– Os habeis vuelto locos.

Simone se rio.

– Venga, Ted -le dijo, usando el nombre del cowboy en la cancion-. Baila con nosotros.

– Jamas, en mi toda mi larga existencia, he bailado.

– Y yo tampoco habia sido capaz de oir los latidos de otra persona a un metro de distancia, hasta el dia de hoy. -Lo cogio por los brazos y lo arrastro hacia el grupo-. Baila conmigo, Xypher. Nadie se reira de ti aqui. Confia en mi, si no nos hemos burlado de la falta de gracia de Jesse, jamas no burlaremos de ti.

Se sintio totalmente ridiculo durante los primeros diez segundos. Pero moverse al unisono con Simone, mientras sus ojos destellaban, le hizo olvidar el hecho de que probablemente parecia un idiota.

La musica continuo con “Mas vale que seas bueno conmigo”, de Tina Turner.

– ?El baile del mono! -grito Jesse.

Xypher intercambio una mirada perpleja con Gloria, que se encontraba tan perdida como el.

Simone se recosto a su lado y le mostro como levantar una mano cada vez, siguiendo el ritmo de la musica.

– Ahora, a mover la cola como un mono… Es el baile del mono.

Xypher se rio, y por primera vez en su vida, no fue una risa amarga o burlona. Era una risa real, honesta, que surgia desde lo mas hondo de las entranas y que lo conmovio en lo mas profundo de su ser. Santos dioses, se estaba divirtiendo. Verdaderamente, se estaba divirtiendo.

Nunca, pero nunca, habia hecho tal cosa.

Entonces, asi es como se sentia la verdadera diversion. Con razon las personas la buscaban. La diversion era increible.

Los minutos y las canciones pasaron volando mientras disfrutaban de estar juntos, actuando como estupidos totales. Simone giro sobre si misma, riendose, hasta caer en el sofa.

– Oh, estoy envejeciendo. No puedo seguir el ritmo.

Jesse y Gloria continuaron bailando mientras Xypher se sentaba junto a ella.

– ?Te encuentras bien?

Ella se rio.

– Acalorada y sudorosa. ?Y tu?

– Igual. ?Haceis esto muy a menudo?

Ella le sonrio mientras observaba como Jesse y Gloria bailaban juntos.

– Al menos una vez a la semana. Pero no siempre movemos los muebles.

Xypher le retiro un mechon de cabello del rostro, pero en cuanto la toco, se dio cuenta de que habia cometido un error. Una hola de calor le abraso la entrepierna.

Grunendo por la ferocidad del repentino deseo, se inclino hacia ella y le capturo los labios.

Simone gimio suavemente al sentir el sabor de Xypher. Su corazon se acelero mientras hundia las manos en su grueso cabello negro y dejaba que los mechones se le enredaran entre los dedos. La incipiente barba le aranaba la piel, haciendola arder de necesidad. Cerrando los ojos, se imagino en la cama con el… desnuda.

En el momento en que ese pensamiento aparecio en su mente, estuvo en la cama con el, completamente desnuda.

– Oh, Dios mio -dijo ella por lo bajo, retirandose y sintiendo que una ola de mareo la asaltaba.

Con un brillo maligno en los ojos, Xypher se rio.

– Creo que me gusta el hecho de que aun no controles tus poderes. Siempre que no nos materialices desnudos en algun lugar publico, por mi esta bien.

Aferrando fuertemente la sabana contra su desnudo cuerpo, ella chillo indignada.

– No puedo creer que hiciera esto.

– No te averguences.

Se le arrimo y entonces le mordisqueo la comisura de la boca.

Simone titubeo. Una parte de ella queria fugarse precipitadamente de la cama, pero la otra parte estaba absolutamente deseosa de estar ahi. Ya habian pasado por tantas cosas. Mas que eso, habia tocado su corazon y su vida de forma que ningun otro hombre habia hecho jamas.

