Un roble era un portal que podia ser usado para convocar al mas oscuro de los espiritus. Kaiaphas sonrio cuando recordo al ingles Alton Towers quien habia podado una vez las ramas de su arbol en un esfuerzo por evitar que el mal pudiera ser conjurado.
Pero el mal jamas podria ser negado.
– ?Ayudenme! -grito la mujer.
– Oh, callate -chasqueo el ante la sollozante humana. Solo por su cobardia merecia morir.
– Por favor, dejeme ir.
– Oh, lo hare, carino. Te dejare ir justo en un momento -el descendio hacia el arbol.
Cuando se poso sobre el, se tomo un momento para contemplar el area. No habia nadie a su alrededor. Ningun testigo.
Bien.
Aterrizo a unos pocos pies. Sosteniendo su sacrificio bajo un brazo, se dirigio hacia el arbol. La luz de la luna llena se colaba a traves de las desnudas ramas. Hacia tanto frio que podia ver el bao de su respiracion en el aire a su alrededor. Inhalo la crujiente altura de esto.
La mujer lucho contra el cuando levanto un brazo para alcanzar la rama de un arbol. El podia oir el roble gritando cuando corto la madera. Alto. Fuerte.
Gracias a los dioses que este estaba sano.
La rama aterrizo a sus pies.
– P-p-por favor.
– Callate -lanzo a la mujer con tanta fuerza contra el arbol que murio en el impacto.
Un sacrificio humano no era necesario para lo que necesitaba hacer pero si lo era la sangre humana, y como dudaba que la mujer le dejara cortarla sin mas gimoteando y rogando, esto era suficiente. Usando las garras de su mano derecha, abrio la garganta de la humana y dejo que su sangre cayera en el arbol y llegase a las raices.
Entonces se abrio sus propias venas mientras entonaba las antiguas palabras demoniacas que despertarian al Primus Potis… el Primer Poder. Antes que hubiese luz en el mundo, hubo oscuridad. Caos.
Y ese poder dormia. Ahora era tiempo para que volviese a despertar y lo ayudase.
Cuando el canturreo, el viento cobro velocidad. Susurro alrededor de el cuando las antiguas fuerzas se reunieron para despertar al unico que habia llamado.
Al-Baraka…
El arbol comenzo a sacudirse cuando una niebla negra se elevo desde la tierra para rodearlo. Kaiaphas levanto la mirada para ver un par de ojos resplandecientes… una vibrante tierra verde y la otra tierra marron oscura se materializo en el centro de la niebla. El aire giro con rapidez, elevandose igual que un geiser que empieza a formar la sombra de un alto y delgado hombre sobre un gran miembro.
El pelo negro se elevo, enredandose en el viento antes de asentarse sobre sus anchos hombros. Fue seguido por una onda blanca que formo una camiseta, despues unos pantalones negros y una chaqueta de cuero marron. Lo ultimo en formarse fue una cara tan hermosa como brutal.
Una delgada banda de oro blanco rodeaba la garganta del hombre y alli en la base de su cuello descansaba una piedra tan verde como sus inhumanos y brillantes ojos.
Tan rapidamente como vino, el viento se detuvo. La niebla se evaporo. Ahora tanto el hombre como el arbol destacaban flamante y blanco contra el fondo de la noche.
Ese fiero par de ojos rojos parecieron penetrar a Kaiphas. De repente, algo se cerro con fuerza alrededor de su cuello y lo apreto.
Ahogandose, Kaiphas cayo de rodillas.
– Aqui ahora – la voz era profunda y diabolica cuando Jaden salto de la oscuridad. Aterrizo sobre sus pies en frente de Kaiphas antes de que le diera una patada en el culo.
Incapaz de hablar por la presion que todavia envolvia su garganta, Kaiaphas se enfrento a la misma cara del mal. Ni humano, ni demonio ni dios, Jaden habia nacido del primer poder.
Al-Baraka. El habia estado entre los Altos Poderes y el Reino Demoniaco.
Jaden inclino la cabeza como si estudiara al demonio tendido ante el.
– Kaiaphas…-dejo que el nombre rodara de su lengua. En una latito de corazon, lo supo todo acerca del demonio. Su pasado y su cuestionable futuro.
– ?Por que me has despertado?
– Necesito tu ayuda.
Jaden se rio ante la desesperada suplica.
– Claro, la necesitas. Dime que me daras por mis servicios.
– Tres virgenes sin bautizar.
El bufo ante el demonio. ?Que es esto? ?La edad media? ?Tres?
– ?No es suficiente?
Eso dependia de las virgenes…
Y sus habilidades. En estos dias y epoca, las virgenes podian ser mas promiscuas que las putas del pasado.
– Quizas- siseo Jaden cuando sintio que su brazo se quemaba en respuesta a la cinta que comprimia a Kaiaphas-. ?Te atreviste a llamarme mientras tu senora te convoca?
– Yo-yo…
Jaden lo fulmino.
– Vete, gusano. Cuando la luna se alce una vez tendras mi respuesta.
El demonio se desvanecio instantaneamente.
Jaden permanecio alli en la fria calma bajo el abrigo del roble, poniendo sus oidos en el tiempo y espacio. Levanto la cabeza para oler la sangre que corrompia el aire a su alrededor.
Volviendose, vio el cuerpo de una mujer de veintitantos anos. Sus ojos sin vida estaban fijos en el horror.
Fue a ella y se arrodillo ante ella.
– Duerme en paz, pequena -susurro el, cerrandole los ojos.
Esta era una muerte mas que innecesaria. Strike Uno contra el demonio.
Jaden se detuvo cuando capto algo en el viento. El arbol le susurraba, diciendole todo lo que necesitaba saber. Kaiphas no era el unico que sabia de el.
Habia otros…
Xypher permanecia sobre el frio suelo de madera cuando oyo respirar a Simone. Se habia quedado dormida hacia una hora mientras Jesse estaba en su habitacion, poniendo los discos demasiado altos. No sabia como Simone podia dormir con todas las Alteradas Imagenes que sonaban una y otra vez, pero al contrario que el, ella parecia inmune.
Por supuesto, el se habia acostumbrado a no dormir. En el Tartaro, parte de su castigo era que alguien le golpeara cada vez que cerrara los ojos para descansar.
– Xypher…
El se tenso ante la susurrante llamada. Era una profunda voz de baritono mezclada con un agudo acento demoniaco.
Era una voz que no habia oido en siglos.
– ?Jaden?
El Lord Demonio aparecio ante la puerta cerrada en una posicion agachada.
– ?Sal? -Jaden se rio. Se puso en pie, caminando hacia la ventana y se lamio el dedo. Su sonrisa se congelo cuando levanto y se llevo el dedo indice a la boca, probo la sal que habian puesto alli.
– Se que no has estado intentando dejarme fuera con esto.
– Igual que yo. ?Como es que estas aqui?
Jaden no respondio mientras caminaba a la cama donde Simone continuaba durmiendo sin darse cuenta de que uno de los mas poderosos entes en la existencia estaba lo suficiente cerca para tocarla.
– Es bastante bonita. ?Es tu ofrenda?
Tuvo que morderse la furia para no invitar a Jaden a una muerte instantanea.