encontrado? ?O se habian llevado su cuerpo con ellos? ?Estaba muerta?

Esto era culpa suya; todo culpa suya. Habia estado determinado a castigarla, se habia olvidado de las implicaciones de la escapada de ese civil. El varon habia ido a la Hermandad y les habia dicho donde estaba ella, y habian llegado a las primeras horas de la noche y se la habian llevado.

O se seco las lagrimas desesperadas de sus ojos. Y luego dejo de respirar. Giro la cabeza, recorriendo el paisaje. El Ford Taurus plateado de U no estaba.

El punto de control. El jodido punto de control. Ese jodido hombre espeluznante detras del volante de hecho no era un hombre. Era un miembro de la Hermandad de la Daga Negra. Tenia que serlo. Y la esposa de O habia estado en el asiento trasero, apenas respirando o totalmente muerta. Eso era lo que habia vuelto loco al polizonte. La habia visto cuando investigaba la parte posterior del vehiculo, pero el Hermano le habia lavado el cerebro para que dejara pasar al Taurus.

O dio bandazos con el camion y chafo el acelerador, conduciendo al este, dirigiendose hacia el lugar donde estaba U.

El Taurus tenia un sistema LoJack [8].

Lo cual significaba que con el equipo correcto, podria encontrar a ese PDM dondequiera que estuviera.

CAPITULO 7

Bella tenia la vaga idea de encontrarse en un auto. Sin embargo ?Como era eso posible? Debia estar alucinando.

No…, realmente sonaba como un auto, con el regular ronroneo del motor. Y se sentia como un auto, una sutil vibracion que se veia interrumpida por una sacudida como si algo en el camino se hubiera metido debajo de las llantas.

Trato de abrir los ojos, se dio cuenta de que no podia, y lo intento nuevamente. Como el esfuerzo la agotaba, se dio por vencida. Dios, estaba cansada… como si tuviera gripe. Tambien le dolia todo, especialmente la cabeza y el estomago. Y tenia nauseas. Trato de recordar lo que habia pasado, como se habia liberado, si se habia liberado. Pero todo lo que consiguio fue una imagen del Lesser que la amaba entrando por la puerta, cubierto de sangre negra. El resto era niebla.

Tanteando con la mano a su alrededor, encontro algo cubriendo sus hombros y tiro para acercarlo mas. Cuero. Y olia a… para nada como la empalagosa dulzura de un Lesser. Era la esencia de un macho de su raza. Inspiro varias veces mas por la nariz. Cuando capto el aroma del talco de bebe de los asesinos, se sintio confundida hasta que presiono la nariz contra el asiento. Si, en la tapiceria. Este era el auto de un Lesser. Pero entonces ?por que habia olor a macho vampiro en la prenda que traia puesta? Y habia otra cosa, otro olor… un oscuro almizcle con un toque imperecedero.

Bella comenzo a temblar. Recordaba muy bien ese aroma, lo recordaba de la primera vez que habia ido al complejo de entrenamiento de la Hermandad, lo recordaba de un tiempo despues de eso, cuando habia ido a su mansion.

Zsadist. Zsadist estaba en ese auto con ella.

El corazon le latio con fuerza. Lucho para abrir los ojos, pero ambos parpados se negaron a obedecerla o tal vez ya estuvieran abiertos y era solo que estaba muy oscuro para que pudiera ver algo.

?Fui rescatada? -pregunto-. ?Viniste por mi, Zsadist?

Pero ningun sonido salio de su boca, aunque movio los labios. Formo las palabras otra vez, forzando aire a traves de su caja de resonancia. Emitio un aspero gemido, nada mas.

?Por que no funcionaban sus ojos?

Empezo a revolcarse hacia uno y otro lado y luego oyo el sonido mas dulce que alguna vez hubiera llegado a sus oidos.

– Te tengo, Bella -la voz de Zsadist. Baja. Llena de fuerza-. Estas a salvo. Fuera de alli. Y nunca volveras.

