del dolor de cabeza que le habia empezado. Volvio al dormitorio para depositar su bolso y llaves sobre el tocador.
– Menudo dia. Perseguida por un demonio, amenazada por licantropos, abundantes experiencias cercanas a la muerte, cuerpos mutilados… Me mareo solo con pensar lo que quizas traiga manana.
Xypher lanzo una mirada malhumorada hacia la habitacion de Jesse.
– Si tenemos suerte, un medium que ayude a Jesse a encontrar esa luz y entrar en ella.
Simone jadeo ante su seco comentario.
– Oh, dios mio, ?Eso es una broma? -riendo, se acerco a el-?Realmente has hecho un verdadero chiste?
Xypher estaba completamente encantado por el sonido de su melodica risa cuando ella camino frente a el. Sus ojos brillaban con calidez y humor. Era tan vibrante y viva que queria alcanzarla y tocarla.
No. Queria besarla…
Ese conocimiento lo atraveso. Era un Phobotory Skotos. Ellos prosperaban causando temor en otros. Pero estando alli, ahora mismo, mirandola, queria quitarle la ropa y probar cada parte de su cuerpo hasta que se corriera en sus brazos gritando su nombre.
Ardia con una necesidad tan fuerte y fiera, que realmente lo asustaba. Su cuerpo duro como el acero, rogando por acercarla y probar esos tentadores labios que bromeaban, pero jamas se burlaban de el.
A Simone la quemo el calor de la mirada de Xypher. Era electrizante. Desgarradora. Era tan fiero y complejo. Tan aterrador, y al mismo tiempo queria tocarle. Era una compulsion igual a mirar un animal salvaje enjaulado que sabias podia destrozarte con sus garras. Incluso asi, esto contenia tanta belleza que lo unico que podias sonar era hundir tu mano en esa suave piel y sentirlo ronronear contra ti.
Pero ese no era el hombre frente a ella. No estaba segura de si alguna mujer podia domarle lo suficiente para domesticar ese hermoso cuerpo. El no parecia haber bajado sus defensas lo suficiente para permitir a una intimar con el.
Simone podia contar con una mano el numero de hombres con los que habia estado… y a todos ellos los habia conocido durante mucho tiempo antes de quedar con ellos. Incluso mucho mas antes de que les diera la bienvenida a su cama.
Nunca ni una sola vez habia encontrado un hombre que la calentara asi. Realmente queria atraerlo a ella y arrancarle la ropa desnudandolo antes de probar cada suculenta pulgada de el.
?Que estaba mal con ella?
El era detestable y odioso. Aterrador y amenazante.
Y el cuerpo mas sexy sobre dos piernas.
Sus ojos se oscurecieron cuando inclino la cabeza hacia la de ella.
No podia. En cambio, abrio la boca para recibir uno de los mas calientes besos que habia probado jamas. Al principio no la toco. Solo sus labios se deslizaron sobre los de ella, probando y acariciando.
Un fiero grunido escapo de el antes de que acunara su cara en las manos y profundizara en la muchacha a un nivel estatico.
Xypher respiro su esencia, permitiendo que se derramara sobre el. Cuando sus lenguas se movieron, el probo su humanidad, su espiritu. Mas que nada, probo su pasion. Esto lo quemo, haciendo que le dolieran lugares que ni siquiera sabia que pudieran dolerle a un hombre. Pero la necesidad de dolor que lo sorprendio era mas de uno en su condenada alma.
Por primera vez en siglos, no se sentia como un demonio. Se sentia como un hombre.
Ese pensamiento cayo sobre el igual que un bano de hielo. Jadeando ante la verdad, se aparto. La ira lo envolvio haciendolo sentir nuevamente estupido. ?Y por que? ?Por un fugaz momento de placer?
Un momento de bendicion no compensaba una eternidad en el infierno. Y ni siquiera Simone.
