Pero entonces Zsadist entro en la habitacion. Se habia puesto la ropa de entrenamiento de nylon blanca y llevaba una bolsa negra en la mano. Sin mirarla para nada, se acerco por detras a Phury, quien estaba a un par de pasos de distancia.
Cuando Phury se giro y vio la bolsa, retrocedio.
– No, Z. No quiero…
– Lo haras, hermano o encontrare a alguien que lo haga.
Zsadist le dio la bolsa.
Phury lo miro fijamente. Cuando cogio la bolsa, su mano temblo.
Los dos salieron juntos.
Capitulo 41
Mary dejo el plato vacio cerca del fregadero y le paso una bandeja a Rhage para poder recoger juntos todos los envases vacios. Ahora que la fiesta habia terminado, todos ayudaban a limpiar.
Cuando salieron al vestibulo, dijo ella. -Estoy contenta de que Wellsie y Tohr hallan alojado a John. Me habria gustado verlo esta noche, pero soy feliz de saber que se encuentra en buenas manos.
– Tohr me dijo que el pobre nino no puede salir de la cama, esta agotado. Todo lo que hace es comer y dormir. Ah, a proposito, creo que tenias razon. Phury se mezclo con Bella. Paso mucho tiempo mirandola. Nunca le he visto hacerlo antes.
– Pero despues de lo que me dijiste sobre…
Cuando pasaron junto a la magnifica escalera, una puerta oculta debajo de ella se abrio.
Zsadist salio. Su cara estaba golpeada, su camisa de entrenamiento hecha trizas. Habia sangre sobre el.
– Oh, mierda. -murmuro Rhage.
El hermano los paso, los oscuros ojos vidriosos no mirandolos. Su pequena sonrisa de satisfaccion parecia totalmente fuera de contexto, como si hubiera disfrutado de una buena comida o tal vez buen sexo en vez de conseguir que el infierno santo lo golpeara. Subio arriba despacio, una pierna no la doblaba bien.
– Mejor que vaya a limpiar a Phury. -Rhage le dio la bandeja a Mary y la beso ligeramente. -Yo podria tardar un rato.
– Porque Phury…Oh…Dios.
– Solo por que lo obligo. Esa es la unica razon, Mary.
– Bien…quedate mientras lo necesites.
Pero antes de que entrara en el pasaje, Phury salio llevando el equipo de ejercicios. Se veia tan agotado como Zsadist, pero no tenia ninguna senal sobre el. No, eso no era correcto. Sus nudillos estaban amoratados y agrietados. Y tenia manchas de sangre en el pecho.
– Hey, hombre. -Dijo Rhage.
Phury miro a su alrededor y parecio asustarse de encontrase donde estaba.
Rhage se puso delante suyo. -?Mi hermano?
Sus sobresaltados ojos lo enfocaron. -Hey.
– ?Quieres ir arriba? ?Un poco de guarida?
– Oh, si, no. Estoy bien. – Sus ojos saltaron hacia Mary. Mirandola desde la distancia. – Yo, ah, estoy bien. Si, de verdad. ?Imagino que la fiesta ya ha terminado?
Rhage cogio la bolsa. La camisa rosa palido de Phury sobresalia de ella, cogida con la cremallera.
– Vamos, subamos juntos.
– Deberias quedarte con tu mujer.
– Ella lo entiende. Vamos juntos, mi hermano.
Los hombros de Phury se hundieron sobre su torso. -Si, de acuerdo. Si, yo no…yo preferiria no estar solo ahora mismo.
Cuando Rhage finalmente regreso a su habitacion y de Mary, supo que estaria dormida, por lo que cerro la puerta silenciosamente.
Habia una vela encendida sobre la mesita de noche y con el brillo vio que la cama era un lio. Mary habia empujado el edredon y esparcido las almohadas. Ella estaba de espaldas, el adorable camison blanco retorcido alrededor de su cintura, subiendo sobre sus muslos.
