Todo el mundo estaba en silencio, limitandose a mirar.
– Pasa a termico, Brandon -dijo finalmente Pierce.
Acabar con un crescendo formaba parte de lo planeado. Larraby tenia tal pericia en el teclado que no necesitaba ninguna luz para ver lo que tecleaba.
– En termico veremos colores -explico Larraby-. Gradaciones segun la intensidad del impulso, desde el azul en el extremo inferior del espectro hasta el verde, amarillo, rojo y luego morado en el extremo superior.
La pantalla cobro vida con ondas de color. Amarillos y rojos sobre todo, pero el suficiente morado para resultar impresionante. El color se extendio en una reaccion en cadena por la pantalla, como una racha de viento que riza la superficie del oceano por la noche. Era como el Strip de Las Vegas desde una altitud de diez mil metros.
–
Pierce penso que tal vez habia sido la voz de Goddard. Se bajo las lentes y el tambien vio colores. Todos los presentes en la sala brillaban en rojo y amarillo en el campo de vision de las gafas. Se centro en el rostro de Goddard. Las gradaciones de color le permitian ver en la oscuridad. Goddard tenia la atencion fija en la pantalla del ordenador. Tenia la boca abierta, las mejillas y la frente de un rojo profundo, granate tirando a morado a medida que su cara se encendia de excitacion.
Las gafas eran una forma de voyeurismo cientifico que le permitia ver lo que la gente creia que estaba ocultando. Vio que el rostro de Goddard dibujaba una amplia sonrisa roja al ver el monitor y Pierce supo en ese momento que el trato estaba cerrado. Tenian el dinero, habian asegurado el futuro. Miro al otro lado de la sala oscura y vio a Charlie Condon apoyado en la pared opuesta. Charlie lo estaba mirando a el, aunque no llevaba ningunas gafas. Miraba a traves de la oscuridad hacia el lugar donde sabia que estaba Pierce. Asintio una vez, sabiendo lo mismo sin necesidad de utilizar gafas.
Era un momento para saborear. Estaban camino de hacerse ricos y posiblemente tambien famosos. Pero esa no era la cuestion para Pierce. Se trataba de otra cosa, de algo mejor que el dinero. Algo que no podia guardarse en el bolsillo pero si en la cabeza y el corazon, algo que produciria un indice asombroso de interes medido en orgullo.
Eso era lo que le aportaba la ciencia, un orgullo que lo superaba todo, que le ofrecia redencion para todo lo que habia ido mal, para todas las decisiones equivocadas que habia tomado.
Sobre todo por Isabelle.
Se saco las gafas y volvio a colgarlas del gancho.
29
Llevaron a cabo otros dos experimentos en el microscopio usando nuevas laminas. Ambos iluminaron la pantalla como una Navidad y complacieron a Goddard. Pierce pidio entonces a Grooms que fuera al otro laboratorio de proyectos para liquidar el tema. Despues de todo, Goddard iba a invertir en todo el programa, no solo en Proteus. A las doce y media concluyo la presentacion e hicieron una pausa para comer en la sala de juntas. Condon habia solicitado un servicio de catering al restaurante Joe de Abbot Kinney, que ofrecia la rara combinacion de ser un lugar de moda y al mismo tiempo servir buena comida.
La conversacion fue animada, incluso Bechy dio la impresion de que estaba disfrutando. Hubo mucha charla acerca de las posibilidades de la ciencia, pero no se hablo del dinero ni de en que podia invertirse. En un momento dado, Goddard se volvio hacia Pierce, que estaba sentado junto a el, y le confio en voz baja:
– Tengo una hija con sindrome de Down.
No dijo nada mas, y tampoco hacia falta. Pierce penso que Goddard estaba pensando en que llegaba tarde. Se estaba acercando un futuro en el que esas enfermedades se curarian antes de que se produjeran.
– Apuesto a que la quiere mucho -dijo Pierce-, y seguro que ella lo sabe.
Goddard sostuvo la mirada a Pierce antes de contestarle.
