– Hal. ?Que pasa?

Las palabras de Thor se repetian en su cabeza.

Es mas seguro. Por ella

– Nada. -Dijo el liberandose del cinturon y saliendo del coche. -No es nada.

El fue alrededor y abrio su puerta, ofreciendole la mano para ayudarla a salir. Cuando ella puso su palma en las suyas, el cerro los parpados. La vista de sus brazos y sus piernas hicieron que sus musculos se tensaran y un suave grunido le subio por la garganta.

Y maldicion, en vez de apartarse de su camino, cerro el espacio hasta que sus cuerpos casi se tocaron. Las vibraciones bajo su piel se tensaron aun mas y mas fuerte con su lujuria rugiendo por ella. Sabia que deberia mirarla a mas distancia porque seguramente sus iris brillaban un poco. Pero el no podia.

– ?Hal? – Dijo ella escasamente. -Tus ojos…

El cerro sus parpados. -Lo siento. Entremos…

Ella tiro de su mano. -No creo que quiera cenar.

Su primer impulso fue discutir, pero el no queria intimidarla. Ademas, a menos tiempo que pasaran juntos, menos tendria que borrar.

Infiernos, deberia acabar de borrarle desde el momento en que la hizo subir a su casa.

– Te llevare a casa.

– No, digo, ?quieres caminar un poco conmigo? ?Por el parque de ahi? Es solo que no tengo ganas de meterme en una mesa. Estoy tambien…inquieta.

Rhage puso las llaves del coche en su bolsillo. -Me gustaria.

Mientras ellos serpentearon por la hierba y anduvieron bajo un pabellon de hojas coloreadas, el exploro los alrededores. No habia nada peligroso alrededor, ninguna amenaza que pudiera sentir. Miro hacia arriba. Una media luna colgaba en el cielo.

Ella se rio un poco. -Yo nunca haria esto normalmente. Sabes, salir al parque de noche.! Pero contigo! No me preocupo sobre que nos atraquen.

– Bueno. No deberias. -Por que el rebanaria a quien intentara danarla, humano, vampiro o no muerto.

– Parece que este mal. Murmuro ella. -Estar al aire libre en la oscuridad, creo. Se siente un poco ilicito y un poco asustadizo. Mi madre siempre me advertia sobre ir a los sitios de noche.

Ella se paro, inclino su cabeza hacia atras, y miro fijamente hacia arriba. Despacio alargo su brazo hacia el cielo con su mano lisa. Cerro un ojo.

– ?Que estas haciendo? Le pregunto el.

– Sosteniendo la luna en la palma de mi mano.

– El se inclino y siguio la longitud de su brazo mirando fijamente -Si, la tienes.

Cuando se enderezo, deslizo sus manos alrededor de su cintura y la apreto contra su cuerpo. Despues de la rigidez inicial del momento, ella se relajo y dejo caer la mano.

Dios, le encantaba su olor. Tan limpio y fresco, con aquella lleve nota a citrico.

– Estabas en el medico cuando te llame hoy. -Dijo el.

– Si, lo estaba.

– ?Que van a hacer por ti?

Ella se separo y comenzo a andar otra vez. El le cogio el paso, permitiendole que escogiera el ritmo.

– ?Que te dijeron, Mary?

– No tenemos que hablar sobre todo eso.

– ?Por que no?

– Va en contra de tu tipo. -Dijo ella ligeramente. – Los playboy, no se supone que se encarguen adecuadamente de las partes poco atractivas de la vida.

El penso en su bestia. -Estoy acostumbrado a lo poco atractivo, confia en mi.

Mary se paro otra vez, sacudiendo la cabeza- Sabes, algo no esta bien sobre todo esto.

– Buen punto. Yo deberia estar sosteniendo tu mano mientras andamos.

El extendio la mano, solo para que ella se alejara. -En serio, Hal ?Por que estas haciendo esto? ?Estar conmigo?

– Vas a acomplejarme. ?Que pasa si deseo pasar un poco de mi tiempo contigo?

– ?Necesitas que te lo explique detalladamente? Soy una mujer de la media que tiene un trabajo de la media. Eres muy guapo. Sano. Fuerte…

Diciendose que era diez veces estupido, el se coloco frente a ella y puso sus manos sobre la base de su cuello. Iba a besarla otra vez, aun cuando no deberia. Y este no iba a ser de la clase del que le habia dado delante de su casa.