Nunca habia visto la seda antes, sabia que lo habia llevado por que queria que fuera una noche muy especial. La vision le dio cuerda y aun cuando la vibracion comenzaba a quemarlo, se arrodillo a su lado de la cama. Tenia que estar cerca de ella.
No sabia como Phury continuaba haciendolo, sobre en noches como esta. Un hermano solo amaba tener que sangrar, exigiendo dolor y castigo. Entonces Phury habia hecho lo que le habian pedido que hiciera, aceptando la transferencia del sufrimiento. Z sin duda estaba durmiendo. Phury podria estar fijo a su alrededor en su misma piel durante dias.
Era un hombre muy bueno, fiel a Z. Pero el trabajo de la culpa de lo que le habia pasado a Z, lo mataba.
Dios, ?Como alguien podria acordar golpear a quien amaba solo por que la persona queria?
– Hueles muy bien. -Murmuro Mary, acurrucandose a su lado y mirandolo. -Como un Starbucks.
– Es por el humo rojo. Phury encendio algo intenso, pero no lo culpo. -Rhage le cogio la mano y fruncio el ceno. -Tienes otra vez fiebre.
– Dejalo. Me siento mucho mejor. – Ella le beso la muneca. -?Como esta Phury?
– Un desastre.
– ?Zsadist le hace hacer esto mucho?
– No. No se lo que lo hizo saltar esta noche.
– Lo siento mucho por ambos. Pero sobre todo por Phury.
El le sonrio a ella, le gustaba la manera en que ella se preocupaba por sus hermanos.
Mary se sento despacio, colocando sus piernas de manera que quedaron colgando de la cama. Su camison tenia un corpino de encaje y a traves del modelo el podia ver sus pechos. Sus muslos se tensaron y cerro los ojos.
Esto era un infierno. Deseaba estar con ella. Estando asustado de lo que su cuerpo haria. Y no estaba pensando solo en el sexo. Necesitaba abrazarla.
Sus manos se elevaron hasta su cara. Cuando el pulgar acaricio su boca, sus labios se abrieron por propio acuerdo, una invitacion subversiva que ella acepto. Ella se inclino y lo beso, su lengua penetrando, tomando lo que sabia que el no deberia estar ofreciendo.
– Hummm. Sabes bien.
Habia estado fumando con Phury, sabiendo que iba a volver, esperando que pudiera relajarse un poco. No podria volver a controlar una repeticion de lo que habia pasado en la habitacion del billar.
– Te quiero, Rhage. -Ella cambio de posicion, abriendo sus piernas, tirando su cuerpo contra ella.
La energia se arremolinaba condensandose a lo largo de su columna y la irradiaba, perforando sus manos y sus pies, haciendo que sus unas cantaran con el dolor y se le estremeciera el pelo.
El se echo hacia atras. -Escucha, Mary…
Ella sonrio y se quito el camison por la cabeza, sacudiendo la cosa de tal manera que cayo sobre el suelo formando un remolino. Su piel desnuda a la luz de la vela lo enredo. No podia moverse.
– Amame, Rhage. -Ella le cogio las manos y se las puso sobre sus pechos. Incluso cuando se dijo que no tenia que tocarla, el ahueco las elevaciones, sus pulgares alisando sus pezones. Ella arqueo la espalda. -Oh, si. Asi.
El fue hacia su cuello, lamiendo encima de la vena. Queria beber con fuerza de ella, sobre todo cuando ella sostenia la cabeza como si tambien quisiera. No era que tuviera que alimentarse. La queria en su cuerpo, en su sangre. Queria ser abrazado por ella, vivir de ella. Deseaba que pudiera hacer lo mismo con el.
Ella le puso los brazos alrededor de los hombros y se retiro, intentando bajarlo hacia el colchon. Dios le ayudara, el le dejo. Ella estaba ahora debajo, olio el despertar que tenia por el.
Rhage cerro los ojos. No podia negarla. No podia parar la precipitacion que habia en su interior. Atrapado entre los dos, la beso y rezo.
Algo no estaba bien, penso Mary.