo soy. Vamos a superar esto juntos. Tu y yo.
Su risa murio instantaneamente mientras la fulminaba con la mirada.
– La ultima vez que una mujer me dijo eso, me sirvio en un plato mi propio corazon cortado en trozos. ?Que organo me vas a arrancar?
– Ninguno, Aidan. Voy a dejarte tal y como te encontre. Estaras aqui, en tu cabana, mas fuerte que nunca.
– ?Por que no te creo?
– Porque la gente siempre esta dispuesta a creer lo negativo sobre lo positivo. Es mas facil para ti pensar que soy corrupta y malvada, de lo que es verme por lo que realmente soy. Nadie quiere creer que alguna gente esta dispuesta a ayudar a otros por su buen corazon, porque no pueden soportar ver a alguien sufrir. Tan poca gente es altruista, que no pueden entender o concebir que alguien mas en el mundo pueda poner el bien de otro por encima del propio.
Aidan se congelo cuando esas palabras penetraron su desconfianza. Estaba haciendo exactamente lo que todos le habian hecho a el.
Asumiendo lo peor incluso cuando ella no habia hecho nada para justificarlo.
El mundo habia querido creer que era frio con su familia, que habia hecho algo para justificar su crueldad, porque era mucho menos atemorizante que la verdad. Nadie queria pensar que podian dar todo sobre si mismos a