Habia pocas personas que tuvieran el numero directo de su oficina, pero una de ellas era Nicole. Pierce rodeo rapidamente el escritorio y miro la pantalla de identificacion de llamada. Decia identidad oculta y supo que no era Nicole, porque ni su movil ni la linea de su casa en Amalfi estaban protegidas. Pierce dudo un momento, pero entonces recordo que Cody Zeller tenia el numero. Levanto el telefono.
– ?Senor Pierce?
No era Cody Zeller.
– ?Si?
– Soy Philip Glass. ?Me llamo usted ayer?
El detective privado. Pierce se habia olvidado.
– Ah, si, si. Gracias por llamar.
– No habia recibido el mensaje hasta hoy. ?Que puedo hacer por usted?
– Quiero hablarle de Lilly Quinlan. Ha desaparecido. Su madre le contrato a usted hace unas semanas. Desde Florida.
– Si, pero ya no me ocupo de eso.
Pierce continuaba sentado tras su escritorio. Puso una mano encima del monitor mientras hablo.
– Lo entiendo, pero me preguntaba si podria hablar del asunto conmigo. Tengo el permiso de Vivian Quinlan. Puede llamarla si lo desea. ?Todavia conserva su numero?
Glass tardo en responder, tanto que Pierce penso que tal vez habia colgado silenciosamente.
– ?Senor Glass?
– Si, aqui estoy. Estaba pensando. ?Puede decirme que interes tiene en esto?
– Bueno, quiero encontrarla.
La respuesta fue recibida con mas silencio y Pierce comenzo a entender que estaba tratando desde una posicion de debilidad. Algo ocurria con Glass, y Pierce se hallaba en desventaja por el hecho de no saberlo. Decidio insistir. Queria esa entrevista.
– Soy un amigo de la familia -mintio-. Vivian me pidio que viera que podia descubrir.
– ?Ha hablado con el departamento de policia?
Pierce dudo. Instintivamente supo que la cooperacion de Glass podia depender de su respuesta. Penso en los acontecimientos de la noche anterior y se pregunto si Glass ya estaria al corriente de ellos. Renner habia dicho que conocia a Glass y lo mas probable era que planeara llamarlo. Era domingo por la tarde. Tal vez el detective de la policia estaba esperando hasta el lunes, puesto que aparentemente Glass se hallaba en la periferia del caso.
– No -mintio de nuevo Pierce-. Por lo que entendi de Vivian el Departamento de Policia de Los Angeles no estaba interesado en el caso.
– ?Quien es usted, senor Pierce?
– ? Que? No entien…
– ?Para quien trabaja?
– Para nadie. Para mi.
– ?Es DP?
– ?Que es eso?
– Vamos.
– Quiero decir que no entien… Ah, detective privado. No, no soy DP. Como le he dicho soy un amigo.
– ?En que se ganala vida?
– Soy quimico. No entiendo que tiene que ver con…
– Puedo verle hoy, pero no en mi oficina. Hoy no ire a la oficina.
– De acuerdo, entonces, ?donde? ?Cuando?
– Dentro de una hora. ?Conoce un lugar llamado Cathode Ray's, en Santa Monica?
– En la Dieciocho, ?no? Alli estare. ?Como nos conoceremos?
– ?Tiene un sombrero o algo distintivo que ponerse?
Pierce se inclino y abrio un cajon del escritorio. Saco una gorra de beisbol con letras azules bordadas en el ala.
– Llevare una gorra de beisbol gris. Pone MOLES bordado en azul en el ala.
– ?Como el guacamole?
Pierce casi rio.
– De moleculas. Las Moleculas Luchadoras era el nombre de nuestro equipo de
– Le vere en el Cathode Ray's. Por favor, venga solo. Si me doy cuenta de que no esta solo o parece una trampa no me vera.
– ?Una trampa? ?De que esta…?
Glass colgo y Pierce se quedo escuchando el vacio.
Colgo el telefono y se puso la gorra. Considero las extranas preguntas que le habia formulado el detective privado y penso en lo que habia dicho al final de la conversacion y en como lo habia dicho. Pierce se dio cuenta de que era como si tuviera miedo de algo.
18
Cathode Ray's era un local frecuentado por la generacion tecnologica, por lo general alli todos tenian un portatil o un PDA en la mesa, junto al cafe con leche. El local permanecia abierto las veinticuatro horas y disponia de enchufe de corriente y conector telefonico de alta velocidad en todas las mesas. Solo con conexiones a proveedores de servicios de Internet locales. Estaba cerca de la Universidad de Santa Monica y de los distritos de produccion de peliculas y software del Westside, y no estaba vinculado a ninguna gran empresa. La combinacion de todo ello hacia del lugar un sitio popular entre los «conectados».
Pierce habia estado alli en muchas ocasiones, pero le resultaba extrano que Glass hubiera elegido ese lugar para su cita. Por telefono Glass le habia parecido un hombre mayor, con voz bronca y cansada. Si era asi, llamaria la atencion en un local como Cathode Ray's y teniendo en cuenta la paranoia que habia percibido durante la conversacion telefonica, le extranaba que hubiera elegido la cafeteria para la cita.
A las tres en punto, Pierce entro en Cathode Ray's y echo un rapido vistazo por el local en busca del hombre mayor. No habia nadie que destacara. Se puso a la cola para pedir un cafe.
Antes de salir de la oficina se habia guardado en el bolsillo todo el cambio que le quedaba. Lo conto mientras aguardaba y concluyo que tenia lo justo para un cafe normal, tamano medio, con unos centavos para la propina.
Despues de echar una generosa dosis de nata al cafe, salio a la zona del patio y eligio una mesa vacia de la esquina. Se tomo el cafe despacio, pero todavia transcurrieron veinte minutos hasta que se le acerco un hombre bajo con vaqueros y camiseta negros. Tenia la cara recien afeitada y ojos oscuros. Era mucho mas joven de lo que Pierce habia supuesto, sin duda menos de cuarenta. No llevaba cafe, habia ido directo a la mesa.
– ?Senor Pierce?
Pierce extendio la mano.
– ?Senor Glass?
Glass aparto la otra silla y tomo asiento. Se inclino sobre la mesa.
– Si no le importa, quiero ver su documentacion-dijo.
Pierce dejo la taza y empezo a hurgar en el bolsillo en busca de su billetera.
– Probablemente es una buena idea-dijo-. ?Le importa que vea la suya?
Despues de que ambos hombres se hubieran convencido mutuamente de que estaban hablando con el interlocutor adecuado, Pierce apoyo la espalda en la silla y examino a Glass. Le parecio un hombre grande embutido en un cuerpo pequeno. Irradiaba intensidad. Era como si tuviera la piel demasiado tensa en torno a su cuerpo.
– ?Quiere tomar un cafe antes de que empecemos a hablar?
– No, no tomo cafeina.
Eso si cuadraba.
– Entonces supongo que podemos empezar. ?Que pasa con todo ese rollo terrorifico?