Kaiaphas habia chasqueado ante el.
– Tu te alimentas de comida de humanos. ?No es mejor tener la mitad del pan que ninguno? Confia en mi, hermano. Lo compartire.
Xypher habia accedido. Despues de revelar su localizacion, habia visto como Kaiaphas cogia el pan recien hecho y se lo comia mientras el lloraba. La peor parte era, que al contrario que el, el bastardo no necesitaba comida. Kaiaphas necesitaba sangre. Se lo habia comido solo por tacaneria y nada mas. Cuando Xypher habia ido a quejarse a su madre, ella lo abofeteo con tanta fuerza como para romperle el labio.
– Si no eres lo bastante demonio para conseguirlo por ti mismo, no te lo mereces -eso es lo que siempre habia dicho su madre. Ella le habia hecho meditar sobre el veneno y el odio.
Y el nunca confiaria otra vez en Kaiaphas.
– Ni un poco. Dame la llave, y una vez que ella este libre, lucharemos.
– No lo hare.
Xypher le dio credito por no mentir sobre eso.
– Como pensaba. No tienes intencion de cumplir nuestro trato. Nunca cambiaras, hermano.
Kaiaphas cargo contra la ventana. Su cara ilumino todo el cristal.
– Voy a disfrutar matandote.
Xypher camino lentamente hacia la ventana y agarro el cordon.
– Dale recuerdos a mama -el dejo caer las persianas.
Simone no sabia que la sorprendia mas. El hecho de que tuviera un asqueroso demonio flotando fuera de su ventana o que dicho sucio demonio fuera el hermano del pedazo de queso mas caliente que tenia en frente de ella.
– No es realmente tu hermano, ?verdad?
– ?No puedes ver el parecido?
– Desde que tu piel no esta cocida y tus ojos no son normalmente sangrientos, no.
– Ni siquiera lo son los suyos. Es todo una pantomima disenada para asustar humanos. El es un jodido grajo.
– ?Tu podrias hacerlo mejor?
Antes de que pudiera parpadear, se dirigio hacia el techo y se transformo de hombre a una sombra negra que llenaba la mitad de su habitacion. Los colmillos estallaron saliendo de su boca cuando sus ojos se volvieron de un enfermizo amarillo fluorescente. El fuego ondeaba sobre cada parte de el.
Simone trastabillo.
– Si -dijo el, su voz demoniaca y terrorifica-, puedo hacerlo mucho mejor.
En un flash volvio a ser de nuevo humano.
– Mi padre es Phobetor, el dios griego de las pesadillas. El padre de Kaiaphas era algun tipo de demonio come carne que Ares usaba para soltar sobre sus enemigos para joderlos y reirse de ellos. Mi hermano no tiene actitud. Ni brillantez. Es un completo grajo problematico que utiliza una profunda voz de demonio y unos aterradores ojos rojos que harian que todo el mundo se meara en sus pantalones de miedo.
Su divagacion era curiosamente divertida.
– Si, vale… eso es algun tipo de rivalidad entre hermanos que teneis vosotros dos.
Xypher bufo.
– Ni siquiera es rival para mi. -Un musculo palpito en su mandibula. Golpeo el pulgar contra el muslo como si estuviese contemplando algo y no encontrara la respuesta adecuada -Satara sabe que el no es suficientemente poderoso para matarme. ?Por que lo convocaria entonces para ir tras de mi?
Eso a ella le parecia obvio.
– Para matarme desde que yo soy la debil y matarnos asi a los dos.
– No, hay algo mas que esto, ?Y por que solo envio un demonio? Podia convocar mas. ?Por que no lo ha hecho? Algo no esta bien -Volvio a la ventana y abrio la persiana de golpe.
Kaiaphas se habia ido.
– Necesito todos mis poderes -gruno Xypher, bajando la persiana otra vez.
– Si necesitas un oraculo…
– No. Necesito algo mas poderoso que Julian.
Eso fue un pensamiento extremadamente aterrador para ella
– Dado lo que he visto hoy, no creo que me guste la manera en que suena eso.
– Manana te gustara incluso menos.
– ?Por que?
– Por que manana vamos a convocar algo tan malo, que hara que la misma tierra llore.
Kaiaphas Cruzo la calle, observando la ventana donde sabia que estaba su hermano.
Esperando.
Un gallu no podia romper la restriccion de sal y un Daimon no podria entrar en el apartamento sin una invitacion. Malditos los dioses y sus estupidas reglas. Pero para eso, el ya habia estado en el interior, jugando con ellos y apaciguando a Satara.
Maldijo ante el pensamiento de tener que enfrentar a esa zorra con el fracaso. De todos sus amos, ella era la peor y eso era mucho decir dado a las formas de vida rastreras a las que habia servido durante toda su vida.
Solo por una vez, ?No podia la persona que convocaba un demonio ser amable? ?Era realmente demasiado pedir?
Sus pensamientos volvieron a su hermano.
– ?Que estas planeando, Xypher?
Ese bastardo era tan inteligente que tenia que darle credito. Por no mencionar su improvisada destreza. Pero habiendo Hades debilitado a Xypher, no estaba seguro que no se le pudiera herir despues…
Kaiaphas maldijo cuando la cinta de esclavo sobre su antebrazo se calento hasta un doloroso nivel. Era Satara convocandole.
Si tenia que escuchar su patetico maullido…
Lanzo una rafaga a un coche en la calle y sacudio los cristales. La alarma empezo a sonar asi que le disparo otra vez. Esta ceso en un roto gorjeo.
Si solo eso fuese la cabeza de Satara.
Pero eso no podria ser mientras ella siguiera en posesion de su alma. Un alma que habia cambiado por…
No queria pensar en ello. Habia hecho el pacto y estaria vinculado a el por toda la eternidad.
?Lo estaria?
Una lenta sonrisa curvo sus labios mientras consideraba la alternativa. Era insidioso, pero quizas funcionase y solucionaria todos sus problemas.
Maldijo cuando la banda levanto ampollas en su piel. La cobarde zorra podia esperar hasta que el estuviese listo para enfrentarla. Haciendo eso a un lado, se transformo en un humano y se dirigio calle abajo en busca de una victima.
Cuando rodeo una esquina, localizo a una mujer paseando con su perro. Perfecta. Justo lo que necesitaba…
El pequeno caniche marron empezo a ladrar tan pronto capto su esencia inhumana.
Kaiaphas se agacho sobre la acera.
– Aqui, poochie, poochie -el perro continuo grunendo y ladrando.
El se rio antes de convertir al perro en una bola en llamas. La mujer grito y echo a correr.
No llegaria lejos.
Kaiaphas corrio tras ella y la lanzo al aire. Sus largas, alas negras batian para alzarse sobre las casas. La humana luchaba y gritaba, rogando piedad.
Como si el la tuviera.
Sujetandola con fuerza, paso rozando el paisaje bajo el hasta que encontro lo que necesitaba. Un enorme y viejo roble. Completamente aislado, se veia oscuro en la noche rodeado por niebla y elevandose hacia el cielo. En los siglos anteriores, la humanidad habia protegido esos arboles y los guardaban bien de las criaturas como el.
Como amaba la ignorancia de la actual generacion.