Cuando el bajo su cabeza, la extrana vibracion en su cuerpo se intensifico, pero no se paro. Infiernos si iba a dejara su cuerpo imponerse sobre el esta noche. Sujetando el zumbido, apreto la sensacion a pura fuerza de voluntad. Cuando logro suprimirlo, se sintio aliviado.

Y determinado a adentrarse en ella, aunque solo fuera con su lengua en la boca.

Mary miro los electricos ojos azules de Rhage. Podria haber jurado que ardian en la oscuridad, aquella luz verde azulada en realidad salia de ellos. Ella habia sentido una cosa parecida en el aparcamiento.

El vello se su nuca se le erizo.

– No te preocupes por el brillo.- Dijo el suavemente, como si hubiera leido su mente. -No es nada.

– No lo entiendo.-Susurro ella.

– No lo intentes.

El cerro la distancia entre ellos, descendiendo. Sus labios eran suaves como el ante contra los suyos, prolongandolo, cinendola. Su lengua salio y le acaricio la boca.

– Abrete para mi, Mary. Dejame entrar.

La lamio hasta que ella los separara para el. Cuando su lengua se deslizo dentro de ella, el empuje aterciopelado la golpeo entre los muslos y alivio en su cuerpo, el calor la atraveso cuando sus pechos encontraron su pecho. Ella lo agarro por los hombros, intentando acercarsela todos aquellos musculos y al calor.

Ella tuvo exito durante solo un momento. Bruscamente, el separo sus cuerpos, aunque mantuvo el contacto con sus labios. Ella se pregunto si todavia la estaba besando para ocultar el hecho de que el se habia retirado. ?O tal vez solo intentaba refrescarla un poco, cuando ella habia estado demasiado agresiva o algo asi?

Ella giro su cabeza hacia un lado.

– ?Que pasa? -Pregunto el. -Estas dentro de esto.

– Si, bien, no lo bastante para los dos.

El la detuvo antes de que se distanciara un paso rechazando dejar su cuello.

– No quiero parar, Mary. -Sus pulgares acariciaron la piel de su garganta y luego presionaron sobre su mandibula e inclino su cabeza hacia atras. -Quiero que estes caliente. Bastante caliente para no sentir nada excepto a mi. No pensaras en nada mas que en lo que te hago. Te quiero liquida.

El se doblo y tomo su boca, entrando profundamente, comiendosela. Busco en todas las esquinas hasta que no hubo ningun lugar en su interior que no hubiese explorado. Entonces cambio el beso, retirandose y avanzando, una ritmica penetracion que hizo que estuviera mas mojada y aun mas lista para el.

– Exacto, Mary. -Dijo el contra sus labios. -Dejate ir. Dios, puedo oler tu pasion…eres exquisita.

Sus manos fueron de arriba abajo, yendo bajo las solapas de su abrigo, sobre sus claviculas. ?Por Dios! Se habia perdido en el. Si el le hubiera pedido que se quitara la ropa, ya se habria desnudado. Si el le hubiera dicho que se tendiera sobre la tierra y se abriera de piernas, ella habria preparado la hierba para el. Cualquier cosa. Cualquier cosa que quisiera, lo que fuera con tal de que nunca dejara de besarla.

– Voy a tocarte. -Dijo el. -No lo bastante, no realmente lo bastante. Pero un poco…

Sus dedos se movieron sobre su jersey de cuello alto de cachemira, yendo mas y mas abajo y…

Su cuerpo se sacudia con fuerza cuando el encontro sus apretados pezones.

– Tan lista para mi. -Murmuro el, cogiendolos. -Querria tomarlos en mi boca. Quiero amantarme de ti, Mary. ?Vas a dejarme hacerlo?

Sus palmas aplanadas tomaron el peso de sus pechos.

– ?Querrias, Mary si estuvieramos solos? ?Si estuvieramos en una agradable cama caliente? ?Se estuvieras desnuda para mi? ?Me dejarias probarlos? -Cuando ella asintio, el rio con ferocidad. -Si, tu querrias ?Donde ademas querrias mi boca?

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