Ella era una humana. Nada bueno podria salir estando con ella. El pertenecia al mundo inmortal y ella vivia en uno con sus reglas y cortesia. No habia manera de que ella entendiera jamas quien y que era el.
Simone no podia respirar cuando vio una multitud de emociones pasando sobre la cara de Xypher. Confusion, remordimiento, tormento, pero la unica que la impacto era la amarga rabia.
– ?Que ocurre?
– Mantente alejada de mi -su voz era un salvaje grunido que reverbero a traves de la habitacion.
– Tu me besaste a
El se rio con sorna.
– Nunca dije que fuera estupido. Obviamente. Si tuviera cerebro, no hubiera caido en las mentiras que me condenaron -el se volvio y empezo a alejarse.
El maldijo cuando alcanzo el umbral.
– Ni siquiera puedo alejarme de ti -Echando la cabeza hacia atras, fulmino el techo con la mirada- Te odio. Hades, bastardo -un musculo palpito de furia en su mandibula cuando se volvio hacia ella-Preferiria que me golpearan antes que estar retenido aqui de esta manera.
Bueno si eso no la pinchaba directamente en el centro. ?Como se atrevia!
– No me daba cuenta que era tal fastidio para ti.
– Estas en mi camino, ?no es asi?
Ella cerro las manos en punos levantandolas a continuacion y extendiendo sus dedos ante el como si le echara mal de ojo.
– Desearia que tu hubieses sido el unico que estuviera mudo. No, devuelvelo. Me alegro de que no lo estes. Por que cada vez que empiezo a pensar en que eres un buen tipo o te gusto, tu abres esa boca tuya y me recuerdas que no lo eres asi que gracias. Ahora, ?Largate! -Lo empujo a traves de la puerta.
Xypher abrio la boca para hablar, pero antes de que pudiera, le cerro la puerta en las narices y le paso el pestillo. Entonces traslado su comoda al umbral, solo para asegurarse que no pudiera abrir la puerta. Satisfecha, se inclino contra la comoda y se cruzo de brazos. Una ligera llamada sono en la puerta.
– ?Simone?
– Vete. Lejos -ella anadio un silencioso “idiota” al final de esa frase.
– No puedo. Moriremos si lo hago.
– Entonces puedes quedarte ahi en el pasillo hasta que me calme- eso era inmaduro, pero incluso asi esto hacia que se sintiera mejor. Se lo merecia.
Quizas, pero algunas veces la inmadurez estaba llamada a serlo. Esta era una de esas veces.
Xypher se paso una mano a traves del pelo mientras luchaba por la urgencia de usar sus poderes para desintegrar la puerta. Podia sentir su sensacion de satisfaccion y esto lo molesto incluso mas.
Incapaz de dejarla tener la ultima palabra, se manifesto justo en frente de ella.
Ella lo fulmino furiosa.
– ?No, no lo haras!
– No puedes mantenerme fuera.
– Eres tan estupido -Ella levanto las manos para forzarlo a retroceder, pero en el instante en que lo toco, algo dentro de el se destrozo.
La atrajo contra si y la beso con cada confusa emocion que sentia disminuir dentro de el. Mareado por ello, la sujeto contra la comoda que habia usado para mantenerle fuera. Cerrando los ojos, sintio cada pulgada de su cuerpo presionado contra el de el. Sus pechos eran suaves contra su pecho. Su respiracion dulce y dando la bienvenida cuando el hueso de su cadera se rozo con la parte de el que estaba hinchada y dura y rogando por la suave parte de su cuerpo.
Simone no podia pensar correctamente con el besandola de esa manera. Sus manos se sentian tan bien vagando por su cuerpo mientras sus lenguas danzaban. Ella no habia sido protegida en tanto tiempo… casi habia olvidado la sensacion de unos brazos fuertes a su alrededor. La esencia de un hombre mientras su barba le aranaba la piel.
Esto era el paraiso.
Y todo lo que ella queria hacer era tumbarse sobre el y cabalgarlo hasta que ambos estuvieran rogando