temblor en el suelo ceso. Los papeles revolotearon suavemente sobre el caos como la nieve sobre un accidente de trafico.

Tohrment se habia ido.

John se solto de las manos de Phury y entro corriendo en la oficina. Los Hermanos lo miraron, el gritaba con la boca abierta sin alticular sonidos:

– ?Padre… padre… padre!

CAPITULO 44

Algunos dias eran eternos, penso Phury mas tarde. Y cuando el sol bajo, no habia ningun final para ellos.

Cuando las contraventanas se levantaron por la tarde, el tomo asiento en un sofa largo y delgado y miro a traves del estudio de Wrath a Zsadist. Los otros Hermanos estaban tan mudos como el.

Z acababa de dejar caer otra bomba en lo que era ya una zona de guerra. Primero fue Tohr, Wellsie, y una hembra joven. Ahora esto.

– Jesus, Z… -Wrath froto sus ojos y sacudio la cabeza.- ?No pensaste mencionarlo antes?

– Hemos tenido otra mierda con que tratar. Ademas, me encontrare con el asesino solo, pase lo que pase. No es realmente una discusion.

– Z, amigo… no puedo dejarte hacer esto.

Phury se preparo para la reaccion de su gemelo. Como hicieron los demas en el cuarto. Estaban todos agotados, pero sabiendolo Z, tendria bastante buen juicio para dejarse golpear.

El hermano solo encogio los hombros.

– El lesser me quiere, y debo tener cuidado con el. Por Bella. Por Tohr. ?Ademas, esta la rehen femenina? No puedo ir, ademas el respaldo no es una opcion.

– Hermano, estas caminando hacia tu tumba.

– Entonces hare un infierno y mucho dano antes de que ellos me atrapen.

Wrath cruzo sus brazos sobre su pecho.

– No, Z, no puedo dejarte ir.

– Mataran a la hembra.

– Hay otro modo de manejarlo. Solo tenemos que entender cual es.

Hubo un pausa como un latido del corazon. Entonces Z dijo:

– Quiero a cada uno de ustedes fuera del cuarto, entonces podre hablar con Wrath. Excepto tu, Phury. Tu te quedas.

Butch, Vishous, y Rhage se miraron unos al otros, luego enfocaron al Rey. Cuando el asintio con la cabeza, se marcharon.

Z cerro la puerta detras de ellos y se quedo con la espalda apoyada en ella.

– No puedes detenerme. Soy el ahvenging de mi shellan. Soy el ahvenging de la shellan de mi hermano. No tienes ninguna derecho a detenerme. Es mi derecho como guerrero.

Wrath blasfemo.

– Nunca la apareaste.

– No necesito una ceremonia para saber que es mi shellan.

– Z…

– ?Y Tohr? ?Dices que el no es mi hermano? Tu estabas alli la noche que me trajeron a la Hermandad de la Daga Negra. Sabes que Tohrment es carne de mi carne. Poseo el derecho de ahvenge tambien.

Wrath se apoyo hacia atras en su silla, su peso la hizo crujir en protesta.

– Cristo, Zsadist, no digo que no puedas ir. Solo quiero que no vayas solo.

Phury miraba de aca para alla entre los dos. Nunca habia visto a Zsadist en tal calma. Su hermano estaba enfocando en lo que deseaba, sus ojos perspicaces y con un proposito mortal. Si no fuera tan espeluznante, habria sido notable.

– No arregle las reglas de este guion -dijo Z.

– Moriras si vas por el.

– Bien… en cierto modo estoy listo.

Phury sintio que su piel se tensaba por todas partes.

– ?Perdona? -silbo Wrath.

Z se alejo de la puerta y camino por el elegante cuarto frances. Se paro delante del fuego, y las llamas rebotaron en su cara arruinada.

– Estoy listo para terminar con esto.

– ?Que demonios dices?

– Quiero ir por el, quiero capturar a este lesser para mi y cuando lo haga. Habra verdaderas llamaradas de gloria. Estallaremos en llamas con mi energia.

La boca de Wrath se aflojo.

– ?Me pides permiso para suicidarte?

La cabeza de Z fue de aca para alla.

– No, porque salvo que me encadenen, no vas a impedirme que vaya al cine esta noche. Lo que quiero es que te asegures de que no le hagan dano a nadie mas. Quiero que mandes a los demas, sobre todo a el -Z miraba intencionadamente a Phury-, lejos.

Wrath se quito los lentes de sol y froto sus ojos otra vez. Cuando alzo la vista, sus iris verdes palidos brillaron como focos en su cara.

– Ya hubo demasiadas muertes en la Hermandad. No hagas esto.

– Tengo que ir. Voy a ir. Tan solo ordena a los demas que se alejen.

Se hizo un largo silencio, tenso. Entonces Wrath dio la unica respuesta que tenia.

– Asi sera.

Con las ruedas puestas en movimiento para la muerte de Z, Phury se inclino y puso sus codos sobre las rodillas. El penso en el gusto de la sangre de Bella, y la especia muy especial que su lengua habia descubierto.

– Lo siento.

Cuando sintio que Wrath y Z reparaban en el, se dio cuenta que habia hablado en voz alta. Se puso de pie.

– Lo siento, ?Me excusais?

Zsadist fruncio el ceno.

– Espera. Necesito algo de ti.

Phury contemplo la cara de su gemelo, remontando la cicatriz que lo cruzaba, absorbiendo los matices en un modo que nunca habia thecho.

– Dime.

– Prometeme que no dejaras la Hermandad despues de que me haya ido.

Z senalo a Wrath.

– Y hazlo sobre su anillo.

– ?Por que?

– Solo hazlo.

Phury fruncio el ceno.

– ?Por que?

– No quiero que estes solo.

Phury miro fijamente por mucho tiempo a Z, pensando en las vidas de ambos. Amigo, ellos realmente habian sido maldecidos, aunque el por que de ello era totalmente desconocido. Tal vez solo era mala suerte, aunque le gustaba pensar que habia una razon.

Logica… la logica era mejor que el destino caprichoso que lo atomentaba con fuerza.

– Bebi de ella -dijo el repentinamente-. De Bella. Bebi la noche pasada cuando fui con Havers. ?Todavia tienes ganas de que alguien me vigile?

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