Habia venido a buscarla. Habia venido a buscarla…

Empezo a sollozar. Parecio que el auto disminuia la velocidad, pero entonces la doblo acelerando.

Su alivio fue tan grande, que se deslizo hacia la oscuridad.

Zsadist abrio de una patada la puerta de su habitacion, haciendo saltar el mecanismo de la cerradura limpiamente. El sonido fue fuerte, y Bella se removio en sus brazos, gimiendo. Se congelo cuando empezo a girar la cabeza de un lado a otro en la curvatura de su brazo.

Eso era bueno, penso. Eso era muy bueno.

– Vamos, Bella, vuelve a mi. Despiertate -pero ella no recobro la conciencia.

Fue hacia el jergon y la acosto donde el dormia. Cuando miro hacia arriba, Wrath y Phury estaban en la entrada, los dos enormes machos bloqueando la mayor parte de la luz que provenia del corredor.

– Necesita ir a donde Havers -dijo Wrath-. Necesita tratamiento.

– Havers puede hacer lo que tenga que hacer aqui. No saldra de esta habitacion.

Z ignoro el largo silencio que siguio, totalmente hipnotizado observando como respiraba Bella. El pecho subia y bajaba a un ritmo regular, pero parecia demasiado superficial.

La mirada de Phury era una que el conocia bien.

– Zsadist…

– Olvidalo. La vera aqui. Y nadie va a tocarla sin mi permiso o sin que yo este presente. -Cuando miro hacia arriba a sus hermanos, Wrath y Phury parecian totalmente confundidos- Por el amor de Cristo, ?quieren que lo diga en el Idioma Antiguo por si acaso ambos olvidaron como hablar espanol? No va a ninguna parte.

Con una maldicion, Wrath abrio su movil y hablo rapida y firmemente.

Cuando lo cerro, dijo:

– Fritz ya esta en la ciudad, y va a recoger al doctor. Llegaran aqui en veinte minutos.

Z asintio y miro los parpados de Bella. Deseo poder ser el que se hiciera cargo de lo que le hubieran hecho ellos. Deseaba que ella se sintiera aliviada ahora. Oh, Dios… como debio haber sufrido.

Se dio cuenta de que Phury se habia acercado, y no le gusto que su hermano se arrodillara.

Los instintos de Z eran hacer una barricada delante del cuerpo de Bella con el suyo propio, evitando que su mellizo, Wrath, el doctor, o cualquier macho pudiera verla. No entendia ese impulso, no sabia el origen, pero era tan fuerte que casi se lanza al cuello de Phury.

Y entonces su mellizo estiro la mano como para tocarle el tobillo. Los labios de Z se retiraron para desnudar los colmillos, saliendole un grunido de la garganta.

La cabeza de Phury se alzo rapidamente.

– ?Por que estas actuando asi?

Ella es mia, penso Z.

Pero en el instante que le llego esa conviccion, se aparto. ?Que demonios estaba haciendo?

– Esta herida -murmuro-. Solo no te metas con ella, ?okay?

Havers llego quince minutos despues. El alto y delgado medico llevaba un maletin de cuero en la mano y se veia preparado para realizar su trabajo. Pero cuando se adelanto, Z se abalanzo hacia el, interceptando al macho y poniendolo contra la pared. Los palidos ojos de Havers se le salieron de las orbitas detras de sus lentes de carey, y dejo caer su maletin al piso.

Wrath maldijo.

– Jesus…

Z ignoro las manos que trataban de apartarlo y clavo la mirada en el medico.

– La trataras mejor de lo que harias con alguien de tu propia sangre. Si ella sufre una sola sacudida innecesaria, me cobrare en tu pellejo multiplicado por cien veces lo que haya sufrido.

El delgado cuerpo de Havers temblaba, la boca se movia sin emitir sonido.

Phury le dio un fuerte tiron sin lograr apartarlo.

– Z, tomatelo con calma…

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