– Si, la quiero y lo sabe. Muchas veces pienso en ella cuando hago mis inversiones.
Pierce asintio.
– Tiene que asegurar su futuro.
– No, no es eso. Ella tiene segundad de sobra. En lo que pienso es que por mucho que gane en este mundo no podre cambiarla. No podre curarla… Creo que lo que estoy diciendo es que el futuro esta ahi. Esto… lo que usted hace… -Desvio la mirada, incapaz de verbalizar sus ideas.
– Creo que se a que se refiere -dijo Pierce.
El momento de tranquilidad termino de manera abrupta con una sonora carcajada de Bechy, que estaba sentada junto a Condon al otro lado de la mesa. Goddard sonrio y asintio como si hubiera oido aquello tan divertido.
Despues, cuando sacaron el pastel de lima, Goddard saco a colacion a Nicole.
– ?Sabe a quien echo de menos? -dijo-. A Nicole James. ?Donde esta hoy? Me gustaria al menos saludarla.
Pierce y Condon intercambiaron una mirada. Habian acordado que Charlie se ocuparia de dar las explicaciones en relacion con Nicole.
– Desafortunadamente, ya no esta con nosotros -dijo Condon-. De hecho, el viernes pasado fue su ultimo dia en Amedeo.
– ?Justo ahora? ?Adonde ha ido?
– A ningun sitio por el momento. Creo que va a tomarse un tiempo para pensar su proximo paso, pero firmo un acuerdo de no competencia con nosotros, asi que no tenemos que preocuparnos por la posibilidad de que aparezca en un competidor.
Goddard fruncio el ceno y asintio.
– Es un puesto muy delicado -dijo.
– Lo es y no lo es -replico Condon-. Ella estaba centrada hacia fuera, no hacia dentro. Conocia lo justo de nuestros proyectos para saber que buscar en relacion con nuestros competidores. Por ejemplo, no tenia acceso al laboratorio, y nunca vio la demostracion que usted ha visto esta manana.
Eso era falso, aunque Charlie Condon no lo sabia. Igual que la mentira que Pierce le habia embutido a Clyde Vernon acerca de lo que Nicole sabia y habia visto. Lo cierto era que ella lo habia visto todo. Pierce la habia llevado al laboratorio un domingo por la noche para mostrarselo, para encender la pantalla del microscopio de efecto tunel como
Habia roto sus propias reglas y la habia llevado al laboratorio para mostrarle que era lo que la habia separado de ella tantas veces. Pero ni siquiera ensenarle el descubrimiento habia servido para detener el impulso destructivo que los habia devorado. Menos de un mes despues, Nicole rompio la relacion.
Pierce, como Goddard, echaba de menos a Nicole en ese momento, pero por razones diferentes. Permanecio en silencio durante el resto de la comida. Sirvieron el cafe y retiraron las tazas. Se llevaron los platos y cubiertos y solo quedo la superficie pulida de la mesa y el reflejo de sus imagenes fantasmagoricas.
Los camareros se retiraron y llego el momento de volver a los negocios.
– Hablenos de la patente -dijo Bechy, cruzando los brazos e inclinandose sobre la mesa.
Pierce senalo a Kaz con la cabeza y este se hizo cargo de la pregunta.
– De hecho es una patente por pasos. Hay nueve partes, que cubren todos los procesos relacionados con lo que han visto hoy. Creemos que lo hemos cubierto todo a conciencia. Pensamos que resistira a cualquier desafio, ahora o en el futuro.
– ?Y cuando la presentaran?
– El lunes por la manana. Voy a viajar a Washington manana o el sabado. El plan es entregar personalmente la solicitud en la oficina de patentes y marcas comerciales el lunes a las nueve.
Puesto que Goddard estaba sentado a su lado, a Pierce le resultaba mas facil y natural observar a Bechy. La mujer parecia sorprendida por la velocidad a la que avanzaban. Una buena senal. Pierce y Condon querian forzar la maquina, obligar a Goddard a que tomara la decision en el momento si no queria arriesgarse a perder la