Sonriendole, deposito una mano sobre la aspera mejilla. Sus ojos azules eran cautivadores. En ellos vio la necesidad y el calor de su pasion. Pero no la estaba presionando. Aguardaba, para asegurarse de que estuviera bien.

Este solo hecho acabo con la poca resistencia que le quedaba.

Rodo hasta sus brazos y lo beso.

Xypher temblo de alivio ante estas acciones. Ella se habia acercado a el.

Incapaz de soportarlo, la beso ferozmente mientras rodaba sobre la espalda para acomodarla sobre su torso. Siseo ante lo bien que se sentian aquellos pechos contra su pecho desnudo. Y ante la sensacion de las piernas desnudas deslizandose entre las de el.

– Eh, Sim, que… -Las palabras se convirtieron en un alarido de horror que parecia mas el de una nina pequena que el de un muchacho adolescente. Jesse corrio a traves de la pared para escapar.

– La proxima vez, llama -le grito Xypher.

Jesse respondio algo, pero fue silenciado por el estereo.

Simone no dejo que la interrupcion la desconcertara. Veria a Jesse mas tarde. En ese momento, solo queria estar con Xypher. Tenia algo que la cautivaba.

Una vez mas, el rodo sobre ella, presionandola contra la cama.

– Eres tan hermosa -gruno, mordisqueandole los labios antes de enterrar el rostro contra su cuello. Le dejo un rastro de ardientes besos desde el cuello hasta los senos.

Simone arqueo la espalda y lo acerco con fuerza, al tiempo que le deslizaba una mano por la espalda y notaba como sus musculos se flexionaban. Se sentia completamente excitada por la sensacion de esos labios sobre su piel. Por la calida y masculina esencia de su cuerpo.

El miro por encima de sus senos para deslizarse mas abajo, hacia el vientre, y luego mas abajo aun.

Xypher se tomo su tiempo para probarla, mientras enterraba en su interior la mano derecha y probaba delicadamente los pliegues de su cuerpo. Ella jadeo y se sacudio en respuesta. Sonriendole, el trazo un circulo, disfrutando de lo humeda que estaba ya. Su propio cuerpo ardia ante el pensamiento de tomarla. Pero no queria que acabara tan rapido.

Queria saborearla.

Con este unico pensamiento en mente, le separo las piernas antes de retirar la mano y deslizar la lengua por su centro.

Simone emitio un quejido de gozo y enterro la mano en el cabello de Xypher. Su lengua estaba obrando magia. No sabia el porque, pero era mucho mas que sexo. Habia algo mas en el hecho de estar ahi con el…

Lo necesitaba. Era como si tocara mucho mas que su cuerpo. Tocaba su corazon. Su alma. Y queria que el sintiera lo mismo.

Xypher la acaricio con la nariz, dejando que la esencia de su cuerpo lo marcara. Apretando los dientes, recosto la cabeza sobre su vientre y disfruto de la sensacion de las manos en su cabello. Era tan delicada con el. Tan dulce. Jamas hubiera pensado en tocar a otra mujer de esta forma. Permitir que le tocara.

Esto era mucho mejor que cualquier sueno que hubiera tenido. Aqui, por un momento, podria fingir que le pertenecia a alguien. Que le importaba a alguien. Era una estupidez, lo sabia. Eran desconocidos. Jesse era su familia, no el. Se marcharia en unas pocas semanas y ella seguiria adelante con su vida mientras regresaba al infierno.

Pero aqui, por un momento, estaba con ella.

– ?Me echaras de menos? -Tan pronto como esas palabras abandonaron sus labios, deseo no haberlas pronunciado.

– Por supuesto que lo hare, Xypher. No quiero que te marches.

Esas palabras se grabaron en su corazon. ?Las decia en serio? Queria creerla. Pero Satara le habia hecho juramentos similares.

Hasta le habia dicho que lo amaba.

?Como habia podido jugar con el de esa manera? En cambio, Simone no parecia el tipo de mujer que mentiria

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